Las dudas de May con el ¡®Brexit¡¯ disparan el malestar en Reino Unido
En el arranque de un curso trascendental, el Gobierno brit¨¢nico se muestra muy lejos de poder emprender una negociaci¨®n detallada para romper con la UE
Inmerso ya Reino Unido en un curso pol¨ªtico trascendental, crece el malestar por la inconcreci¨®n, en sus planes para romper con la UE, de un Gobierno que parece incapaz de avanzar m¨¢s all¨¢ del manido ¡°Brexit es Brexit¡±. Un eslogan acaso eficaz para despejar dudas en las semanas siguientes al refer¨¦ndum, pero insuficiente cuando el flamante ministerio del Brexit lleva ya dos meses funcionando. El bochorno de que incluso las tibias palabras del ministro, en su primera aparici¨®n parlamentaria, tuvieran que ser rectificadas por Downing Street, mina la paciencia de eurof¨®bos y proeuropeos. El Gobierno de May, admiten en privado los propios tories, est¨¢ a¨²n demasiado lejos de poder emprender una negociaci¨®n detallada con unos socios europeos que apremian.
Con la solemnidad de quien, por primera vez en sus 30 a?os de diputado, se dirige a la c¨¢mara desde el banco reservado al Gobierno, David Davis arranc¨® su primer discurso parlamentario como ministro del Brexit con una verdad incontestable: ¡°Brexit significa abandonar la Uni¨®n Europea¡±. La oposici¨®n dedic¨® risas y abucheos al titular del reci¨¦n creado ministerio, que cuenta con 180 personas en Londres y 120 en Bruselas, y que lleva gastadas 250.000 libras en asesor¨ªa jur¨ªdica interna en sus dos meses de vida.
La pel¨ªcula del regreso a la actividad parlamentaria, despu¨¦s de seis semanas de vacaciones, podr¨ªa haberla firmado el genial guionista William Goldman, que resumi¨® en sus memorias la industria de Hollywood con tres palabras: ¡°Nadie sabe nada¡±. La laborista Yvette Cooper calific¨® el discurso del ministro de ¡°asombrosamente vac¨ªo¡±. ¡°?Eso es todo?¡±, pregunt¨® asombrado un diputado del nacionalismo escoc¨¦s. Las cr¨ªticas vinieron incluso de las propias filas del partido del Gobierno: ¡°El eslogan de Brexit es Brexit ya ha caducado¡±, dijo la diputada conservadora Anna Soubry, ¡°es hora de un poco de detalle¡±.
Avanzado el debate, y presionado por los diputados, Davis alcanz¨® un poco m¨¢s de concreci¨®n. Pareci¨® decir que el Gobierno se inclinar¨¢ por el llamado ¡°Brexit duro¡±: que estar¨ªa dispuesto a abandonar el mercado ¨²nico con tal de no renunciar al control de la inmigraci¨®n. ¡°Si un requisito de la permanencia [en el mercado ¨²nico] es aflojar en el control de las fronteras, creo que eso lo convierte en muy improbable¡±, dijo. R¨¢pidamente fue rectificado por Downing Street: el ministro expresaba su opini¨®n y no la postura del Gobierno, dijo una portavoz.
Davis abandon¨® la c¨¢mara flanqueado por Boris Johnson, ministro de Exteriores, y Liam Fox, titular de comercio internacional. El triunvirato llamado a redefinir el lugar de Reino Unido en el mundo carece, a priori, de una postura com¨²n: el equipo de Johnson es partidario de alejarse lo menos posible de la UE; Davis conf¨ªa en que la Bruselas ofrecer¨¢ un buen acuerdo a Londres por su propio inter¨¦s, y Fox ha defendido que la exclusi¨®n del mercado ¨²nico es un precio asumible a cambio del control de fronteras. Algunos analistas pol¨ªticos hallaron una explicaci¨®n a la sorprendente exhibici¨®n de unidad entre los tres: es dif¨ªcil que afloren las divergencias ante la nada.
Boris presiona a May
Boris Johnson, titular del Foreign Office, ha apoyado una nueva campa?a creada por eminentes eur¨®fobos con la misi¨®n de presionar a Theresa May para que cumpla en toda sus magnitud el mandato de los brit¨¢nicos en el refer¨¦ndum. En un movimiento ins¨®lito para alguien designado por la primera ministra para dirigir la pol¨ªtica exterior, Johnson grab¨® un mensaje en v¨ªdeo para el lanzamiento de la campa?a, bautizada como Change Britain, en el que defiende que "ahora m¨¢s que nunca" los pol¨ªticos deben demostrar que escuchan a los votantes. El exalcalde de Londres, y portavoz de la campa?a por el Brexit en el refer¨¦ndum, advierte contra cualquier intento de matizar la voluntad expresada en las urnas de recuperar el control sobre "las leyes, fronteras, finanzas y comercio". El gesto vuelve a poner de manifiesto las tensiones en el seno del Gobierno de May sobre el asunto m¨¢s importante de cuantos tiene ante s¨ª.
¡°Hasta el momento lo que hemos conocido de la postura negociadora del Gobierno es que no va a introducir un sistema de inmigraci¨®n por puntos a la australiana y no va a destinar 350 millones de libras semanales al servicio p¨²blico de sanidad. Justo las dos promesas clave de los partidarios de abandonar la UE en la campa?a del refer¨¦ndum. El Gobierno ha pasado de la negligencia grosera a la incompetencia f¨¦tida. Est¨¢n inventando esto a medida que avanzan¡±, resumi¨® la laborista Emily Thornberry, contraparte de Davis en la oposici¨®n.
La primera ministra contemplaba a lo lejos el espect¨¢culo, desde la cumbre del G-20 en China. Y las noticias que llegaban de all¨ª tampoco eran alentadoras. May quiso aprovechar la ocasi¨®n para presentar a Reino Unido como estandarte del libre comercio mundial, pero la sensaci¨®n que se desprendi¨® fue m¨¢s bien de cierto ninguneo por parte de los dem¨¢s l¨ªderes, entre advertencias sobre las consecuencias de abandonar la UE.
El presidente Obama, en su primer reuni¨®n bilateral con May, record¨® a la primera ministra que su prioridad inmediata son las negociaciones comerciales con la UE sobre el TTIP y con un bloque de naciones del Pac¨ªfico, antes de empezar a negociar cualquier acuerdo con Reino Unido. Despu¨¦s vino el mensaje de Jap¨®n, a¨²n m¨¢s preocupante: advert¨ªa de eventuales salidas de empresas niponas de territorio brit¨¢nico si el acceso al mercado ¨²nico no se mantuviera.
De vuelta en casa, May se enfrent¨® el mi¨¦rcoles a la impaciencia de los diputados en su segunda sesi¨®n de preguntas a la primera ministra. Pocaa dudas despej¨® sobre el Brexit. ¡°No tomaremos decisiones hasta que estemos preparados¡±, dijo. ¡°No revelaremos nuestras cartas prematuramente y no ofreceremos comentarios sobre cada paso de la negociaci¨®n¡±.
Al final de la semana la primera ministra recib¨ªa en Londres al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que quiso aumentar la presi¨®n al Gobierno brit¨¢nico. ¡°La pelota est¨¢ ahora en su campo¡±, le dijo a May, antes de anunciarle que los l¨ªderes de los otros 27 miembros se reunir¨¢n este viernes en Bratislava para hablar del futuro de la UE sin Reino Unido. El fin de semana, el conservador The Daily Telegraph informaba de la creciente satisfacci¨®n en Bruselas ante la ¡°par¨¢lisis¡± y el ¡°caos¡± del Gobierno brit¨¢nico en este inicio de un proceso en el que, tanto Reino Unido como la propia UE, se juegan mucho.
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