Erdogan lamina el esp¨ªritu cr¨ªtico en la universidad
M¨¢s de 6.000 acad¨¦micos han sido expulsados en la purga que el golpe ha acelerado
El profesor Ahmet descubri¨® que hab¨ªa perdido su trabajo por casualidad. El s¨¢bado 29 de octubre las redes sociales comenzaron a hervir con quejas sobre el nuevo decreto ley del Gobierno: clausuraba 15 medios de comunicaci¨®n, abol¨ªa las elecciones universitarias y expulsaba de la carrera a m¨¢s de 10.000 funcionarios, incluidos 1.267 empleados en universidades. Ahmet acudi¨® a las listas publicadas por el Bolet¨ªn Oficial y all¨ª encontr¨® su nombre marcado por la etiqueta ¡°involucrado en actividades de organizaciones terroristas o que suponen un peligro para la seguridad nacional¡±.
¡°Se me ha designado terrorista con una decisi¨®n ministerial, sin que medie sentencia judicial o investigaci¨®n administrativa. Y, cuando he intentado contactar a las autoridades para que me expliquen de qu¨¦ se me acusa, me han respondido que es ¡®secreto de Estado¡¯. ?Es kafkiano!¡±, se lamenta Ahmet, que habla con EL PA?S a cambio de ocultar su verdadera identidad. El profesor, con a?os de experiencia en una universidad p¨²blica, se queja de que la decisi¨®n supone para ¨¦l ¡°una muerte civil por decreto¡±. ¡°Se me ha prohibido trabajar para el Estado de por vida y han cancelado mi pasaporte, con lo que tampoco puedo buscar empleo en el extranjero¡±, explica. Etiquetado como ha quedado, adem¨¢s, le resultar¨¢ pr¨¢cticamente imposible hallar un puesto en la educaci¨®n privada: ¡°?Qu¨¦ har¨¦? ?Vender limones en el mercado?¡±.
Desde el fracaso de la asonada militar del pasado julio, 6.337 acad¨¦micos han sido expulsados de la universidad y pesan ¨®rdenes de arresto sobre varios cientos m¨¢s. Buena parte de ellos pertenec¨ªan a las 15 universidades ligadas a la cofrad¨ªa de Fetula G¨¹len, a la que las autoridades acusan del golpe de Estado, que fueron cerradas por decreto, pero no todos los profesores despedidos son g¨¹lenistas. De hecho, las purgas en la educaci¨®n superior hab¨ªan comenzado antes. En enero se abrieron investigaciones a los 1.128 firmantes de un manifiesto contra la pol¨ªtica del Gobierno islamista respecto a los kurdos. Varios profesores fueron detenidos, otros muchos expulsados de sus centros y algunos fueron agredidos al ser p¨²blicamente se?alados como simpatizantes del terrorismo y tuvieron que abandonar las ciudades en las que ense?aban.
¡°Durante toda la historia de Turqu¨ªa, la derecha ha buscado suprimir los movimientos de profesores, porque llevamos los valores de la Ilustraci¨®n y la Rep¨²blica a todos los rincones del pa¨ªs¡±, sostiene Mustafa G?rkem Dogan, representante en Estambul del sindicato progresista Egitim-Sen, que ha visto a m¨¢s de 10.000 de sus afiliados ¨Centre maestros y personal acad¨¦mico- purgados de la Administraci¨®n en los ¨²ltimos meses: ¡°Pero esta vez han jugado sucio. Antes, aunque se ilegalizasen nuestras organizaciones, se nos permit¨ªa seguir ense?ando en otros lugares. Ahora no. Y no se debe jugar con el pan de la gente¡±.
Un asesor del presidente Recep Tayyip Erdogan consultado por este diario ¨Cy que tampoco quiere dar su nombre- reconoce que ¡°es doloroso para el pa¨ªs¡± perder a tantos acad¨¦micos. ¡°Pero hemos vivido un hecho terrible (el golpe) y estamos haciendo todo lo posible para que no vuelve a ocurrir. Estoy seguro de que hay algunos inocentes entre los arrestados, pero nos cercioraremos de que al final solo los verdaderos culpables son castigados¡±, afirma. Si bien tambi¨¦n avisa de que aquellos que ¡°promueven el terrorismo¡± no pueden ampararse en la libertad de expresi¨®n.
Desde que alcanz¨® el poder en 2002, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) ha modificado lentamente el curr¨ªculum educativo ¨Cfundamentalmente en la educaci¨®n primaria y secundaria-, dentro de su objetivo de ¡°criar a una nueva generaci¨®n religiosa¡±. Tambi¨¦n en la universidad ¨Cuno de los bastiones del pensamiento cr¨ªtico- ha intentado introducir a sus adeptos. Uno de los m¨¦todos ha sido el Consejo de la Educaci¨®n Superior (Y?K), una instituci¨®n creada en 1982 por la Junta Militar para reducir pr¨¢cticamente a cero la autonom¨ªa universitaria. Pese a que el AKP pretend¨ªa abolirlo a su llegada al Gobierno, en cuanto se hizo con el control del consejo Y?K ¨Cun tercio de sus miembros los elije el Gobierno; otro tercio, el presidente y el resto, las universidades- no solo abandon¨® su promesa sino que reforz¨® sus poderes: por ejemplo, puede intervenir las universidades que considere mal gestionadas.
Otra de las medidas adoptadas el mes pasado por los islamistas fue la eliminaci¨®n de las elecciones a rector, cosa que una fuente del Ejecutivo justifica como necesaria ¡°para eliminar la influencia que los g¨¹lenistas hab¨ªan logrado en las universidades turcas a trav¨¦s del chantaje, las amenazas y la presi¨®n a otros acad¨¦micos¡±. ¡°Las elecciones creaban divisiones entre el profesorado¡±, asegura la fuente: ¡°No en todos los organismos se utilizan las elecciones para seleccionar a la direcci¨®n. ?Hay elecciones en las f¨¢bricas para seleccionar qui¨¦n manda? ?O al frente de los ferrocarriles o los servicios postales?¡±.
Es cierto que, hasta ahora, era el presidente quien designaba a los rectores entre los tres candidatos m¨¢s votados por el profesorado de cada universidad, pero el que Erdogan pueda nombrarlos sin consulta ha despertado las iras de los acad¨¦micos. ¡°En las sociedades democr¨¢ticas las universidades son aut¨®nomas¡±, recuerdan en una carta de protesta los profesores de la Universidad del B¨®sforo, una de m¨¢s prestigiosas de Turqu¨ªa y para la que Erdogan acaba de nombrar rector a Mehmed ?zkan, hermano de una diputada del partido gobernante, ignorando los resultados de las elecciones internas, celebradas en julio y en las que la actual rectora, G¨¹lay Barbarosoglu, obtuvo el 86 % de los votos.
Adem¨¢s, parte de los 1.577 decanos de las facultades de todo el pa¨ªs que fueron obligados a dimitir los d¨ªas posteriores al golpe no han sido restablecidos en sus puestos, lo que hace temer que los m¨¢s cr¨ªticos puedan ser sustituidos por adeptos al Gobierno.
¡°En la universidad reina un ambiente de temor¡±, explica Nihat, titular en una instituci¨®n privada y que tampoco quiere dar su verdadero nombre: ¡°Y muchos profesores se autocensuran¡±. Especialmente desde el caso de Zeynep Sayin Balik?ioglu, que fue fulminantemente despedida despu¨¦s de que un alumno la grabase tildando a Erdogan de ¡°vulgar¡± y ¡°maleducado¡±. Nihat explica que muchos acad¨¦micos sienten miedo incluso de sus propios alumnos, entre los que puede haber algunos cercanos al partido gobernante que ¡°act¨²en como chivatos¡±, y habla de la existencia de listas negras que han empezado a circular en las que profesores aprovechan el estado de tensi¨®n actual para cargar contra sus rivales acad¨¦micos acus¨¢ndoles en falso. ¡°Yo creo que a m¨ª me quedan los d¨ªas contados¡±, se lamenta.
Tres acad¨¦micos de tres centros diferentes ¨Cp¨²blicos y privados- han confirmado a este diario que las actividades de los clubes de estudiantes y las asociaciones han sido reducidas al m¨ªnimo, incluso aquellas con escaso contenido pol¨ªtico, para no irritar al Gobierno. Los alumnos de la Universidad del B¨®sforo se han quejado en un v¨ªdeo de la excesiva presencia de agentes de polic¨ªa que, seg¨²n ellos, busca impedir toda actividad estudiantil. ¡°La universidad no son solo lecciones y libros de texto, son las charlas, los debates y las actividades extraescolares, pero todo eso se ha parado¡±, denuncia Levent D?lek, investigador de la Universidad de Estambul recientemente despedido.
Todo ello repercute en la calidad de la ense?anza. ¡°Est¨¢n expulsando a profesores que hemos dedicado toda nuestra vida a la investigaci¨®n y sustituy¨¦ndonos por los ac¨®litos del Gobierno, que en muchos casos no tienen la cualificaci¨®n necesaria¡±, asegura el catedr¨¢tico de Medicina Forense ?mit Bi?er, expulsado de la Universidad de Kocaeli: ¡°Esto provocar¨¢ graves da?os en la educaci¨®n, a la que est¨¢n vaciando de contenido. Este Gobierno quiere imponer un pensamiento ¨²nico y por eso intenta silenciar a la oposici¨®n¡±.
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