Una ind¨ªgena a la presidencia
Los zapatistas regresan a la arena nacional y su candidata buscar¨¢ algo m¨¢s importante que obtener un cargo: evitar que el pa¨ªs excluya a quienes lo fundaron
La democracia es m¨¢s un anhelo que una realidad, sobre todo si sucede en M¨¦xico. Durante siete d¨¦cadas sobrellevamos al candidato del Partido Oficial. Cuando finalmente hubo elecciones confiables y vigiladas, gan¨® el peor. En tiempos del PRI, las elecciones eran como un hip¨®dromo donde triunfaba un solo caballo. A partir de la alternancia de 2000, pasamos a un hip¨®dromo al rev¨¦s, donde gana el m¨¢s lento. ?Falla el sistema o los electores? ?Tanto tiempo de desconfiar en los resultados hace que votemos por error?
La respuesta es menos esot¨¦rica de lo que parece. Hoy en d¨ªa contamos con diez partidos pol¨ªticos dispuestos a usufructuar una de las m¨¢s estimulantes "ventanas de oportunidad" del siglo XXI, la administraci¨®n de los conflictos. ?Para qu¨¦ resolver problemas si pueden industrializarse? El Partido Verde es el que mejor ha entendido el negocio: puede ser multado con 40 millones de d¨®lares sin que esto limite su actuaci¨®n; al contrario, se trata de un incentivo para mantener la atribiliaria conducta que le otorga hasta el 7% de la votaci¨®n.
Con un monto anual de 250 millones de d¨®lares para campa?as y gastos ordinarios, los partidos son un negocio may¨²sculo. Esta cifra no pasa por un control externo: los beneficiarios se la asignan a s¨ª mismos. La ideolog¨ªa que une a todos los partidos es la de la kerm¨¦s. Quien tiene m¨¢s boletos para la rifa, saca m¨¢s premios.
No es necesario postular a gente impecable: Guillermo Padr¨¦s del PAN y Javier Duarte del PRI, que ahora son pr¨®fugos de la justica, fueron electos como gobernadores.
?Qu¨¦ papel juega la izquierda en la partidocracia? El PRD no ha sido ajeno a la corrupci¨®n ni a la impunidad. Bajo su gobierno se han cometido atrocidades como la desaparici¨®n forzada de los 43 estudiantes normalistas en Guerrero o las fosas comunes de Tetelcingo, Morelos. El otro partido de izquierda, Morena, tiene credenciales m¨¢s limpias porque ha gobernado menos, pero ya presenta casos como el de Pedro Pablo de Atu?ano, subordinado de Ricardo Monreal, delegado de Cuauht¨¦moc, que fue detenido con 600 mil pesos en efectivo. L¨®pez Obrador, l¨ªder de Morena, es un caudillo de viejo cu?o ajeno a las renovaciones liberales. Notable en la impuganci¨®n, tiene pocas cualidades de estadista. Su desgaste ha sido tan fuerte que su vigencia s¨®lo se explica por la pobreza de los otros candidatos. En 2006 represent¨® una esperanza, en 2012 fue la opci¨®n "menos peor", ahora, en aras del triunfo, promete amnist¨ªa para los corruptos.
En este desolador contexto, el Congreso Nacional Ind¨ªgena y los zapatistas anunciaron que lanzar¨¢n a una mujer como candidata independiente para la elecci¨®n de 2018. Esto en modo alguno vulnera la voluntad del EZLN de mantenerse al margen de la conquista del poder. "Para nosotros, nada" es su consigna. Estamos ante un gesto simb¨®lico, provocado por la digna rabia de quedar al margen de las grandes decisiones del pa¨ªs.
En 1996 el EZLN y el gobierno de Ernesto Zedillo firmaron los Acuerdos de San Andr¨¦s destinados a insertar a los pueblos originarios en la agenda de la modernidad. Pero la negligencia de todos los partidos hizo que estos acuerdos no se conviertieran en ley en el Congreso. Desde entonces, las comunidades ind¨ªgenas han sido v¨ªctimas de numerosos abusos.
Mientras tanto, los zapatistas se ha dedicado a renovar la vida diaria en sus Juntas de Buen Gobierno, algo poco medi¨¢tico en un pa¨ªs donde las noticias dependen de desfalcos y asesinatos.
Los zapatistas regresan a la arena nacional. Es la ¨²nica opci¨®n que no aspira a participar del negocio electoral. La mujer ind¨ªgena que represente a quienes menos tienen buscar¨¢ algo m¨¢s importante que obtener un cargo: evitar que el pa¨ªs excluya a quienes lo fundaron.
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