Campamento contra la impunidad

El campamento de los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa se ha convertido en parte del paisaje urbano de la Ciudad de M¨¦xico. El plant¨®n sobre el Paseo de la Reforma est¨¢ compuesto por tiendas de campa?a y por lonas y pancartas con los rostros de los j¨®venes desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014. Todos los d¨ªas, los trabajadores de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica, la Fiscal¨ªa, entran a sus oficinas viendo el despliegue que prueba que para una parte de los mexicanos el caso que ha marcado al Gobierno de Enrique Pe?a Nieto est¨¢ lejos de estar resuelto.

En estos dos a?os, el campamento se ha formado para despu¨¦s desaparecer. Desde abril de este a?o se hizo sedentario con un solo prop¨®sito: el cese de Tom¨¢s Zer¨®n, el jefe de la Agencia de Investigaci¨®n Criminal (AIC), el encargado de la investigaci¨®n del caso Ayotzinapa. Los padres de las v¨ªctimas no han cre¨ªdo la verdad hist¨®rica, como el Gobierno llam¨® a la narrativa de los hechos que concluye que los estudiantes normalistas fueron secuestrados por el narcotr¨¢fico y despu¨¦s asesinados y sus restos incinerados en una pira.

Los padres perdieron toda la confianza en el funcionario despu¨¦s de ver un video que revel¨® que Tom¨¢s Zer¨®n estuvo en el r¨ªo San Juan, donde supuestamente fueron hallados los restos, un mes despu¨¦s de los hechos. El investigador estuvo acompa?ado de uno de los detenidos y presuntos responsables de la desaparici¨®n. En la diligencia se habr¨ªan cometido irregularidades y se pudieron haber sembrado pruebas, seg¨²n el grupo de expertos de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos, que revel¨® las im¨¢genes.

Los deudos de los 43 eligieron a Zer¨®n como el antagonista en la tragedia. Los familiares rompieron el di¨¢logo con la Fiscal¨ªa el 28 de agosto y amenazaron con no volver a la mesa hasta que Zer¨®n fuera destituido. El 14 de septiembre, doce d¨ªas antes del segundo aniversario de los hechos de Iguala, Zer¨®n present¨® su renuncia. Horas despu¨¦s, el presidente Pe?a Nieto lo nombr¨® en un cargo secundario dentro de la Comisi¨®n de Seguridad Nacional. Algunos consideraron la dimisi¨®n como un gesto del Gobierno hacia los padres. Pero estos no estuvieron satisfechos. ¡°Es imposible que premien a Zer¨®n despu¨¦s de lo que ha hecho¡±, se?al¨® Hilda Mart¨ªnez, madre de C¨¦sar Manuel Gonz¨¢lez, uno de los desaparecidos.

Muchas familias perdieron a sus hijos en aquella noche oscura de Iguala, donde tambi¨¦n murieron seis personas. Los padres, campesinos o peque?os comerciantes de localidades rurales de Guerrero, se volcaron desde entonces a la b¨²squeda de los normalistas. ¡°Seguiremos presionando y exigiendo la presentaci¨®n con vida de los 43 muchachos. Son seres que hacen falta en casa¡±, dijo Hern¨¢ndez, que antes de la noche fat¨ªdica era un ama de casa dedicada satisfecha pues sus dos hijos hab¨ªan dejado la casa para ir a estudiar. La tragedia la ha convertido en una activista que denuncia los vicios del sistema de justicia mexicano. En su nueva vida ha viajado para estar con los zapatistas y se ha reunido con las madres de los desaparecidos de Plaza de Mayo en Buenos Aires.

La presi¨®n parece haber surtido efecto. Tras la renuncia de Zer¨®n, cobra fuerza la versi¨®n que asegura que la Fiscal¨ªa est¨¢ desarrollando una investigaci¨®n interna contra el extitular de la AIC y otros peritos por supuestas irregularidades. Arely G¨®mez, la fiscal general, dijo recientemente que no descarta explorar nuevas l¨ªneas de investigaci¨®n y que est¨¢ dispuesta a volverse a sentar en la mesa de di¨¢logo con los padres.

Los abogados de los familiares de las v¨ªctimas, no obstante, le han hecho saber a las autoridades que no volver¨¢n a sentarse con ellos hasta que Zer¨®n sea castigado. ¡°Exigimos una resoluci¨®n sancionatoria a esa investigaci¨®n¡±, dijo Vidulfo Rosales, uno de los representantes legales de los padres, al d¨ªa siguiente de la renuncia de Zer¨®n.

La dif¨ªcil relaci¨®n entre los padres y las autoridades est¨¢ representada, al menos en la Ciudad de M¨¦xico, en el peque?o campamento a las afueras de la PGR. Cada noche que pasa con las tiendas de campa?a en pie recuerda que es un d¨ªa ganado por la impunidad.