Alcaraz progresa a los cuartos de Australia tras el abandono de Draper
El espa?ol dominaba por 7-5 y 6-1 en el instante del abandono del rival, y aguarda ahora al encuentro entre Djokovic y Lehecka para conocer su rival del martes
Un d¨ªa m¨¢s, los fot¨®grafos se frotan las manos: ¡°?Crac-crac-crac-crac-crac-crac-crac-crac-crac¡!¡±. Apuntan los teleobjetivos y abren y cierran fren¨¦ticamente el ojo los diafragmas de las c¨¢maras porque juega Carlos Alcaraz en la central; esto es, sin¨®nimo de carreras, escorzos y posturas deliciosas a inmortalizar; un ¨¦xtasis est¨¦tico que, ?l¨¢stima!, transmiten los que han abonado la entrada, se prolonga menos de lo deseado porque a Jack Draper le duele la cadera y por mucho que lo intente y que le atienda el fisio, no puede continuar. Una vez cedidos los dos primeros sets, el brit¨¢nico levanta la bandera blanca (7-5 y 6-1, en 1h 35m) y el espa?ol desembarca otra vez en los cuartos de Australia, con la posibilidad de redimirse de la eliminaci¨®n de hace un a?o frente a Alexander Zverev. Ahora bien, el martes no estar¨¢ el alem¨¢n al otro lado de la red, sino un viejo conocido, Novak Djokovic, o bien el fornido Jiri Lehecka, el mismo que venci¨® a Rafael Nadal en Madrid.
Al rato, el chasis de Draper reclama definitivamente la tregua. Hab¨ªa pistas. Precisamente, a raz¨®n de la cadera el de Sutton (23 a?os y 55? del mundo) ya hab¨ªa tenido que suspender la tanda de entrenamientos que hab¨ªan programado ¨¦l y Alcaraz para diciembre en Murcia. ¡°No es la mejor forma de avanzar. Estoy triste por Jack, porque es buen t¨ªo, pero obviamente estoy contento de poder jugar otra vez aqu¨ª los cuartos¡±, expresa el murciano a pie de pista, donde reitera tambi¨¦n su deseo de ¡°llegar lejos¡± en el torneo porque, al fin y al cabo, coronar¨ªa un inicio de carrera excepcional, con los cuatro grandes brillando en el expediente. En todo caso, eso queda ahora mismo muy lejos, a un mundo el ansiado d¨ªa 26, as¨ª que ¨¦l sigue con ese tono serio y decidido que desprende estos d¨ªas en la exposici¨®n y entre bastidores. Va Alcaraz con todo y dice sentirse fenomenal, bien de coco y de f¨ªsico, de modo que hasta aqu¨ª todo parece correctamente alineado.
Luce las zapatillas ochenteras y con trazos rosas que en su d¨ªa llev¨® Andre Agassi, y dice que de vez en cuando comparte impresiones con ¨¦l y con John McEnroe, cuyo modelo no le dio demasiada suerte el a?o pasado. Espectaculares uno y otro, Alcaraz sigue los mismos derroteros: formidable ese rev¨¦s y un manjar esas voleas. V¨ªdeos y m¨¢s v¨ªdeos, se ha tragado el chico; toda inspiraci¨®n es buena. Ambos beben los vientos por ¨¦l. Y aunque Draper le hincara el diente hace no demasiado, en junio, en esta ocasi¨®n el ingl¨¦s termina rompi¨¦ndose por la tralla acumulada en las rondas anteriores; por precisar, 12 horas y media de juego y 15 sets en las piernas, que acaban siendo 17 porque la musculatura termina oblig¨¢ndole a frenar. Lo lamentan los brit¨¢nicos, quienes poco antes percib¨ªan alguna esperanza porque del 5-2 se ha pasado al equilibrio, que finalmente deshace el espa?ol con un brochazo maravilloso: ?zasca! Pasante en carrera para sellar.
Ah¨ª muere el duelo, por lo que esta vez la estad¨ªstica, m¨¢s all¨¢ del primer set, no tiene demasiado sentido. Hasta ese instante, 21 fogonazos ganadores, otros tantos errores y otra jugos¨ªsima bolsa de puntos con los primeros servicios (82%). Disputar¨¢ por d¨¦cima vez los cuartos en un gran escenario, una m¨¢s que su entrenador, Juan Carlos Ferrero, y contin¨²an en la tarea que le ocupa. ¡°Estoy un paso m¨¢s cerca [del objetivo], pero lo que aprend¨ª en el Grand Slam anterior que jugu¨¦ [segunda ronda en el US Open de septiembre] es a ir d¨ªa a d¨ªa¡±, responde a los periodistas; ¡°un grande puede ser muy largo si est¨¢s pensando en lo que viene o en el futuro, as¨ª que solo quiero pensar en el presente, en el d¨ªa a d¨ªa, tratando de sentirme lo mejor posible todos los d¨ªas, respetando cada ronda, a cada jugador. Eso es todo. Creo que eso ayuda mucho a mostrar tu mejor tenis en cada partido, solo pensando en el presente y dando el cien por cien de ti mismo¡±.
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