Detenido Javier Duarte, el exgobernador de Veracruz perseguido por corrupci¨®n

El ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, ha sido detenido en Guatemala por la fiscal¨ªa mexicana, en colaboraci¨®n con la Interpol, en un hotel de lujo del municipio de Panajachel, en el centro del pa¨ªs. La captura pone fin a uno de los cap¨ªtulos m¨¢s bochornosos sufridos por la pol¨ªtica mexicana en los ¨²ltimos a?os. Tras fugarse a mediados de octubre, Duarte (C¨®rdoba, 1973) ha sido apresado y tendr¨¢ que responder a las acusaciones de corrupci¨®n que pesan sobre ¨¦l. La Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (PGR) le imputa el saqueo de 253 millones de pesos de los fondos p¨²blicos de las secretar¨ªas de Salud y Educaci¨®n. Una fortuna que, despu¨¦s de un complejo proceso de blanqueo, us¨® para asegurarse la vejez con la compra de inmuebles de lujo, entre ellos dos casas en Lomas de Chapultepec (Ciudad de M¨¦xico) y un rancho de dise?o en la exclusiva zona de Valle de Bravo (Estado de M¨¦xico).

La ca¨ªda de Duarte representa mucho m¨¢s que el fin de un gobernador. Elegido en 2010 para dirigir el tercer estado m¨¢s poblado de M¨¦xico, pertenec¨ªa a una generaci¨®n de j¨®venes cachorros destinados a regenerar el PRI. Junto a sus hom¨®logos de Chihuahua y Quintana Roo, form¨® la espina dorsal de ese nuevo futuro que anticip¨® la llega a la presidencia de Enrique Pe?a Nieto. El tiempo ech¨® por tierra esa ilusi¨®n.

La abrupta gesti¨®n de los tres gobernadores gener¨® una inmensa ola de rechazo en el suelo m¨¢s firme del PRI: el poder local. La descomposici¨®n lleg¨® hasta tal punto que en las elecciones de junio, los tres llevaron a la derrota a su partido en sus respectivos estados. Sin la protecci¨®n que les confer¨ªa el poder, contra ellos se abrieron casi autom¨¢ticamente investigaciones por sus presuntos abusos y corruptelas. La m¨¢s avanzada recay¨® en Duarte.

De la noche a la ma?ana se vio solo. A puerta cerrada, en las m¨¢s altas instancias gubernamentales se le se?alaba como un indeseable. No s¨®lo hab¨ªa perdido un estado donde el PRI hab¨ªa gobernado durante 82 a?os ininterrumpidamente, sino que su fango amenazaba al propio presidente. Cuando la Procuradur¨ªa decidi¨® abrirle una investigaci¨®n, su figura ya era la de un apestado pol¨ªtico. Hab¨ªa motivos.

Durante su mandato, Veracruz se ha hundido en un abismo de terror. El asesinato de periodistas se volvi¨® una triste constante, Los Zetas infestaron el territorio y las fosas se multiplicaron.Todo ello no alter¨® la sonrisa de Duarte, quien lleg¨® a afirmar que en Veracruz no hab¨ªa m¨¢s delitos que el robo de ¡°frutsis y ping¨¹inos¡±.

Odiado por muchos, despreciado por otros, su gobierno trajo consigo tambi¨¦n un inmenso deterioro de las finanzas. La deuda se dispar¨®, las universidades se rebelaron y la Auditoria Superior de la Federaci¨®n descubri¨® los primeros signos de corrupci¨®n: desv¨ªos de 2.000 millones de d¨®lares entre 2011 y 2014. La madeja se fue espesando. En el mismo organismo se acumularon 14 denuncias penales contra funcionarios veracruzanos y una investigaci¨®n period¨ªstica destap¨® un entramado oficial para ama?ar decenas de licitaciones a favor de empresas fantasmas. El ¨²ltimo golpe procedi¨® de un antiguo amigo de Duarte, el abogado Mois¨¦s Mansur, quien acudi¨® a la Procuradur¨ªa y destap¨® las operaciones de triangulaci¨®n que hab¨ªa llevado a cabo con el gobernador para depredar los fondos p¨²blicos.

El estallido no se hizo esperar. Duarte pidi¨® licencia y, ante el asombro de todo un pa¨ªs, se dio a la fuga. "Estoy harto de infamias, calumnias y de ser objeto de se?alamientos. Voy a dar la cara para demostrar mi inocencia y pulcritud como funcionario p¨²blico", afirm¨® antes de esfumarse. La lentitud de las autoridades para atajar una huida tan previsible abri¨® una crisis de confianza. Nuevamente M¨¦xico se enfrentaba al espejo de sus fracasos. De poco sirvieron los mensajes institucionales. Ni siquiera su expulsi¨®n del PRI, la primera en la historia de un gobernador. Su desaparici¨®n a plena luz del d¨ªa volvi¨® a situar al PRI y a su presidente ante un hecho consumado: durante seis a?os hab¨ªa gobernado Veracruz un corrupto. Y lo que es peor, pese a las evidencias, nadie le hab¨ªa detenido.

Con su captura, tanto el presidente como el PRI vuelven a respirar. La sombra de Duarte planeaba como un zopilote sobre las elecciones del Estado de M¨¦xico, claves para el futuro del pa¨ªs, e incluso las presidenciales de 2018. Arrestado, una parte de esta negra historia parece cerrada. Ahora falta saber qu¨¦ declarar¨¢ y hasta d¨®nde est¨¢ dispuesto a enlodar al PRI Javier Duarte. Ese ser¨¢ el pr¨®ximo cap¨ªtulo.