Origen patrio o expansi¨®n colonial
Un repaso por los manuales de historia de Espa?a revela c¨®mo los temas sobre Am¨¦rica ocupan una media de entre seis y ocho p¨¢ginas sobre una media de 400
El quinto centenario de la Conquista de Nueva Espa?a est¨¢ a la vuelta de la esquina y con total seguridad asistiremos a acalorados debates en torno a las implicaciones hist¨®ricas de este archiconocido episodio, tan controvertido como esencial para las historias de M¨¦xico y Espa?a. Una de las cuestiones que se deber¨¢n abordar con motivo de las reflexiones y conmemoraciones es la imagen que tienen los ciudadanos de ambos pa¨ªses sobre esta historia, narrada habitualmente como un drama presidido por las figuras Cort¨¦s, la Malinche y Moctezuma.?
Desde los debates sostenidos con motivo del llamado en los c¨ªrculos oficiales Quinto Centenario del Descubrimiento, han sido varias las series televisivas, pel¨ªculas o libros divulgativos los que han difundido determinadas versiones de la conquista entre el gran p¨²blico. Sin embargo, para encontrar el medio masivo m¨¢s eficaz a la hora de darle forma a los estereotipos e im¨¢genes sobre la Conquista, debemos acudir a las aulas. En concreto, a los manuales de historia que desde hace m¨¢s de 100 a?os han tratado de generar identificaciones nacionales, regionales o locales en los j¨®venes estudiantes de primaria y secundaria.
En Espa?a, los libros de texto de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas han mantenido la tradici¨®n iniciada ya por los manuales de la Restauraci¨®n y el franquismo, centrando sus apartados sobre Am¨¦rica en hablar de la empresa colonial espa?ola en t¨¦rminos generalistas, trat¨¢ndola como un ap¨¦ndice final de la historia nacional espa?ola de la Edad Moderna. Un repaso por los manuales de historia nacional producidos por las principales editoriales escolares durante los ¨²ltimos a?os nos revela c¨®mo los temas sobre Am¨¦rica ocupan una media de entre seis y ocho p¨¢ginas sobre una media total de unas 400 p¨¢ginas, habiendo incluso algunos que no llegan a mencionar los hechos americanos. En este sentido, la Conquista de M¨¦xico ocupa de media una o dos frases en el p¨¢rrafo que suele narrar la ocupaci¨®n del continente, con algunas excepciones como algunos manuales de Vicens Vives que le dedican tres p¨¢rrafos, centr¨¢ndose en el car¨¢cter cruel y heroico de Cort¨¦s y en las batallas disputadas contra la ¡°civilizaci¨®n azteca¡±.
Se trata por tanto de un tratamiento completamente marginal, supeditado al relato de una historia colonial cuyo objeto ¨²ltimo es Espa?a. Adem¨¢s de esta menci¨®n, M¨¦xico solo suele aparecer nombrado en una frase en las dos p¨¢ginas de media que cuentan las independencias americanas. Tanto el pa¨ªs norteamericano como el resto de Am¨¦rica Latina desaparecen del relato de la historia contempor¨¢nea, tanto en los manuales de historias nacionales como universales.?
Al otro lado del atl¨¢ntico, en M¨¦xico, los libros de historia han seguido una l¨®gica parecida a los de Espa?a. En los setenta, incluso en los ochenta eran m¨¢s narrativas aleg¨®ricas ensalzando la grandeza del pasado ind¨ªgena frente al hispano, y celebrando la resistencia que Aztecas y Mayas ofrecieron ante los conquistadores. Esto ha marcado una tendencia, que recoge en las d¨¦cadas siguientes, de incluir en los libros de textos el fen¨®meno de la conquista de M¨¦xico en un bloque espec¨ªfico contando con una media de 30 p¨¢ginas sobre 194.?En los noventa, hasta Vicente Fox y Felipe Calder¨®n, se hablaba de conquista y colonizaci¨®n. A partir de 2009 se eliminan estos t¨¦rminos y se habla de encuentro. Se pas¨® a hablar de virreinato como forma de gobierno. Ya no hubo conquista, sino ¡°encuentro de dos mundos¡±. La pol¨¦mica surgida oblig¨® al gobierno de Pe?a Nieto a manifestar que dar¨ªa fin a estos cambios y que incorporar¨ªa los t¨¦rminos anteriores, pero no se han incorporado a d¨ªa de hoy.
Como podemos ver existe un marcado contraste cuantitativo y cualitativo en el tratamiento que se le dedica a la conquista en ambos pa¨ªses, debido principalmente a las respectivas orientaciones nacionalistas que imperan en las historias escolares: si para M¨¦xico este episodio forma parte esencial del origen patrio, en los relatos espa?oles tanto el pa¨ªs como el resto de Am¨¦rica aparecen como objeto de expansi¨®n colonial, como un sub-apartado que complementa y le da relieve a la narrativa nacional. En ambos casos se trata de una historia plana que se presenta como una sucesi¨®n de hechos en los que no se problematizan los acontecimientos manteniendo los contenidos enciclopedistas, abigarrados y densos en donde priman los nombres y las fechas. El quinto centenario, m¨¢s que como vor¨¢gine de celebraciones o denuncias irreflexivas, podr¨ªa servir para abrir una genuina reflexi¨®n p¨²blica sobre el pasado compartido y aplicarla a pensar los problemas y retos que presidir¨¢n el futuro de las nuevas generaciones en M¨¦xico, Espa?a y el mundo Atl¨¢ntico.
Rodrigo Escribano Roca y David Montero P¨¦rez son investigadores y docentes del Instituto Universitario de Investigaci¨®n en Estudios Latinoamericanos, IELAT, en Alcal¨¢ de Henares (Madrid).
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