De cerro en cerro, cautivos de Los Tequileros en M¨¦xico
En sus declaraciones a la fiscal¨ªa de Guerrero, dos hombres y un menor relatan su periplo de tres d¨ªas con la banda de secuestradores
El jueves pasado, entre las seis y las siete de la tarde, un grupo de hombres armados lleg¨® a la comunidad de San Jer¨®nimo, en M¨¦xico. Eran entre 17 y 20 y se instalaron en la calle principal. San Jer¨®nimo es un poblado del municipio de Ajuchitl¨¢n, en la regi¨®n de Tierra Caliente, al norte del Estado de Guerrero. Los vecinos conoc¨ªan a esos hombres. Las armas, las formas, las intenciones. Desde hace m¨¢s de un a?o, esta banda de secuestradores campa a sus anchas por la regi¨®n. Se hacen llamar Los Tequileros. Atemorizan, secuestran, graban a sus cautivos en video, piden rescates, acusan a otros delincuentes de sembrar el miedo. Roberto ?lvarez, delegado del Gobierno federal en la regi¨®n, dice que no se quedan en un sitio fijo. ¡°Como es una zona accidentada, se mueven de un lado a otro y es muy dif¨ªcil seguirles¡±.
Aquella tarde, apostados en mitad del pueblo, Los Tequileros se llevaron a diez personas con toda tranquilidad. Algunos eran menores. No se supo de ellos hasta el domingo, cuando la polic¨ªa encontr¨® a tres en la vereda de una carretera cercana. Estaban medio deshidratados. De acuerdo al reporte de los agentes que los encontraron, obtenido por EL PA?S, se trata de Benito D¨ªaz y Ra¨²l Santib¨¢?ez, campesinos de 39 y 23 a?os, adem¨¢s de Joel Alonzo, estudiante de 16. ¡°Las tres v¨ªctimas¡±, dice el informe, ¡°no ubican [el lugar donde los tuvieron], solo hablan de un cerro muy alto (¡) Siempre fueron sometidos y amenazados con la vista hacia abajo. Les cubrieron la cara con unas playeras (¡) Una de las v¨ªctimas [dice] que entre los individuos armados se dec¨ªan que pertenec¨ªan al grupo de Los Tequileros y que el territorio donde los llevaban era de ellos¡±. De los otros siete a¨²n no se tienen noticias.
Desde hace a?os, Guerrero vive cautivo de una guerra encarnizada entre bandas menores. Son grupos delictivos que controlan territorios exiguos, de alcance local. En el caso de Los Tequileros, sus dominios son unas cuantas comunidades del pueblo vecino de Ajuchitl¨¢n, San Miguel Totolapan. Las veredas que unen esas comunidades, algunos cerros, cuevas y r¨ªos. Su principal enemigo en esta guerra es la banda que domina Arcelia, otro pueblo de la regi¨®n, adem¨¢s de unos pocos municipios del Estado de M¨¦xico como Tlatlaya o Tejupilco. Se trata de La Familia, un residuo del cartel de La Familia Michoacana. Seg¨²n fuentes de la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n, la pugna entre ambos grupos podr¨ªa responder a una enemistad personal entre sus l¨ªderes. Aunque tambi¨¦n tendr¨ªa que ver con el control de la producci¨®n minera en la regi¨®n.
El secuestro de San Jer¨®nimo es el segundo de caracter¨ªsticas similares que ocurre en esta parte de Guerrero. En enero, Los Tequileros se llevaron a 27 personas de Ajuchitl¨¢n y Arcelia en dos eventos distintos. Casi todos fueron liberados previo pago de un rescate. Dos murieron. Ahora la exigencia es la misma, dinero.
Los tres liberados cuentan en sus declaraciones que Los Tequileros los trajeron ¡°caminando por diversos cerros, llev¨¢ndolos hasta un cerro m¨¢s alto donde los tuvieron en cautiverio, separ¨¢ndolos el d¨ªa veinte de noviembre, baj¨¢ndolos del cerro caminando y los dejaron cerca de un basurero donde les dijeron que estaban en libertad¡±.
En enero, los secuestradores publicaron un video en redes sociales en que avisaban que si el Gobierno no capturaba al l¨ªder de La Familia, sucesos as¨ª ocurrir¨ªan de nuevo. Este fin de semana trascend¨ªa otro v¨ªdeo. Uno de los supuestos secuestrados se reconoc¨ªa como halc¨®n de la familia, tras recibir una buena cantidad de golpes. De momento no se ha confirmado su autenticidad, aunque concuerda con el modus operandi de Los Tequileros.
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