El primer triunfo de Simeone en casa del Barcelona, dos goles con tres disparos y una dedicatoria emotiva: ¡°Hoy era el cumplea?os de mi padre¡±
El t¨¦cnico del Atl¨¦tico elogia la capacidad de su equipo para sufrir y admite que el Barcelona por ocasiones ¡°mereci¨® m¨¢s¡±
Tres disparos a puerta y dos goles para que Diego Pablo Simeone, despu¨¦s de 17 visitas al Barcelona, lograra su primera victoria y diera un golpe de mano a la Liga. Emboc¨® Sorloth el contragolpe empujando a puerta vac¨ªa el centro de Molina y Simeone sali¨® corriendo como un poseso a la montonera que hab¨ªan formado sus futbolistas bajo el que engulleron al noruego. No pod¨ªa ser de otra manera. Un triunfo al contragolpe que sit¨²a al Atl¨¦tico como l¨ªder con tres puntos de ventaja y un partido menos que el Bar?a. El j¨²bilo del Atl¨¦tico contrastaba con la imagen de los jugadores del Barcelona, desparramados por la hierba, tumbados sobre el c¨¦sped, tan derrotados como incr¨¦dulos. Se toparon con un gran Oblak y el und¨¦cimo gol en el descuento del Atl¨¦tico para la duod¨¦cima victoria consecutiva de Simeone y sus futbolistas. El Cholo cant¨® con sus jugadores en el vestuario para celebrar una hist¨®rica y emotiva victoria.
¡°Estoy contento por el resultado, por el esfuerzo, por la nobleza y humildad para sufrir y defender ante un equipo que genera muchas jugadas de gol. Hasta el gol fueron muy superiores, pero nos dimos cuenta que su energ¨ªa empezaba a bajar y circulando m¨¢s la pelota empezamos a percibir que pod¨ªamos meternos en el partido¡±, analiz¨® Siemeone. El t¨¦cnico ten¨ªa una dedicatoria clara. ¡°Hoy era el cumplea?os de mi padre, que falleci¨® hace dos a?os. Es un regalo bueno y le doy las gracias a los jugadores por ello¡±, prosigui¨® un emocionado Simeone. ¡°Los cambios nos dieron fuerza, el gol fue una jugada exquisita, de contragolpe, y nos dio un partido en el que ellos, por situaciones, merecieron un poco m¨¢s¡±, abund¨® el Cholo.
No hab¨ªan pasado ni cinco minutos cuando Simeone se encamin¨® furioso hacia el banquillo para despojarse del plum¨ªfero largo que le proteg¨ªa por debajo de las rodillas. El preparador argentino parec¨ªa tan agobiado como sus propios futbolistas, incapaces de escapar de la agobiante y atrevida presi¨®n del Bar?a. Durante la semana, Simeone hab¨ªa insistido en la necesidad de jugar a uno o dos toques y de ser precisos. Tan claro ten¨ªa el Cholo que Flick no renunciar¨ªa a su osado libreto que medit¨® hasta ¨²ltima hora alinear a Koke en vez de al ingl¨¦s Conor Gallagher. Finalmente, el t¨¦cnico del Atl¨¦tico opt¨® por colocar el centro del campo del que m¨¢s parece fiarse, con el ingl¨¦s, Barrios, De Paul y Giuliano. Un equipo pensado para tratar de romper la adelantada l¨ªnea defensiva azulgrana jugando al espacio. Imposible sin ligar al menos dos pases para desesperaci¨®n de Simeone, que contemplaba c¨®mo sus jugadores eran rodeados y asfixiados.
La imposibilidad para salir de cada emboscada dibuj¨® uno de tantos partidos que ha protagonizado el Atl¨¦tico en sus visitas a Barcelona. Las diecisiete ocasiones en las que Simeone no ha logrado ganar en Barcelona se jugaron la mayor¨ªa bajo ese guion. As¨ª que el Atl¨¦tico se acost¨® en la frontal del ¨¢rea de Oblak para aguantar el chaparr¨®n. El meta esloveno visti¨® un naranja chill¨®n, como si hubiera intuido que el foco iba a recaer sobre su figura. As¨ª ser¨ªa en el tramo final, cuando ataj¨® dos remates francos de Raphinha y Lewandowski.
El sistema defensivo del Atl¨¦tico empezaba a resquebrajarse por el medio, con Gavi y Pedri situ¨¢ndose a la espalda de Griezmann y Juli¨¢n Alvarez. Fueron indetectables en el arranque y desde ah¨ª comenzaron a cargar el juego para que Raphinha tratara de ensa?arse con Javi Gal¨¢n. Flick tuvo claro d¨®nde estaba el lado d¨¦bil del encastillamiento del Atl¨¦tico. Fue el brasile?o, orillado al flanco diestro, el que inici¨® la descarga del Bar?a por el ¨¢rea de Oblak. Un disparo suyo lo sac¨® Gallagher bajo palos. Lo que sigui¨® fue un torrente de centros laterales que embotaron al Atl¨¦tico bajo las barbas de Oblak. El esloveno tuvo que endurecer las manos para repeler un duro disparo de I?igo Mart¨ªnez.
La visceral oleada del Bar?a propici¨® que el primer amago de ataque del Atl¨¦tico se diera pasado el primer cuarto de hora. Fue con un cambio de juego de Gallagher para intentar aprovechar la velocidad de Giuliano. Fue una luz en medio del p¨¢ramo, una se?al de por d¨®nde pod¨ªa encontrar el equipo de Simeone la manera de estirarse.
Sucedi¨® cuando el Atl¨¦tico parec¨ªa que se asentaba e incluso parec¨ªa c¨®modo defendiendo tanto centro lateral. Se le vino abajo el dique al Atl¨¦tico por ese agujero que ya hab¨ªan tanteado Gavi y Pedri en el arranque del duelo. El canario perfor¨® por el medio dos l¨ªneas y ejecut¨® a Oblak tras la dejada involuntaria de Gavi. El Cholo baj¨® la cabeza y fue a sentarse al banco rumiando que a su equipo le abrieran en canal.
Pudo cerrar el partido Raphinha, al que Simeone contempl¨® c¨®mo romp¨ªa por el medio en velocidad. Su vaselina aprovechando el bote del bal¨®n cay¨® sobre el larguero de Oblak. Se salv¨® el Atl¨¦tico y justo despu¨¦s entre Juli¨¢n Alvarez y De Paul ligaron esa jugada que permiti¨® al Atl¨¦tico salir vivo de Montju?c. Incluso Barrios tuvo el 1-2 en una p¨¦rdida de Casad¨® ante Juli¨¢n Alvarez que el argentino aprovech¨® para dejar al canterano mano a mano con I?aki Pe?a. Simeone no dio cr¨¦dito a que el chico no pudiera definir mejor. Hubiera supuesto doblar la eficacia. Dos disparos a puerta, dos goles. Sorloth lo hizo al tercero. ¡°Me pone contento por ¨¦l, ha sabido asumir su rol¡±, concluy¨® el Cholo.
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