Hollande cede tras las protestas de polic¨ªas en servicio y armados
Una salvaje agresi¨®n a cuatro agentes desata una ola de manifestaciones ilegales por toda Francia
Cuando la polic¨ªa se enfada en Francia, tiemblan los cimientos del Estado. Sean o no legales sus protestas, el Gobierno cede. Acaba de ocurrir de nuevo estos d¨ªas. El brutal ataque a una patrulla policial el pasado 8 de octubre cerca de Par¨ªs, con un agente de 28 a?os a¨²n en coma, ha dado pie a manifestaciones nocturnas de miles de polic¨ªas, en muchos casos de servicio, con armas, con los rostros cubiertos y con las sirenas de sus coches encendidas. Lejos de abrir expedientes sancionadores, el Ejecutivo dice entenderlos y se presta a ceder en todas sus reivindicaciones.
La salvaje agresi¨®n se registr¨® en la localidad de Viry-Ch?tillon, en un barrio que los franceses denominan ¡°sensible¡±, es decir, conflictivo y con elevada delincuencia. Dos polic¨ªas que vigilaban dentro de un coche patrulla unas c¨¢maras de vigilancia fueron agredidos con c¨®cteles molotov y piedras. Lo mismo ocurri¨® con otros dos compa?eros que acudieron en su auxilio.
El lunes pasado por la noche, unos 400 polic¨ªas se concentraron en plena avenida de los Campos El¨ªseos. Portaban brazaletes identific¨¢ndose como agentes y muchos se cubr¨ªan la cara con pa?uelos. Junto con los destellos de los coches patrulla a su lado, la escena cre¨® estupor, desconcierto y miedo entre los viandantes, en su mayor¨ªa turistas.
Convocados por mensajes telef¨®nicos o el boca a boca, protestas similares se registraron en otras zonas cercanas a Par¨ªs, apoyadas por los poderosos sindicatos de la polic¨ªa. Sus reivindicaciones: revisar la legislaci¨®n de defensa leg¨ªtima, aumento de plantillas y mejora de los medios y armamento.
El director general de la Polic¨ªa, Jean-Marc Falcone, advirti¨® de la ilegalidad de las protestas y amenaz¨® con expedientes sancionadores. La respuesta fue m¨¢s manifestaciones nocturnas en las que a las conocidas exigencias se sum¨® la de la dimisi¨®n de Falcone y la del ministro del Interior, Bernard Cazeneuve. Los sindicatos, adem¨¢s, han convocado una gran manifestaci¨®n el d¨ªa 26 y huelgas (ilegales) de celo.
La noche del jueves y la madrugada de este viernes han registrado las protestas m¨¢s numerosas en Lyon (800 polic¨ªas), Par¨ªs (500), Marsella, Grenoble, Toulouse o Burdeos. En la capital, otros polic¨ªas tuvieron que interrumpir marchas de individuos armados que se dirig¨ªan al palacio presidencial del El¨ªseo y al vecino Ministerio del Interior,
Ante la oleada, el Ejecutivo ha puesto en marcha la m¨¢quina del apaciguamiento, que ha consistido en la cesi¨®n en todos los frentes. El presidente Fran?ois Hollande ha ofrecido ¡°una respuesta inmediata¡± a las reivindicaciones tras elogiar el trabajo policial bajo ¡°una presi¨®n considerable¡±. El primer ministro, Manuel Valls, apuesta por ¡°el di¨¢logo¡±. Y el propio Falcone se ha olvidado de las sanciones y pide ¡°propuestas¡± a los sindicatos.
M¨¢s de la mitad del contenido de la carta del ministro del Interior? es una retah¨ªla de alabanzas
La guinda la ha puesto este mismo viernes el ministro Cazeneuve con una carta enviada a los sindicatos policiales. No solo no hay cr¨ªticas a las acciones ilegales de los agentes ni menci¨®n a potenciales sanciones, sino que m¨¢s de la mitad del contenido de tres folios es una retah¨ªla de alabanzas y elogios a los agentes.
¡°Comprendo vuestra ira. Al igual que yo, los franceses comprueban las condiciones agotadoras en las que cumpl¨ªs vuestra misi¨®n. M¨¢s que nunca, Francia necesita a sus polic¨ªas y gendarmes para protegerla. Ustedes piden respeto y nosotros se lo debemos. Ustedes piden medios y nosotros se los damos. Ustedes piden apoyo y ese apoyo lo tienen reconocido¡±.
Dicho y hecho, el ministro promete que habr¨¢ 9.200 polic¨ªas m¨¢s en dos a?os, m¨¢s dinero, un an¨¢lisis con los sindicatos sobre las condiciones de trabajo y alojamiento y la renovaci¨®n de armas y veh¨ªculos.
El a?o pasado, resultaron heridos 12.388 polic¨ªas. En este a?o, y solo durante las protestas contra la reforma laboral, resultaron heridos centenares de ellos, aunque tambi¨¦n fueron denunciados casos de abusos contra los manifestantes. El hecho m¨¢s grave ocurri¨® en junio, cuando un matrimonio de funcionarios de polic¨ªa fue asesinado a cuchilladas ante su hijo por un islamista radical en Magnanville, al oeste de Par¨ªs.
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