La diabetes en M¨¦xico: el peor de los mundos posibles
El acelerado incremento de casos presenta las caracter¨ªsticas de una cat¨¢strofe epidemiol¨®gica sin precedentes
El acelerado incremento de la diabetes tipo 2 durante el presente siglo en M¨¦xico presenta las caracter¨ªsticas de una cat¨¢strofe epidemiol¨®gica sin precedentes. Lo que podemos apreciar es alarmante, pero lo m¨¢s grave es lo que todav¨ªa no es visible: el inminente tsunami amenaza con ser devastador.
En 1992, convocada porla Organizaci¨®n Panamericana de la Salud, se llev¨® a cabo en la ciudad de M¨¦xico la Conferencia La alimentaci¨®n y las enfermedades cr¨®nicas no trasmisibles, con la participaci¨®n de funcionarios y expertos en salud, nacionales e internacionales, del m¨¢s alto nivel. Desde entonces se advert¨ªa el peligroso derrotero para la salud que el estilo de vida asociado al consumo de alimentos chatarra y el sedentarismo estaba imponiendo a toda la poblaci¨®n latinoamericana, especialmente a las clases populares. En su participaci¨®n el Dr. Adolfo Ch¨¢vez, el m¨¢s eminente de los nutri¨®logos mexicanos, conclu¨ªa que las predicciones que se pod¨ªan hacer para el futuro inmediato eran ominosas, que los cambios en la alimentaci¨®n de la poblaci¨®n iban a tener grandes repercusiones para la salud en pocos a?os y que si no se actuaba de inmediato los j¨®venes ¡°tan descuidados en su alimentaci¨®n, guiada por la televisi¨®n, ser¨ªan las v¨ªctimas futuras de la epidemia de enfermedades cr¨®nicas, para entonces ya ser¨¢ demasiado tarde lo que podamos hacer¡±.
Pese a la advertencia un¨¢nime de los expertos, en M¨¦xico, no s¨®lo no se hizo nada efectivo para prevenir la epidemia de obesidad y diabetes, sino que se propici¨® la intensificaci¨®n del ambiente obesig¨¦nico. La infraestructura de bebederos en las escuelas p¨²blicas se deterior¨® aceleradamente, las tiendas escolares se inundaron de bebidas azucaradas y alimentos chatarra con alta densidad cal¨®rica y alto contenido de sal como ¨²nica opci¨®n de hidrataci¨®n y alimentaci¨®n de los ni?os. Se permiti¨® dirigir a los ni?os m¨¢s peque?os publicidad abrumadora y abusiva de estos productos, basada en mecanismos de manipulaci¨®n mercadot¨¦cnica inaceptables. El dise?o y el transporte urbanos, as¨ª como el incremento del entretenimiento pasivo (televisi¨®n, videojuegos) se convirtieron en potentes promotores del sedentarismo de la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Se destruyeron en gran medida los sistemas locales de producci¨®n, abasto y consumo de alimentos naturales, ma¨ªz, frijol, huevo, frutas y verduras, propiciando la sustituci¨®n de la saludable alimentaci¨®n tradicional por una alimentaci¨®n con productos ultraprocesados intensamente obesig¨¦nicos y diabetog¨¦nicos.
La pol¨ªtica econ¨®mica ha sido otro factor central en la generaci¨®n de la epidemia de diabetes en M¨¦xico. Las empresas fabricantes de bebidas y alimentos azucarados y de alta densidad cal¨®rica se beneficiaron de m¨²ltiples ventajas fiscales. El financiamiento a la agricultura de agroexportaci¨®n se acompa?¨® del retiro de apoyos a la agricultura tradicional. La poblaci¨®n rural en situaci¨®n de pobreza, cinco millones de familias, fueron objeto de transferencias monetarias que se pagaban en espacios rodeados de puestos de venta de alimentos chatarra. Estas transferencias monetarias, supuestamente para combatir la pobreza, fueron la fuente principal de financiamiento de la obesidad y de la mayor incidencia de diabetes en este sector que anteriormente presentaba estos padecimientos en grado m¨ªnimo. La encuesta nacional de salud y nutrici¨®n m¨¢s reciente documenta una nula diferencia de obesidad entre poblaci¨®n adulta pobre y no pobre. La investigaci¨®n cient¨ªfica revela que el da?o metab¨®lico en poblaci¨®n obesa que tuvo el antecedente de desnutrici¨®n en las primeras etapas de la vida es mucho mayor; la poblaci¨®n pobre no s¨®lo es ya igual de obesa que la no pobre, sino que su riesgo de padecer diabetes es m¨¢s grave. Sin acceso a un diagn¨®stico y a una atenci¨®n m¨¦dica oportunos, millones de diab¨¦ticos pobres enfrentan el viacrucis expuesto en el documental Dulce Agon¨ªa del Poder del Consumidor.
Dejamos crecer la epidemia diabetes a un grado en que ya no podemos apagar el incendio con una cubeta de agua. Las crisis del sistema de salud, la calidad de vida, el tejido social, la productividad laboral, el sistema de pensiones, y el impacto econ¨®mico asociado a esta grave epidemia requiere de una respuesta social organizada, a la altura de las circunstancias. Tal vez no sea ya demasiado tarde.
Abelardo ?vila Curiel es doctor e investigador del Instituto Nacional de Ciencias M¨¦dicas y Nutrici¨®n Salvador Zubir¨¢n
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