El paramilitarismo repunta en Colombia tras el nuevo acuerdo de paz
Tres dirigentes de izquierda fueron asesinados y dos resultaron heridos graves durante el fin de semana
A Erley Monroy lo encontraron herido de muerte el pasado viernes en una vereda de San Vicente del Cagu¨¢n. Las lesiones eran tan graves que, pocas horas despu¨¦s, muri¨® en el hospital. Un d¨ªa despu¨¦s, Hugo Cu¨¦llar, fue atacado a la salida del entierro de Monroy. El atentado no acab¨® con su vida, aunque a¨²n se encuentra en estado cr¨ªtico. Cu¨¦llar y Monroy tienen algo en com¨²n: ambos son l¨ªderes sociales vinculados a la izquierda. Y no han sido las ¨²nicas v¨ªctimas de las ¨²ltimas horas. El cruento fantasma del paramilitarismo ha aflorado este fin de semana en Colombia con el asesinato de tres personas y el intento de acabar con dos m¨¢s. Los ataques han sembrado el p¨¢nico las horas previas al acto en el que el presidente, Juan Manuel Santos y el l¨ªder de las FARC, alias Timochenko, firmar¨¢n el nuevo acuerdo de paz. La ceremonia, cuyo lugar y d¨ªa est¨¢n a¨²n por concretar, se celebrar¨¢ esta semana, seg¨²n fuentes conocedoras de las negociaciones. La c¨²pula de las FARC lleg¨® este lunes por la tarde a Bogot¨¢.
Un panfleto mal escrito, con el sello de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y un rifle, repartido por algunos de los municipios m¨¢s golpeados por m¨¢s de 50 a?os de conflicto, daba cuenta de la autor¨ªa de los cr¨ªmenes de este fin de semana: ¡°Somos las autodefensas de Colombia, llegamos al Caquet¨¢ y esta vez s¨ª para quedarnos. Milicianos y testaferros de las FARC venimos a hacer limpieza¡±. Un informe publicado por el diario El Espectador aseguraba que durante este a?o 70 l¨ªderes sociales han sido asesinados, 28 fueron v¨ªctimas de atentados y 279 recibieron amenazas.
La sombra del genocidio a finales de los ochenta y principios de los noventa de m¨¢s de 4.000 miembros da Uni¨®n Patri¨®tica, la formaci¨®n de izquierda surgida a ra¨ªz de los di¨¢logos de paz con el expresidente Belisario Betancur y de la que formaban parte integrantes de las FARC, ha aflorado de nuevo. La guerrilla ha reclamado al presidente, Juan Manuel Santos, que act¨²e con firmeza ante los nuevos ataques: ¡°Es muy dram¨¢tica y preocupante la situaci¨®n. Un nuevo genocidio est¨¢ en marcha contra l¨ªderes sociales y campesinos¡±, afirma un texto firmado por el secretariado de la guerrilla, la direcci¨®n de las FARC.
Los asesinatos de los l¨ªderes sociales, as¨ª como la muerte de dos miembros de la guerrilla la semana pasada en un ataque con el Ej¨¦rcito, han evidenciado la necesidad de que el nuevo acuerdo de paz, anunciado el pasado d¨ªa 13, se implemente lo m¨¢s r¨¢pido posible. No solo las FARC urgen a una consolidaci¨®n del mismo. El jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, y el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, recalcaron durante el fin de semana la importancia de no demorar m¨¢s este proceso. ¡°Tres muertos m¨¢s y se puede ir al piso [suelo] el proceso¡±, aseguraba Jaramillo en una entrevista El Espectador. ¡°Olvidamos que hay un grupo de 7.000 o m¨¢s se?ores en trance de dejar las armas. Una guerrilla no puede estarse quieta¡±, advirti¨® por su parte De la Calle en diario El Tiempo.
Las FARC y el Gobierno ultiman el mecanismo de refrendaci¨®n del nuevo acuerdo, despu¨¦s del rechazo de los colombianos al viejo texto en el plebiscito del pasado 2 de octubre. Santos ha dejado ver que no se celebrar¨¢ una nueva consulta y que el pacto ser¨¢ tramitado a trav¨¦s del Congreso. A partir de entonces, se iniciar¨¢ el proceso de desmovilizaci¨®n de la guerrilla y la entrega de las armas, que tendr¨¢ que concluir en un m¨¢ximo de 180 d¨ªas.
El Ejecutivo y la guerrilla quieren garantizarse que el nuevo acuerdo se implemente mediante el mecanismo de ¡®fast track¡¯, un tr¨¢mite en el Congreso con menos debates de los que normalmente se necesitan para lograr sacar adelante una ley. De lo contrario, todo lo incluido en el texto, especialmente la puesta en marcha de la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP) y el se podr¨ªa demorar hasta finales del a?o que viene y dificultar su implementaci¨®n, un limbo, otro m¨¢s, que cuenta con el rechazo frontal de la guerrilla.
Adem¨¢s de cerrar estos flecos, y a la espera de que se anuncie el d¨ªa y el lugar del acto en el que Santos y Timochenko se volver¨¢n a estrechar la mano, est¨¢ por ver tambi¨¦n cu¨¢l ser¨¢ la postura oficial del expresidente ?lvaro Uribe, abanderado del ¡®no¡¯ en el plebiscito, sobre el nuevo acuerdo. El hoy senador ha insinuado que los cambios realizados son m¨ªnimos y que los reclamos de los partidarios del ¡®no¡¯ permanecen en el texto. Quien s¨ª se ha pronunciado ha sido el otro exmandatario partidario de rechazar el viejo acuerdo, Andr¨¦s Pastrana, quien critic¨® el nuevo pacto y pidi¨® a Santos que lo refrende mediante otra consulta y no a trav¨¦s del Congreso.
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