Reino Unido vota los esca?os del dimitido Cameron y la asesinada Jo Cox

Este jueves los votantes de Witney eligen al sustituto de Cameron, y los de Batley and Spen rellenar¨¢n el vac¨ªo que dej¨® en Westminster la muerte de Cox. La doble contienda, al margen de la importancia simb¨®lica de las personas a remplazar, ofrece un microcosmos de las tensiones que se han apoderado de la pol¨ªtica brit¨¢nica tras el refer¨¦ndum del 23 de junio.

Jo Cox fue asesinada a pu?aladas y tiros por un vecino que se identific¨® ante el juez con las palabras ¡°muerte a los traidores, libertad para Gran Breta?a¡±. Su muerte, en la recta final de la campa?a, provoc¨® una llamada generalizada a moderar el violento tono que hab¨ªa adquirido el debate europeo y a enarbolar los valores de tolerancia y unidad que la joven diputada hab¨ªa convertido en su causa pol¨ªtica. Cox luch¨® con pasi¨®n por la permanencia en la UE, pero siete d¨ªas despu¨¦s de su asesinato los votantes de Batley and Spen optaron mayoritariamente por el Brexit en el refer¨¦ndum (55% a 45%). Todo indica, sin embargo, que en esta regi¨®n obrera del norte de Inglaterra ganar¨¢ hoy una candidata tan europe¨ªsta como ella.

La circunscripci¨®n de Witney, por su parte, constituye una rareza: fue de las pocas zonas rurales que vot¨® por la permanencia (54% a 46%). Pero hoy, si las encuestas no se equivocan, los habitantes de esta acomodada zona del suroeste de Inglaterra, votar¨¢n mayoritariamente al partido que llev¨® al pa¨ªs a salir del Europa.

En Witney la lucha es por el segundo puesto. En estos pueblos buc¨®licos de los Cotswolds hay tambi¨¦n un s¨®lido voto antitory, que se disputar¨¢n los laboristas y los liberal dem¨®cratas. Los primeros necesitan conservar su segunda posici¨®n para demostrar que el proyecto radical de Jeremy Corbyn no es el suicidio electoral que denuncian sus cr¨ªticos. Los liberal dem¨®cratas, por su parte, se han entregado a fondo en la campa?a por una circunscripci¨®n donde quedaron cuartos en 2015, por detr¨¢s del UKIP. El l¨ªder, Tim Farron, y el ex vice primer ministro Nick Clegg han recorrido las casas pidiendo el voto. Esta elecci¨®n parcial ser¨¢ un campo de pruebas de su estrategia de regresar a la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica a base de capitalizar el sentimiento europe¨ªsta.

El resultado en Witney tambi¨¦n tendr¨¢ importantes lecturas para los tories, que ganaron con un 60% de los votos en 2015. A pesar de que, en una imagen ins¨®lita, David Cameron y Theresa May acudieron juntos a hacer campa?a con el candidato local, nadie niega el distanciamiento entre ambos tras los ¨²ltimos movimientos de May. El propio Nick Clegg, en su vista a Witney durante la campa?a, declar¨® que su exsocio David Cameron debe de sentirse ¡°humillado¡± por la manera en que su sucesora ha destrozado su legado. Los votantes que eligieron desde 2001 a Cameron, al frente de un proyecto m¨¢s proeuropeo y liberal, mostrar¨¢n hoy en las urnas si tambi¨¦n apoyan los postulados m¨¢s nacionalista y los flirteos con la xenofobia que est¨¢ dibujando su sucesora.

En la de Batley and Spen, la primera elecci¨®n que se celebra por el asesinato de un diputado desde 1990, hay menos en juego. Los principales rivales ¨Ctories, liberal dem¨®cratas, verdes y UKIP- se negaron a utilizar la tragedia para aumentar su presencia parlamentaria y dejaron v¨ªa libre al Partido Laborista. Eso no significa que su candidata, una popular actriz de teleseries que fue amiga de Cox, carezca de rivales. Tracy Brabin se enfrentar¨¢ a nueve candidatos de formaciones marginales, muchas de ellas de la ultra derecha xen¨®fobas, que no retiraron sus candidaturas.

Adem¨¢s de actriz en populares series como EastEnders, Brabin es militante del partido y sindicalista dese hace m¨¢s de 20 a?os. Vot¨® por Corbyn en la primera contienda por el liderazgo laborista, pero le retir¨® su apoyo en la segunda. Cox, por su parte, fue una de los diputados que nomin¨® al veterano socialista para permitir que concurriera a la primera contienda, pero se arrepinti¨® p¨²blicamente y no vot¨® por ¨¦l.

Asegura Brabin que fue la propia Cox, un d¨ªa haciendo campa?a juntas por el barrio, quien le dijo que ser¨ªa una buena diputada. El tr¨¢gico destino ha querido que est¨¦ a punto de serlo, precisamente en el esca?o que dej¨® vac¨ªo su amiga. ¡°Espero empezar con buen pie¡±, dec¨ªa en una entrevista en The Guardian, ¡°y construir sobre el legado de Jo¡±.