Desaf¨ªos del nuevo jefe de la ONU: Siria y los abusos sexuales de los cascos azules
El asedio de Alepo, las denuncias contra las tropas internacionales y la reorganizaci¨®n de la Secretar¨ªa para incorporar mujeres marcar¨¢n los primeros meses del mandato de Ant¨®nio Guterres
El ¨²ltimo tir¨®n de orejas a Naciones Unidas ha llegado este jueves desde Estados Unidos. La ONG norteamericana Centro para Civiles en Conflicto concluye en un reporte que la misi¨®n de la ONU en Sud¨¢n del Sur (UNMISS) fracas¨® en la protecci¨®n de los civiles durante la escalada de violencia del pasado mes de julio. El enfrentamiento, sobre todo en la capital, Juba, entre partidarios del presidente Salva Kiir y del exvicepresidente Riek Machar, cost¨® la vida a m¨¢s de 300 personas, la mayor¨ªa no combatientes. El fervor desatado por los uniformados fue tal que llegaron incluso a atacar puestos de la UNMISS protegidos por cascos azules, sin que estos pudieran oponer resistencia. Tampoco lo hicieron en el hotel Terrain de Juba, ocupado por extranjeros y asaltado el 11 de julio por varias decenas de milicianos. Muri¨® un periodista local y varias mujeres fueron violadas. Es el pen¨²ltimo episodio de uno de los agujeros m¨¢s negros en el mandato del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon: la negligencia de los uniformados en misiones de paz.?
Negligencia como la que llev¨® a soldados nepal¨ªes desplegados en Hait¨ª tras el terremoto de 2010 a propagar el c¨®lera, epid¨¦mico en su pa¨ªs, a trav¨¦s del vertido de aguas residuales en un r¨ªo. Seis a?os despu¨¦s, el pasado mes de agosto, la ONU admiti¨® su responsabilidad en el estallido de la enfermedad, que ha causado la muerte a alrededor de 10.000 personas. La justicia estadounidense, no obstante, reafirm¨® la inmunidad de la organizaci¨®n ante una demanda de v¨ªctimas de la epidemia.
La retah¨ªla de casos de abusos cometidos por los cascos azules es y ha sido uno de los mayores quebraderos de cabeza de Ban. El surcoreano, que ser¨¢ relevado en el cargo previsiblemente por el ex primer ministro portugu¨¦s Ant¨®nio Guterres, ha llegado a calificar este esc¨¢ndalo de "c¨¢ncer" dentro de la organizaci¨®n. Un informe interno se?ala que solo durante el a?o 2015, la ONU hab¨ªa recibido un centenar de denuncias por abusos, la mayor¨ªa, 69, cometidos por personal civil, militar y policial de las misiones de paz. La palma se la lleva actualmente Rep¨²blica Centroafricana con decenas de casos de abusos sexuales a menores, muchos de ellos cometidos a cambio de dinero.
ONG como la estadounidense Aids Free World han demandado al secretario general no solo que frene estos casos sino tambi¨¦n la impunidad de los soldados. Ban ha llegado a alertar a los pa¨ªses que participan en las misiones que tomen medidas para investigar a sus militares o publicar¨ªa la informaci¨®n por pa¨ªs de las denuncias de peso hechas contra su personal en el terreno.
El expediente sirio
El diplom¨¢tico italo-sueco Staffan de Mistura asumi¨® la representaci¨®n especial en Siria en julio de 2014 de manos del argelino Lakhdar Brahimi. Los ¨¦xitos y, sobre todo, fracasos han sido similares. De Mistura ha logrado sentar sobre la misma mesa de Ginebra a los principales actores envueltos en el conflicto desde hace cinco a?os. Pero la soluci¨®n diplom¨¢tica sigue pasando por el di¨¢logo y acuerdo bilateral entre Estados Unidos y Rusia. As¨ª es como entr¨® en vigor el pasado 12 de septiembre el ¨²ltimo cese de hostilidades.
Entre los puntos de este pacto destacaba el desbloqueo de la ayuda humanitaria para la franja oriental de Alepo, controlada todav¨ªa por los rebeldes. Pese a los llamamientos de De Mistura, los convoys de ayuda cargados por la Media Luna Roja, bien por la resistencia del r¨¦gimen, bien por la obstaculizaci¨®n de los rebeldes, no lograron cruzar la frontera. El d¨ªa 18, el r¨¦gimen retom¨® los bombardeos.
Desde entonces, la pelota diplom¨¢tica est¨¢, una vez m¨¢s, en el tejado de Washington y Mosc¨², con la ONU en segundo plano. De Mistura, junto a su segundo, Ramzy Ezzeldin Ramzy y el asesor Jan Egeland informan con periodicidad del desastre humanitario en el que viven los cerca de 275.000 alepinos sitiados. Este jueves precisamente, De Mistura, quien ya ha afirmado que el asedio no tiene precedentes, ha vuelto a subir el tono al se?alar que el este de Alepo estar¨¢ destruido en dos meses. Los aviones del r¨¦gimen y Mosc¨² siguen no obstante bombardeando. M¨¢s de 300 personas han muerto en la provincia desde que fracasara el cese de hostilidades.
Mujeres al frente de la organizaci¨®n
El propio Guterres ha se?alado en la carrera final hacia la Secretar¨ªa General de la ONU que es "feminista", que hab¨ªa que dejar claros los plazos para que la organizaci¨®n alcance la paridad de g¨¦nero. Su propia elecci¨®n es un nuevo bofet¨®n para alcanzar este objetivo. Nunca una mujer comand¨® la organizaci¨®n en sus 60 a?os de vida, y todo apunta a que no lo har¨¢ en la pr¨®xima d¨¦cada. Ni siquiera el ¨²ltimo intento de abrir paso a una mujer al frente de la organizaci¨®n, el de Bulgaria con la candidatura de la vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea, Kristalina Georgieva, ha reunido apoyos suficientes.
La reconfiguraci¨®n de los mandos en la Secretar¨ªa General, que suelen ser renovados tras la llegada del nuevo jefe, es una buena oportunidad para que el portugu¨¦s predique con el ejemplo. Seg¨²n apunta Aids Free World, que audita la gesti¨®n de la ONU y su personal, solo 17 de los 79 vicesecretarios generales de la organizaci¨®n en el mandato de Ban son mujeres.
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