Acusada de relaciones il¨ªcitas tras denunciar una violaci¨®n en Dub¨¢i

Una turista brit¨¢nica ha sido detenida en Dub¨¢i y acusada de ¡°relaciones extramatrimoniales¡±, tras haber acudido a la polic¨ªa para denunciar que hab¨ªa sido violada por dos hombres de su misma nacionalidad. La informaci¨®n, revelada por la red de activistas Detained in Dubai, ha sido confirmada por su familia a varios medios del Reino Unido. Aunque ya ha sido puesta en libertad bajo fianza, se encuentra a la espera de juicio porque en Emiratos ?rabes Unidos (EAU) es ilegal mantener relaciones fuera del matrimonio.

La mujer, de 25 a?os y cuya identidad no puede revelarse por imperativo legal, estaba de vacaciones en la ciudad el mes pasado cuando conoci¨® a otros dos brit¨¢nicos en el hotel donde se alojaba. Tras compartir una bebida, la invitaron a su habitaci¨®n, donde seg¨²n su familia, se turnaron para violarla y filmar el abuso.

¡°Acudi¨® a la polic¨ªa como v¨ªctima de una de las peores experiencias imaginables, pero la est¨¢n tratando como a una criminal¡±, ha declarado un amigo de la familia al diario The Sun.

De acuerdo con la misma fuente, no puede abandonar el pa¨ªs porque las autoridades le han retenido el pasaporte y necesita 24.000 libras (unos 28.000 euros) para pagar su defensa. De momento, se aloja en casa de una familia inglesa, pero ¡°est¨¢ absolutamente aterrorizada¡± ante la perspectiva de una larga pena de c¨¢rcel. Hace tres a?os, la noruega Marte Deborah Dalelv fue condenada a 16 meses por un caso parecido.

Mientras, los presuntos violadores de la brit¨¢nica regresaron a Birmingham horas despu¨¦s del incidente, sin que se hayan presentado cargos contra ellos. ¡°Sabemos qui¨¦nes son los culpables, pero hasta donde yo s¨¦ la polic¨ªa de West Midlands no est¨¢ haciendo nada¡±, se ha quejado la madre de la v¨ªctima en referencia al condado donde se sit¨²a la citada ciudad. La diplomacia brit¨¢nica est¨¢ siguiendo el caso.

¡°EAU tiene una larga historia de penalizar a las v¨ªctimas de violaci¨®n¡±, ha declarado Radha Stirling, fundadora y directora de Detained in Dubai, un grupo basado en Londres que facilita asistencia legal en el emirato. ¡°La polic¨ªa no diferencia entre una relaci¨®n consentida y una violaci¨®n. Las v¨ªctimas acuden [a comisar¨ªa] esperando justicia y acaban procesadas. No s¨®lo les niegan su car¨¢cter de v¨ªctimas, sino que les castigan por ello¡±.

A pesar de la imagen glamurosa que Dubai proyecta sobre el mundo, la legislaci¨®n emirat¨ª en lo que respecta a los derechos civiles, sigue estando a a?os luz de las normas occidentales. Todas las relaciones sexuales fuera del matrimonio son ilegales, sea cual sea la relaci¨®n que una pareja tenga en su pa¨ªs de origen; por la misma raz¨®n quedan fuera de la ley las relaciones homosexuales, ya que no se reconocen los matrimonios entre personas del mismo sexo.

¡°Las muestras de afecto en p¨²blico est¨¢n prohibidas. (¡­) Asimismo, las relaciones sexuales fuera del matrimonio son ilegales, independientemente del tipo de relaci¨®n que tenga con su pareja en Espa?a (por ejemplo, si son pareja de hecho, figura jur¨ªdica no reconocida en los EAU). La cohabitaci¨®n, incluso en hoteles internacionales, tambi¨¦n es ilegal¡±, informa la p¨¢gina de recomendaciones de viaje del Ministerio de Asuntos Exteriores espa?ol. Las de otros pa¨ªses europeos son similares.

Seg¨²n la interpretaci¨®n local de la Shar¨ªa (ley isl¨¢mica), para probar la violaci¨®n se requiere o bien la confesi¨®n del violador o la declaraci¨®n de cuatro testigos (que tienen que ser hombres adultos). En esas circunstancias, el sistema favorece descaradamente al acusado y los casos suelen desestimarse o, lo que es peor, volverse contra la v¨ªctima. Esta es una de las razones que, seg¨²n los expertos, contribuyen al bajo nivel de denuncias. El asunto fue objeto de debate hace un par de a?os, pero la ¨²ltima reforma del c¨®digo penal no lo ha recogido.

Las occidentales envueltas en estas situaciones suelen lograr librarse de la pena tras la intervenci¨®n de sus gobiernos y la concesi¨®n del perd¨®n por parte del emir. Fue lo que sucedi¨® con la noruega Dalelv y alguna otra brit¨¢nica. Quienes llevan la peor parte, seg¨²n los activistas de derechos humanos, son las trabajadoras inmigrantes, normalmente procedentes de pa¨ªses asi¨¢ticos, cuyos casos rara vez salen a la luz p¨²blica.