Otro arresto de guardias en Nueva York por una paliza refleja el problema de violencia en las c¨¢rceles
Uno de los funcionarios utiliz¨® las trenzas de la v¨ªctima como trofeo para decorar su motocicleta, seg¨²n la Fiscal¨ªa
La justicia estadounidense sigue ajustando cuentas en el caso de los abusos en las c¨¢rceles. Este martes tres guardias del correccional neoyorquino de Fishkill fueron arrestados por tratar de encubrir la paliza que propinaron hace tres a?os a un recluso. Uno de los funcionarios utiliz¨® las trenzas de la v¨ªctima como trofeo para decorar su motocicleta, de acuerdo con la acusaci¨®n de la fiscal¨ªa.
Es otro de los casos que refleja los problemas de violencia interna en el interior de las c¨¢rceles de EE UU. Esta semana tambi¨¦n un guardia de la prisi¨®n de Rikers Island admiti¨® ante un tribunal federal en Manhattan que hab¨ªa encubierto la brutal paliza que acab¨® con la vida del recluso Ronald Spear, tras recibir una patada en la cabeza. El funcionario Byron Taylor se enfrenta a 25 a?os de c¨¢rcel.
¡°Acepto mi responsabilidad por mis acciones¡±, dijo ante el tribunal. Byron Taylor redujo al preso con la ayuda de otro guarda mientras un tercero daba los pu?etazos y patadas hasta matarlo en el acto. El tr¨ªo de funcionarios explic¨® que el preso, que utilizaba un bast¨®n para poder caminar y que sufr¨ªa un problema de ri?¨®, les agredi¨®. Anthony Torres, otro de los guardas, ya se declar¨® culpable el a?o pasado.
Joseph Ponte, responsable del departamento de prisiones en Nueva York, asegura que va a haber tolerancia cero ante la conducta il¨ªcita del personal y advierte que cualquier abuso similar ser¨¢ debidamente sancionado. Los tres funcionarios detenidos este martes tambi¨¦n encubrieron su asalto. La v¨ªctima de la paliza en este caso se llama Kevin Moore, que tuvo que ser hospitalizado durante 17 d¨ªas.
Los oficiales bajo arresto son George Santiago, Crason Morris y Kathy Scott. La fiscal¨ªa les acusa de falsear su relato, de no respectar los derechos del detenido y de faltar a su obligaci¨®n de prestarle asistencia tras partirle varios huesos y colapsarle un pulm¨®n. Es otro entre el millar de casos denunciados en los ¨²ltimos a?os. Este tipo de abusos sol¨ªan investigarse como un asunto interno por los propios funcionarios.
Pero las autoridades est¨¢n tratando de tomar cartas en el asunto. Aunque insisten en que la mayor¨ªa de los oficiales de prisiones ejercen sus deberes con cuidado e integridad, la presi¨®n es cada vez mayor. La familia de Spears recibi¨® hace dos a?os una compensaci¨®n de 2,75 millones de d¨®lares por su muerte y esperan en que estas acciones permitan poner fin a estos asaltos en las c¨¢rceles.
Tambi¨¦n el viernes de la semana pasada, seis antiguos funcionarios de Rikers Island fueron sentenciados a entre cuatro y seis a?os y medio de presi¨®n por la brutal paliza al preso Jahmal Lightfoot en 2012. Este caso fue el permiti¨® destapar los problemas que arrastra este centro penitenciario, en el que est¨¢n recluidos 8.000 internos. El gobernador Andrew Cuomo lleg¨® a pedir su clausura.
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