Hillary Clinton, una favorita que no despeja las dudas
La campa?a de EEUU entra en su tramo final con una ventaja menguante del 4% para la dem¨®crata frente al imprevisible Trump
Hay pocas cosas menos emocionantes que unas elecciones decididas de antemano. Si hici¨¦semos caso de los sondeos, no habr¨ªa duda de que la dem¨®crata Hillary Clinton ser¨¢ la pr¨®xima presidenta de Estados Unidos. En otras circunstancias, el caso estar¨ªa cerrado.
Pero estas no son circunstancias normales. Primero, porque el rival republicano de Clinton, Donald Trump, es un pol¨ªtico imprevisible, que lleva un a?o rompiendo todos los pron¨®sticos. Y segundo, por las debilidades de la propia Clinton, impopular, aunque no tanto como Trump, y asociada por parte del electorado con adjetivos como deshonesta o mentirosa.
El D¨ªa del Trabajo, que en EE UU se celebr¨® este lunes, marca el inicio del curso pol¨ªtico. Dicen que es el momento en que la mayor¨ªa de votantes ¡ªla multitud no adicta a la pol¨ªtica, los que no viven pendientes del d¨ªa a d¨ªa de la campa?a¡ª empieza a conectar.
La larga campa?a para la presidencia de EE UU entra en el tramo final: dos meses en los que Clinton y Trump realizar¨¢n el ¨²ltimo esfuerzo para llegar a la Casa Blanca. Clinton llega con una ventaja s¨®lida y un mayor escrutinio por el manejo descuidado de sus correos electr¨®nicos cuando era secretaria de Estado. Trump, despu¨¦s de un verano de bandazos ret¨®ricos y program¨¢ticos, busca consolidar el voto tradicional de su partido, blanco y conservador.
En la media diaria de la publicaci¨®n Real Clear Politics, Clinton aventaja a Trump por un margen de entre 3,4 y 4%, dependiendo de si los sondeos incluyen s¨®lo a los candidatos dem¨®cratas y republicano, o tambi¨¦n al libertario Gary Johnson y a la verde Jill Stein. La ventaja se ha reducido desde que a mediados de agosto llego a su nivel m¨¢ximo.
Clinton domina en los estados clave, aquellos que, entre elecci¨®n y elecci¨®n, oscilan entre ambos partidos e inclinan el resultado. La dem¨®crata aventaja al republicano en los sondeos de Florida, Carolina del Norte, Virginia, Ohio y Pensilvania. El republicano no puede permitirse perder all¨ª.
Trump afronta un problema estructural: diecisiete estados y Washington, la capital, han votado dem¨®crata en las ¨²ltimas seis elecciones, desde 1992, y previsiblemente seguir¨¢n votando a este partido. Estos estados suman 224 votos en el sistema ponderado que sirve para elegir al presidente. Los republicanos han ganado desde 1992 en 13 estados, pero estos suman solo 102 votos. Gana quien llega a 270.
*Candidato que venci¨® en las elecciones. Datos: Pew Research Center / C. F. PEREDA
Clinton tiene a favor la demograf¨ªa. En los a?os ochenta, cuando los republicanos Ronald Reagan y George Bush padre ganaban con holgura, los blancos no-hispanos representaban m¨¢s del 85% del electorado. Estos votantes bastaban para llegar a la Casa Blanca. Ya no. Ahora representan el 69%. El ¨²ltimo republicano en ganar unas elecciones fue George Bush hijo hace 12 a?os, y lo logr¨® con un 40% de votantes de origen hispano, la principal minor¨ªa. Se consider¨® entonces que este era el umbral necesario para ganar. Los candidatos republicanos en 2008 y 2012 obtuvieron un 31% y un 27% de voto hispano, respectivamente. Y perdieron. Los sondeos prev¨¦n que Trump obtendr¨¢ menos del 20%.
En otro contexto, los republicanos lo tendr¨ªan m¨¢s f¨¢cil. El profesor Alan Abramowitz, de la Universidad de Emory, ha desarrollado un modelo para pronosticar el resultado. Nunca ha fallado desde 1988. El modelo tiene en cuenta la popularidad del presidente, el crecimiento econ¨®mico, y el partido que actualmente ocupa la Casa Blanca. Seg¨²n este modelo, Trump ganar¨¢ con un 51,4% de votos frente al 48,6%.
Pero el propio Abramowitz desconf¨ªa del modelo. Cree que el car¨¢cter heterodoxo de Trump, los repetidos sondeos en su contra y la poca profesionalidad de su campa?a ¡ªClinton recauda m¨¢s dinero y tiene a m¨¢s activistas sobre el terreno¡ª puede desmentirlo por primera vez en 28 a?os. Otro republicano ser¨ªa hoy el favorito. Trump no lo es.
Obst¨¢culos para la candidata
Hillary Clinton es la favorita ante Donald Trump, pero su propio equipo de campa?a insiste en que nada est¨¢ decidido. No le conviene que lo est¨¦.
En los ¨²ltimos d¨ªas, las revelaciones sobre el servidor privado que Clinton mantuvo cuando era secretaria de Estado y los posibles conflictos de inter¨¦s con la Fundaci¨®n Clinton se han multiplicado.
En el campo de Trump, algunos conf¨ªan en la existencia de un voto oculto, que no aflora en los sondeos, y en una gran revelaci¨®n de hunda a la dem¨®crata. Tambi¨¦n los debates ¡ªel primero se celebra el 26 de septiembre en Nueva York¡ª puede ser un revulsivo.
El objetivo de Clinton: sacar a las urnas a la amplia coalici¨®n de minor¨ªas, j¨®venes y mujeres que dio dos victorias a Barack Obama en 2008 y 2012. El de Trump: afianzar el voto republicano y lograr el milagro de ganar en un pa¨ªs cada vez m¨¢s multicultural mientras da la espalda a la minor¨ªa m¨¢s pujante, la latina.
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