Los recortes ponen a los cient¨ªficos argentinos en pie de guerra
Un estudio hecho por un investigador alerta acerca de una reducci¨®n de 400 millones de d¨®lares
El cambio de gobierno en Argentina ha pasado la escoba en todos los ministerios menos en uno. La administraci¨®n de Mauricio Macri decidi¨® mantener en su cargo a Lino Bara?ao al frente de la cartera de Ciencia y Tecnolog¨ªa de la Naci¨®n (MinCyT) en reconocimiento a una gesti¨®n que, entre otras cosas, ha repatriado a m¨¢s de 1.000 cient¨ªficos e increment¨® en 9.000 la cantidad de recurso humano dedicado a la investigaci¨®n en ciencia, que en 2003 contaba apenas con 3.000 personas. No obstante, lleg¨® el momento de discutir las partidas para 2017 y la armon¨ªa se resquebraj¨®: la partida propuesta es de 13.957 millones de pesos (930 millones de d¨®lares), pero los especialistas aseguran que se necesitan no menos de 19.400 millones (1.293 millones de d¨®lares).
Seg¨²n el proyecto que el poder ejecutivo envi¨® al Congreso Nacional para dise?ar el presupuesto del a?o entrante, la reducci¨®n para el MinCyT ser¨¢ de unos 6.000 millones de pesos (400 millones de d¨®lares) menos que en 2015 y unos 14.000 millones menos que en 2014 (casi un mill¨®n de d¨®lares). Se trata de un recorte hist¨®rico para la cartera en relaci¨®n a lo invertido durante los ¨²ltimos 7 a?os. Un trabajo comparativo del presupuesto para el MinCyT hecha por Fernando Stefani, cient¨ªfico del Departamento de F¨ªsica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), da cuenta de que la fracci¨®n del gasto total asignado para esa cartera vari¨® entre el 0,7% y el 0,8% del presupuesto entre 2009 y 2015, en 2016 fue reducida al 0,65% y para 2017 lo llevar¨ªan a un 0.59%, el n¨²mero m¨¢s bajo para esta cartera desde su creaci¨®n a fines de 2007.
El presupuesto del MinCyT se divide entre los gastos operativos del propio ministerio, la Comisi¨®n Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y el Consejo Nacional de Investigaciones Cient¨ªficas y T¨¦cnicas (CONICET). El presupuesto de CONICET present¨® un crecimiento importante hasta 2013. Se mantuvo pr¨¢cticamente constante hasta 2015 y se redujo en un 26% en 2016. Para 2017 se plantea mantener el mismo nivel que en 2016. Se trata de una partida que merece un an¨¢lisis aparte dado que su planta de personal (principalmente investigadores y becarios) aument¨® considerablemente durante este per¨ªodo y, por otra parte, una fracci¨®n mayoritaria de su presupuesto se destina a salarios. El sueldo promedio de CONICET en 2016 es de 19.500 pesos (1.300 d¨®lares).
¡°Concretamente, este presupuesto significa discontinuar programas plurianuales cient¨ªficos y de innovaci¨®n, embargando los beneficios futuros fruto de la generaci¨®n de conocimiento y desperdiciando de la inversi¨®n realizada. La formaci¨®n de un doctor en ciencias es un proceso que lleva al menos 5 a?os. El fruto de nuevas investigaciones de alto nivel se concreta, en promedio, luego de 10 a?os. Y que un hallazgo cient¨ªfico con potencial econ¨®mico alcance el mercado comercial requiere de t¨ªpicamente tiempos de 15 a?os o m¨¢s¡±, opina Stefani.
El investigador se muestra preocupado porque ¡°el presupuesto 2017 no permite ninguna recuperaci¨®n de poder adquisitivo". "Esto repercute en la calidad y desempe?o de su personal e impulsa una nueva fuga de cerebros. Es importante comprender que el mercado laboral de los cient¨ªficos es global. Si el mercado laboral local no ofrece posibilidades, es simple para los cient¨ªficos encontrar oportunidades interesantes en el extranjero. De hecho, las potencias econ¨®micas y cient¨ªficas (como EEUU y Alemania) basan su productividad cient¨ªfica e innovadora en gran medida en la importaci¨®n de cerebros. Las condiciones actuales y previstas para 2017 promueven una selecci¨®n negativa, donde lo m¨¢s j¨®venes y brillantes se vean impulsados a dejar el pa¨ªs para desarrollar sus carreras en el exterior, generando conocimiento y beneficios en otros pa¨ªses, indirectamente financiado por el estado argentino¡±, explica.
La preocupaci¨®n lleg¨® a los o¨ªdos de la comunidad educativa y desde la facultad de Ciencias Exactas de la UBA ya han recogido 28.000 firmas para que el Congreso Nacional tome cartas en el asunto. Sandra Castro y Omar Perotti, presidentes de las comisiones de ciencia y tecnolog¨ªa en las c¨¢maras de Diputados y Senadores, respectivamente, ya han mostrado su preocupaci¨®n y se comprometieron a dar debate en las discusiones sobre presupuesto. ¡°Estamos preocupados pero no angustiados¡± dijo Bara?ao al diario Clar¨ªn y en el Gobierno sostuvieron que, en relaci¨®n al presupuesto general, ¡°la ciencia no est¨¢ en una situaci¨®n de riesgo¡±. El ministro se encuentra en un viaje programado a la caza de capitales que lleguen desde el extranjero, antes que los cient¨ªficos vayan a por ellos.
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