Tregua para nadie en Siria
Tanto civiles como facciones rebeldes niegan que se est¨¦ implementando la tregua en el terreno
Este domingo abren de nuevo sus puertas las escuelas sirias. Y los padres regresan a esa ya familiar rutina de contener cada ma?ana la respiraci¨®n, intentando convencer a sus mujeres, y a s¨ª mismos, de que no ser¨¢ su hijo el que caiga hoy bajo un mortero rebelde o una bomba leal camino a clase. La tregua en Siria est¨¢ tan presente en el debate internacional como ausente de la realidad del sirio de a pie. Rusia ha contabilizado 50 violaciones del alto el fuego en las ¨²ltimas 24 horas, seg¨²n ha informado el ministro de Defensa, citado por la agencia Ria y, a su vez, por Reuters. Y los contadores de la muerte siguen sumando en las p¨¢ginas web de los activistas con un balance de 160 muertos en el ¨²ltimo d¨ªa de una tregua que vence en la madrugada de este domingo. Ello, engrosando la factura estanca de 300.000 muertos en poco m¨¢s de un lustro. Los enfrentamientos se multiplican con los rebeldes lanzando ofensivas en la mayor¨ªa de las campi?as del pa¨ªs y el Gobierno reiniciando los bombardeos.
Transcurrida una semana desde que Mosc¨² y Washington anunciaran la tregua, los civiles celebran una baja en la intensidad del fuego, tanto por aire como por tierra, sin por ello llamarlo hudna (tregua, en ¨¢rabe). Y sin embargo, los sirios parecen m¨¢s divididos que el domingo pasado sobre el papel de mediador que intenta ocupar una comunidad internacional que cada d¨ªa les merece menos respeto. ¡°La gente ya no tiene fe en la ONU y piensan que mantiene una relaci¨®n de connivencia con el r¨¦gimen y por lo tanto le sirve de apoyo¡±, cuenta al tel¨¦fono el cooperante Awad desde la Alepo oriental y bajo control rebelde. Decenas de civiles rechazaron esta semana desde sus barrios la entrada de convoyes humanitarios de la ONU, a pesar de estar sometidos a cercos intermitentes desde el pasado mes de julio.
Por sexto d¨ªa consecutivo, los bombarderos rusos y sirios parec¨ªan ausentes del cielo de Alepo para reaparecer de nuevo este domingo. Un an¨®malo descanso que ha permitido durante la pasada semana volver a ver tropeles de ni?os correteando por las calles o ba?¨¢ndose en las piscinas talladas en el asfalto por las bombas. Y sin embargo, el intercambio de artiller¨ªa prosigue hoy entre las dos mitades que dividen desde 2012 a Alepo entre las fuerzas leales y las insurrectas. ¡°El Ej¨¦rcito sirio hace lo que puede para mantener la tregua, pero son los armados [por insurrectos] quienes la violan cada d¨ªa lanzando morteros sobre los civiles y sobre los controles militares¡±, denuncia Mohamed Joumaa, hombre de negocios de 46 a?os que habita a escasos kil¨®metros de Awad, aunque en la zona gestionada por el r¨¦gimen.
La tregua ha permitido tambi¨¦n al Gobierno de Damasco avanzar en la iniciativa de reconciliaci¨®n nacional, y por lo tanto en despejar los remanentes de bolsas rebeldes encalladas en las urbes. En la ciudad de Homs, unos 300 rebeldes abandonar¨¢n el pr¨®ximo lunes el barrio de Al Waer, el ¨²nico de los 36 a¨²n custodiado por insurrectos. ¡°La tregua est¨¢ funcionando aqu¨ª, porque llevamos una semana sin francotiradores ni morteros¡±, asegura optimista al aparato desde Homs Hayat Awad, funcionaria en la cincuentena.
Y sin embargo, los 300 milicianos se dirigir¨¢n con sus armas y sus familias a la periferia de Idlib para seguir combatiendo, pero esta vez en campo abierto. El marido de Um Mohamed est¨¢ all¨ª apostado. Madre de cuatro, esta ama de casa vive en Ein el Baida, en la campi?a norte de Latakia, fronteriza con Turqu¨ªa. ¡°Los ni?os han pasado unas buenas fiestas [por el Eid el Adha, Fiesta del Sacrificio que tuvo lugar la pasada semana] sin bombardeos, pero ayer recomenzaron los aviones otra vez¡±, murmura al tel¨¦fono. Sus padres viven en la ciudad de Latakia cuna de los Asad y una de las pocas que ha logrado permanecer relativamente ajenas a la guerra. All¨ª los vecinos aprovechan los ¨²ltimos d¨ªas festivos para zambullirse en el mar o fumar una pipa de agua al atardecer.
En Damasco la tregua tampoco ha logrado desterrar el miedo de la poblaci¨®n. Aunque con menos frecuencia, los obuses rebeldes han seguido martilleando la ciudad. ¡°La gente sale y hace su vida, pero cada d¨ªa caen dos o tres. Uno de ellos mat¨® a una vecina durante el primer d¨ªa de Eid¡±, relata en una conversaci¨®n telef¨®nica desde damasco Ahmed M., estudiante de filolog¨ªa. Lejos de reducir la violencia, el flanco rebelde parece aprovechar la llamada tregua para lanzar nuevos ataques sobre posiciones de las tropas de el Asad. Los combates siguen activos en la periferia de Damasco, de Hama, de Homs, de Alepo as¨ª como en las ciudades de Quneitra y Deraa o en el Golan al sur del pa¨ªs. Este viernes, los habitantes de Damasco entraban en p¨¢nico cuando los rebeldes llegaron hasta la capital tras lanzar un ataque sorpresa desde Jubar (al este de la ciudad). Las tropas regulares tuvieron que enviar refuerzos y embarcarse en duros combates durante horas antes de lograr repeler la ofensiva.
Decepcionados de tanto la ONU como de Washington, a quienes tildan de aliados de conveniencia de Damasco, cada vez menos rebeldes diferencian Estados Unidos de Rusia. ¡°Todos buscan su propio inter¨¦s. A los sirios no nos queda m¨¢s opci¨®n que la v¨ªa militar¡±, resume pesimista Abu Al¨ª, oficial del Ej¨¦rcito Libre Sirio en Deraa.
Las ofensivas rebeldes aumentan debilitando la posici¨®n de Washington
Lejos de ser una excepci¨®n, las ofensivas rebeldes se multiplican desde el anuncio de la tregua. Ahrar el Sham y el Frente Fat¨¢ al Sham (antigua franquicia local de Al Qaeda) est¨¢n enviando efectivos a la campi?a de Hama. Al sur del pa¨ªs, en el Gol¨¢n, varias facciones rebeldes atacaban las posiciones del Ej¨¦rcito regular. Mientras que los terroristas del Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s), que al igual que Fat¨¢a al Sham han sido excluidos del acuerdo, aprovecharon para lanzar sendas ofensivas sobre la periferia de Palmira, en el centro del pa¨ªs, y sobre Deir Ezzor, al norte.
En una cadena de acusaciones mutuas, Rusia reprocha a Estados Unidos de no ser capaz de contener a las facciones rebeldes, mientras que ¨¦stas arremeten contra los norteamericanos a los que acusan de favorecer al Gobierno de El Asad. Un video ampliamente difundido en las redes sociales mostraba a milicianos rebeldes expulsando de la localidad de Al Rai, periferia de Alepo, a un supuesto convoy de fuerzas especiales norteamericanas. "Am¨¦rica no est¨¢ de nuestro lado. Son ellos quienes le han dado tiempo al r¨¦gimen para que cerquen Alepo", protesta al tel¨¦fono y desde Deraa Abu Al¨ª, oficial del Ej¨¦rcito Libre Sirio (ELS) de 59 a?os. Al igual que ¨¦l, numerosos insurgentes son de la opini¨®n de que es el r¨¦gimen el principal beneficiario de la tregua para ganar posiciones en el campo de batalla, tal y como hiciera durante la ¨²ltima tregua.Y sin embargo, la coalici¨®n liderada por Estados admite que puede haber bombardeado por error una posici¨®n del Ejercito sirio en la localidad de Deir Ezzor, matando a 62 soldados.
¡°No hay diferencia entre el ELS y las facciones revolucionarias islamistas, somos un mismo frente¡±, asegura el oficial, molesto con que Fat¨¢ el Sham sea tachada de grupo terrorista. Abu Al¨ª asegura que es corriente que una misma casa haya un hijo combatiendo en cada facci¨®n. Su unidad acaba de regresar de luchar a pocos kil¨®metros de la frontera con Jordania. ¡°Estamos cercados aunque no le importe al mundo. Ninguna organizaci¨®n m¨¦dica internacional est¨¢ presionando para que Aman deje salir a los heridos por la frontera. Ayer se nos murieron dos, mientras que antes de ayer 53 compa?eros heridos fueron tratados en Israel. As¨ª est¨¢n las cosas¡±, musita al aparato.
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