M¨¦xico cambia la c¨²pula fiscal en pleno hurac¨¢n por la fuga del gobernador Duarte
El expresidente del Senado Ra¨²l Cervantes tendr¨¢ que hacer frente a la crisis abierta por la corrupci¨®n de altos cargos pri¨ªstas
El presidente Enrique Pe?a Nieto dio un vuelco a la c¨²pula fiscal mexicana. En pleno hurac¨¢n por la fuga del gobernador de Veracruz, Javier Duarte, el mandatario sustituy¨® a la procuradora general de la Rep¨²blica, Arely G¨®mez, por Ra¨²l Cervantes, ex presidente del Senado. El cambio, que a¨²n debe ser ratificado por el Parlamento, se interpreta como un intento de reactivar una instituci¨®n de extrema sensibilidad en la lucha contra la corrupci¨®n. En esta l¨ªnea, Cervantes, militante del PRI desde 1997, tendr¨¢ que lidiar con las espinosas investigaciones abiertas por enriquecimiento il¨ªcito contra tres exgobernadores de su formaci¨®n (Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua). Unas pesquisas de enorme repercusi¨®n social y cuya resoluci¨®n puede afectar a las expectativas electorales de su partido.
A la anterior procuradora, Pe?a Nieto le ha reservado la Secretar¨ªa de la Funci¨®n P¨²blica. El cargo, una especie de ministerio anticorrupci¨®n, estaba vacante desde que Virgilio Andrade lo abandonase en julio pasado. La principal encomienda de Andrade fue investigar si el presidente hab¨ªa incurrido en conflicto de inter¨¦s en el caso de la Casa Blanca, la vivienda adquirida a cr¨¦dito por su esposa a un importante contratista gubernamental. La conclusi¨®n, muy pol¨¦mica por la cercan¨ªa del secretario al c¨ªrculo presidencial, fue que no hubo ninguna pr¨¢ctica ilegal.
Ahora, Arely G¨®mez, de perfil m¨¢s t¨¦cnico que pol¨ªtico, recupera el puesto y tiene que acelerar las transformaciones en el ¨¢mbito administrativo del reci¨¦n estrenado sistema nacional anticorrupci¨®n. Un entramado legal destinado a combatir una lacra que le cuesta a M¨¦xico el 10% del PIB, y que impone, entre otras medidas, la exigencia de que todos los servidores p¨²blicos presenten su declaraci¨®n fiscal y de intereses.
El trabajo m¨¢s arduo, sin embargo, recaer¨¢ en Cervantes. La procuradur¨ªa general es el fusible de todos los esc¨¢ndalos del pa¨ªs. Y a lo largo de la historia ha sido la tumba de muchos de sus responsables. El primero en caer en este mandato fue Jes¨²s Murillo Karam. Encargado de investigar la tragedia de Ayotzinapa, su figura se volvi¨® el espol¨®n contra el que se estrell¨® el gigantesco descontento levantado por el caso. Sometido a un proceso de erosi¨®n acelerado, fue sustituido a los cinco meses de la desaparici¨®n de los estudiantes y se le ofreci¨® la secretar¨ªa de Agricultura, relativamente c¨®moda y sin excesiva exposici¨®n. Su sucesora intent¨® por todos los medios apaciguar los ¨¢nimos por la desaparici¨®n de los 43 estudiantes normalistas. Tampoco tuvo ¨¦xito y se tuvo que enfrentar al portazo que le dio el grupo de expertos internacionales encargados de revisar la investigaci¨®n. La huida de Duarte y la crisis de confianza desatada han rematado su gesti¨®n.
El objetivo principal del nuevo procurador ser¨¢ darle buen rumbo a una nave zarandeada por enormes presiones. Con un poder excepcional, que a¨²na la fiscal¨ªa y la polic¨ªa, Cervantes, de 53 a?os, tiene como primeras tareas rebajar la tensi¨®n por Ayotzinapa y capturar a Duarte, quien, a plena luz y con una miriada de investigaciones pis¨¢ndole los talones, se ha esfumado de las autoridades y abierto una nueva fractura en la credibilidad gubernamental. Para lograr su cometido, este profesor de Derecho en el Instituto Tecnol¨®gico Aut¨®nomo de M¨¦xico (ITAM) deber¨¢ propinar golpes contundentes, incluso dentro de su partido, y disipar la nube de desconfianza institucional que asfixia a M¨¦xico.
A su favor cuenta con talante pol¨ªtico, apoyo del entrono presidencial (su primero es el poderos¨ªsimo consejero jur¨ªdico de Pe?a Nieto) y consciencia de la inseguridad que sufre el pa¨ªs. ¡°No creo que nadie minimice el problema: la percepci¨®n es un elemento clave y, si la ciudadan¨ªa siente que la inseguridad es mayor es porque realmente lo es; as¨ª que los esfuerzos se tienen que multiplicar¡±, afirm¨® en una reciente entrevista con EL PA?S. Por delante tiene dos a?os e innumerables esc¨¢ndalos por digerir. El reloj ha empezado la cuenta atr¨¢s.
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