Obama busca una victoria en Mosul antes del cambio en la Casa Blanca

Estados Unidos coordina una coalici¨®n de 19 pa¨ªses que apoyan a las fuerzas de seguridad iraqu¨ªes en su campa?a para expulsar al ISIS de Mosul, su mayor feudo en Irak. El Pent¨¢gono apoyar¨¢ desde el aire a las tropas iraqu¨ªes y tribus sun¨ªes, pero se desconoce el alcance de su participaci¨®n sobre el terreno. ¡°Este es un momento decisivo en la campa?a para asestar al ISIS una derrota duradera¡±, declar¨® el domingo el secretario de Defensa, Ash Carter, al iniciarse la ofensiva para arrebatar la ciudad a los extremistas.

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El Gobierno de Obama ha reforzado el despliegue militar en Irak en la antesala de la batalla por Mosul, ampliando a m¨¢s de 5.000 militares su contingente en ese pa¨ªs.

El portavoz del Pent¨¢gono, Peter Cook, explic¨® este lunes que los uniformados, entre los que hay soldados de ¨¦lite, tienen ¡°una variedad de responsabilidades¡± dentro de su funci¨®n de asesorar y ayudar a las tropas iraqu¨ªes con informaci¨®n log¨ªstica y de inteligencia.

El portavoz insisti¨® en que es una operaci¨®n liderada por las autoridades de Bagdad, pero admiti¨® que los soldados estadounidenses pueden verse envueltos en ¡°situaciones de peligro¡± y evit¨® comentar si podr¨ªan llegar a entrar en la ciudad de Mosul.

Washington ha repetido como un mantra que sus militares no combatir¨¢n sobre el terreno. Esa es la l¨ªnea roja marcada por el presidente Obama en la ofensiva contra el ISIS, iniciada en agosto de 2014. Es un contraste con el despliegue masivo de tropas en la invasi¨®n de Irak en 2003, que no logr¨® estabilizar el pa¨ªs y en la que murieron m¨¢s de 4.000 soldados norteamericanos.

Mosul es un s¨ªmbolo de los peligros de cualquier intento de la primera potencia mundial de estabilizar Irak. Fue la inesperada conquista de la ciudad por parte del Estado Isl¨¢mico en junio de 2014 lo que llev¨® a Obama a volver a enviar tropas estadounidenses a ese pa¨ªs. El presidente dem¨®crata hab¨ªa retirado en 2011 todos los soldados de Irak tras llegar a la Casa Blanca prometiendo acabar con las guerras de su predecesor, el republicano George W. Bush.

Una huida humillante

Los yihadistas se hicieron con Mosul despu¨¦s de que soldados iraqu¨ªes lanzaran al suelo sus armas, se despojaran de sus uniformes y huyeran. La escena caus¨® humillaci¨®n en Washington despu¨¦s de haber invertido en la ¨²ltima d¨¦cada decenas de miles de millones de d¨®lares en entrenar y equipar al Ej¨¦rcito de Bagdad.

En la invasi¨®n de 2003, EE UU logr¨® controlar Mosul con poca dificultad, pero al poco tiempo la ciudad se convirti¨® en una base de la insurgencia sun¨ª de Al Qaeda, de la que nacer¨ªa el ISIS. El general David Petraeus, entonces m¨¢ximo responsable militar estadounidense, la puso como un ejemplo del fracaso de apaciguar la tensi¨®n sectaria al no integrar en el nuevo Irak a sun¨ªes y seguidores del r¨¦gimen de Sadam Husein.

Mosul, de mayor¨ªa sun¨ª, es ahora un term¨®metro para evitar fricciones sectarias. Y tambi¨¦n es la mayor prueba para Washington sobre su capacidad de derrotar al grupo yihadista. En febrero de 2015, el Pent¨¢gono anunci¨® que el asalto a la ciudad se iniciar¨ªa en mayo de ese a?o. El anuncio levant¨® ampollas y revel¨® una pugna sobre el tempo contra el ISIS. EE UU evita ahora cualquier atisbo de triunfalismo y se impone la cautela. Se limita a pronosticar que la ofensiva en Mosul ser¨¢ dif¨ªcil y durar¨¢ semanas.