Melania Trump, una primera dama inmigrante
La esposa del multimillonario neoyorquino recupera en su discurso la imagen de la Am¨¦rica pr¨®spera que reivindicaba Ronald Reagan
Melania Trump se ha prodigado poco en la campa?a. El tropiezo en la convenci¨®n republicana en julio, cuando se descubri¨® que hab¨ªa plagiado parte de un discurso de Michelle Obama, la retrajo a¨²n m¨¢s. Pero este jueves, la exmodelo reapareci¨® en su primer discurso tras aquel fiasco, a cinco d¨ªas de las elecciones, para reivindicarse como la pr¨®xima primera dama de Estados Unidos.
Exmodelo y nacida en la antigua Yugoslavia hace 46 a?os, Melania (Knauss, de apellido de soltera) pronunci¨® un discurso calmado y conciliador, ant¨ªtesis del verbo de su marido, el candidato republicano, Donald Trump. Reivindic¨® el ideal reaganiano del esplendor estadounidense y llam¨® al entendimiento: ¡°Tenemos que encontrar una forma mejor de hablarnos, de discrepar, de respetarnos¡±, dijo en el polideportivo de Berwyn, una peque?a ciudad de Pensilvania.
A Melania se la puede examinar como contrapeso de su marido: si el candidato es lenguaraz y agresivo, su esposa es discreta y calmada; si Trump ha agitado los sentimientos del nacionalismo blanco estadounidense, Melania es una inmigrante eslovena a la que todav¨ªa se le nota el acento. Parad¨®jicamente, la exmodelo encarna precisamente el colectivo con el que m¨¢s problemas tiene el candidato: mujer y extranjera. Y si Trump gana, habr¨¢ una primera dama nacida fuera de Estados Unidos por primera vez desde Louisa Adams (principios del siglo XIX).
En las trifulcas de Trump a cuenta de la inmigraci¨®n y el sexismo, la aspirante a primera dama ha salido al rescate de su esposo: inmigr¨® a Estados Unidos, s¨ª, admite, pero de forma legal; y su marido ha hablado de forma sexista, quiz¨¢, pero en un contexto determinado, argumenta: en una charla jocosa y masculina, o bien en respuesta ataques de mujeres.
Es lo que hizo este jueves tambi¨¦n, apel¨® a sus or¨ªgenes en la antigua Yugoslavia, su esfuerzo por triunfar en Estados Unidos y lo que signific¨® para ella convertirse en ciudadana estadounidense. En su mitin, record¨® precisamente una famosa campa?a de Ronald Reagan en los 80, que hablaba de un amanecer en una Am¨¦rica libre y pr¨®spera, y que Melania asegur¨® haber visto de ni?a. Es una visi¨®n contrapuesta al discurso trumpista de una Am¨¦rica en decadencia.
Melania y Donald Trump, padres de un ni?o, Barron, se conocieron en 1998 en una fiesta en un club de Nueva York organizada por el due?o de una agencia de modelos. Se casaron en 2005, en una de esas fiestas de relumbr¨®n a la que asistieron precisamente los Clinton, hoy enemigos pol¨ªticos.
Unos meses despu¨¦s del enlace, el tercer matrimonio para Trump, se produjo la famosa conversaci¨®n en la que el empresario se jactaba de manosear a las mujeres sin su consentimiento. ¡°El hombre que conozco no es as¨ª¡±, sali¨® al paso de nuevo Melania. Si un detalle permite pensar que el episodio la humill¨® es que la exmodelo sinti¨® la necesidad de salir a reclamar: ¡°No sientan pena por m¨ª¡±.
Para Ruth, una matem¨¢tica de 40 a?os de origen guatemalteco, Melania ayuda a Trump, hijo de millonario, por sus ra¨ªces: ¡°Nos podemos identificar con ella por su origen humilde, que HA trabajado muy duro por su ¨¦xito, quer¨ªa ser modelo y lo consigui¨®, ahora adem¨¢s tiene su propia firma de joyas¡±, dec¨ªa unos minutos antes del mitin.
Como drimera dama, dijo Melania Trump, su centro de preocupaci¨®n ser¨¢ el futuro y la seguridad de los ni?os.
Bill, expresidente, candidato a primer caballero
Ser¨¢, en todo caso, una primera dama muy distinta de la que fue la ahora candidata dem¨®crata, Hillary Clinton. La ahora rival de su marido es una mujer con la pol¨ªtica en su ADN, que desat¨® pol¨¦micas desde el primer d¨ªa por el papel ultra activo que tom¨® durante la administraci¨®n de Bill Clinton. Tambi¨¦n dista de la cercan¨ªa que desprende Michelle Obama, quien goza de una enorme popularidad y se ha convertido en un activo valioso en la campa?a de Clinton.
Melania resulta m¨¢s distante, o m¨¢s t¨ªmida. Y ha mantenido un papel bajo en la campa?a. La ant¨ªtesis de ello es Bill Clinton, que se ha remangado en la campa?a de su esposa. Tambi¨¦n se puede poner como ejemplo a Barbara Bush, que estuvo de ruta 27 de 30 d¨ªas en un solo mes y eso el a?o que George padre iba de n¨²mero dos de Reagan.
Si vence Hillary Clinton el 8 de noviembre, el papel del c¨®nyuge tambi¨¦n entrar¨¢ en una fase desconocida, ya que ya que por primera vez el puesto de primera dama ser¨¢ para un hombre. El primer caballero ser¨ªa Bill Clinton, un expresidente.
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