Si quieres la paz (a tu manera), prosigue la guerra
Cuando les sonr¨ªe la fortuna en el frente, ni El Asad ni Putin parecen tener prisa por sellar una tregua.
Los mismos generales rusos que se apresuraban a ofrecer treguas humanitarias de tres horas para auxiliar a la poblaci¨®n cercada en Alepo no han vacilado en ordenar bombardeos sistem¨¢ticos de barriadas rebeldes. Los jefes de las milicias insurgentes sirias, apadrinadas por Estados Unidos y Arabia Saud¨ª, que clamaban al mundo para que diese amparo a los civiles sitiados, no han dudado en asediar durante semanas los distritos controlados por el r¨¦gimen.

Como ya ocurri¨® en diciembre, la situaci¨®n de tablas ante el enroque de los contendientes en el tablero de la dividida ciudad apuntaba ahora hacia un nuevo alto el fuego. Los responsables de las diplomacias rusa, Sergu¨¦i Lavrov, y estadounidense, John Kerry, llevan m¨¢s de un mes tent¨¢ndose las vestiduras para no incurrir en otro fiasco, como el que arruin¨® las negociaciones de paz de Ginebra. Sus respectivos jefes, Vlad¨ªmir Putin y Barack Obama, se han limitado a constatar en la cumbre del G-20 en China que estaban perdiendo el tiempo y les han ordenado que perseveren en sortear los ¨²ltimos escollos para el acuerdo.
Ese escenario de estancamiento b¨¦lico, sin embargo, ha dado un vuelco en pocas semanas. La intervenci¨®n militar turca en el norte de Siria ¡ªte¨®ricamente para acorralar al ISIS¡ª, ha venido a dar aliento al campo rebelde sun¨ª, al tiempo que ha puesto en guardia a las milicias kurdas, el principal aliado sobre el terreno de Washington. Los combatientes insurgentes se han visto arrollados adem¨¢s en las ¨²ltimas horas en el estrat¨¦gico distrito de Ramusa, por donde pasaba su ¨²ltima v¨ªa de suministro, y han vuelto a quedar sitiados en el este de Alepo.
Cuando sonr¨ªe la fortuna en el frente, ni las tropas leales a Bachar el Asad ni las fuerzas expedicionarias de Putin parecen tener prisa por sellar una tregua. El r¨¦gimen de Damasco prosigue, mientras tanto, con la estrategia de limpieza de bolsas de rebeldes cercados, rendidos por el hambre y las enfermedades, so pretexto de pactos de evacuaci¨®n.
De poco servir¨¢n los esfuerzos de Kerry y Lavrov mientras Washington siga sin fiarse de la voluntad de Mosc¨² de interrumpir los bombardeos contra civiles, y el Kremlin considere grupos terroristas yihadistas a casi todas las fuerzas de oposici¨®n para poder continuar machac¨¢ndolas durante el pr¨®ximo alto el fuego.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
