Francia se moviliza para borrar el bochorno de la Jungla de Calais
Casi 7.000 migrantes y refugiados ser¨¢n realojados esta semana en centros de acogida de todo el pa¨ªs
La prefecta de Paso-Norte de Calais, Fabienne Buccio ha calificado el d¨ªa de hist¨®rico con cierta emoci¨®n. En efecto, este lunes ha iniciado la operaci¨®n de evacuaci¨®n de la llamada Jungla?de Calais, el campamento improvisado de migrantes y refugiados m¨¢s grande de Europa, por el que han pasado miles de personas viviendo en condiciones deplorables con el deseo de cruzar el mar hasta el Reino Unido. Unos 1.250 polic¨ªas y otros tantos funcionarios y voluntarios humanitarios han logrado embarcar a un millar de personas deseosas de abandonar este infierno.
Sabedor de que Calais es una pesada tacha en la pol¨ªtica de inmigraci¨®n francesa, el Gobierno socialista de Fran?ois Hollande ha acometido una operaci¨®n dif¨ªcil: acabar con un problema de a?os que ha ido en aumento. ¡°Todo est¨¢ planeado para que Francia est¨¦ a la altura¡±, ha manifestado el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, horas despu¨¦s de iniciada la evacuaci¨®n, que durar¨¢ una semana y prev¨¦ sacar el lugar a los 6.484 migrantes censados ah¨ª hace diez d¨ªas.
Informados incluso con dibujos de tebeo para que los migrantes conocieran la operaci¨®n y supieran de sus derechos, cientos de ellos han formado filas de espera antes del amanecer. A las ocho en punto, como estaba previsto, el gran hangar en el que se ha establecido una estaci¨®n provisional de autobuses ha abierto sus puertas. Los funcionarios distribuyen a los pobladores de la Jungla (a un kil¨®metro de distancia) en tres filas: para menores no acompa?ados, para adultos solos y para familias. Lo seguir¨¢n haciendo as¨ª en los pr¨®ximos d¨ªas.
El primer autob¨²s ha partido con 50 migrantes con destino a la Borgo?a a las 8.20. El segundo, hacia R¨®dano-Alpes, pocos minutos despu¨¦s. El tercero, a Breta?a. En total, una cuarentena de autocares inici¨® viaje hacia alg¨²n rinc¨®n del pa¨ªs. Por vez primera desde hace muchos meses, 2.318 pobladores de la Jungla, seg¨²n asegur¨® Cazeneuve,?dormir¨¢n este martes a cubierto, lejos de la fr¨ªa, h¨²meda, sucia y peligrosa duna de Calais.
El Gobierno franc¨¦s ha intentado ofrecer a la prensa (m¨¢s de 700 reporteros acreditados) todas las facilidades; dotar a sus trabajos de una gran transparencia. ¡°Es una operaci¨®n humanitaria¡±, repet¨ªa el portavoz de Interior Pierre-Henry Brandet, que a rengl¨®n seguido advert¨ªa a El Pa¨ªs: ¡°Cierto, para poder considerar que lo hemos hecho bien hay que esperar hasta el final y, sobre todo, ver c¨®mo evitar otra jungla aqu¨ª o en cualquier otro lugar de Francia¡±.
Sale el primer autobus de migrantes de Calais. Esto va r¨¢pido dadas las circunstancias pic.twitter.com/kMXqrYaL96
— Gabriela Ca?as (@GabrielaCanas) October 24, 2016
Terminar con la Jungla de Calais fue una promesa del presidente Fran?ois Hollande. Esta operaci¨®n se realiza a seis meses de las elecciones y Calais se ha convertido en este tiempo en un s¨ªmbolo de la pol¨ªtica de inmigraci¨®n y en un arma arrojadiza en la disputa pol¨ªtica interna.
¡°?Por qu¨¦ se ha dejado construir este campo de manera an¨¢rquica?¡±, ha protestado la alcaldesa de Calais, Natacha Bouchart, de Los Republicanos. ¡°Es injusto que se haya aprovechado la situaci¨®n para atacar al Gobierno que est¨¢ solucionando el problema de manera ordenada¡±, ha declarado el diputado socialista de Calais Yann Capet a BFM.
Una vez cerrado el campo pr¨®ximo de Sangatte en 2003, Calais se convirti¨® en el punto de encuentro de migrantes; la mayor¨ªa de ellos con derecho al asilo, seg¨²n los datos oficiales. Una vez construido un centro de d¨ªa en el lugar, con capacidad para 400 personas en enero de 2015, la jungla estall¨® de manera natural con la construcci¨®n de chabolas. Han llegado a vivir en ella al mismo tiempo 10.000 personas el verano pasado junto a una ciudad, Calais, de 70.000 habitantes.
Muchos migrantes observaban la escena de evacuaci¨®n masiva con desconfianza. Algunos han pagado ya su peligroso y clandestino pasaje al Reino Unido a las mafias que se han adue?ado del lugar. Otros siguen determinados a cruzar el canal de la Mancha; apenas son 40 kil¨®metros. ¡°Les desinforman los pasantes¡±, ha explicado un funcionario. ¡°El flujo de voluntarios para irse demuestra que la labor nuestra de captaci¨®n ha sido eficaz¡±, ha dicho Brandet.
Las excavadoras empezar¨¢n esta misma semana su trabajo para acabar con este agujero negro que ha crecido en coincidencia con la mayor crisis de refugiados de Europa despu¨¦s de la II Guerra Mundial. Pero el futuro?pr¨®ximo no es prometedor. A media tarde ya no hab¨ªa colas para abandonar el lugar. A cuentagotas llegaba alg¨²n migrante.
Dos sudaneses han entrado en el hangar de partida al grito de ¡°bye, bye, Calais¡±. Dos j¨®venes eritreas de entre las pocas mujeres que se ven en el lugar se han decidido a marchar. Iban sin maletas y aseguraban ser menores. Una de ellas no lo parec¨ªa. Las echaban para atr¨¢s. ¡°Quieren ir juntos. Es todo muy complicado¡±, explicaba una voluntaria encogiendo los hombros.
Una partida de billar en la chabola
La Jungla, tras varios a?os de existencia, ha ido imitando pobremente la vida de una verdadera ciudad. Todav¨ªa quedaban?este lunes en pie los principales lugares de esparcimiento: una gran peluquer¨ªa, una mezquita, la escuela, un restaurante con comida caliente o un bar con mesa de billar incluida. Son instalaciones de madera, cart¨®n y pl¨¢stico entre las que est¨¢n a¨²n viviendo miles de personas, 1.300 de ellas menores no acompa?ados que las autoridades tratar¨¢n de forma espec¨ªfica. Doscientos ya han sido traslados a suelo brit¨¢nico en la ¨²ltima semana. La mayor¨ªa tienen derecho a ir all¨ª si tienen familiares ya establecidos. De momento, se quedar¨¢n en centros especiales en el mismo Calais. M¨¢s de un joven de poblada barba asegura ahora ser menor de edad en la esperanza de permanecer cerca del Reino Unido.
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