Las modificaciones del nuevo acuerdo de paz en Colombia
El texto incorpora muchos de los reclamos del 'no' aunque no ha tocado los temas m¨¢s criticados
El nuevo acuerdo de paz pactado entre el Gobierno de Colombia y las FARC el pasado 12 de noviembre tiene 310 p¨¢ginas, 13 m¨¢s que el primer texto que firmaron ambas partes en septiembre. La ampliaci¨®n se debe a la incorporaci¨®n de algunas de las propuestas de los opositores a lo acordado en La Habana durante cuatro a?os, los ganadores del plebiscito del pasado 2 de octubre.
Estos son los cambios esenciales que ha sufrido el documento durante 41 d¨ªas de renegociaci¨®n y que ser¨¢ firmado por el presidente Juan Manuel Santos y el l¨ªder de la guerrilla Rodrigo Londo?o, Timochenko, en el Teatro Col¨®n de Bogot¨¢.
- Enfoque de g¨¦nero: Los sectores cristianos de Colombia, en concreto las iglesias evang¨¦licas, rechazaron desde un inicio los pactos de La Habana porque "vulneran principios evang¨¦licos como el de la familia cuando se habla de equilibrar los valores de la mujer con los de estos grupos [en referencia a la comunidad LGTBI]", asegur¨® Edgar Casta?o, presidente de la Confederaci¨®n Evang¨¦lica de Colombia. Con una fuerza electoral de 10 millones de fieles, seg¨²n c¨¢lculos del Ministerio del Interior, fueron unos de los vencederos en el plebiscito, adem¨¢s de un grupo de presi¨®n fundamental para que en el nuevo acuerdo las menciones al enfoque de g¨¦nero se hayan reducido de 144 a 55.
A lo largo del texto inicial, el ¨¦nfasis en la igualdad de hombres, mujeres, homosexuales, heterosexuales y personas con identidad diversa aparec¨ªa en diversos apartados, con especial importancia en un breve punto espec¨ªfico.? "Vamos a sacar todo aquello que amenace a la familia, que amenace a la Iglesia y vamos a buscar una frase, una palabra, que no le d¨¦ temor a los creyentes¡±, dijo el presidente Santos. Y as¨ª se ha hecho. Se mantiene el objetivo de que todas las personas afectadas por el conflicto se beneficien en igualdad de condiciones durante el proceso de implementaci¨®n, pero sin referencias expl¨ªcitas a los colectivos gais. Adem¨¢s, se hace menci¨®n a la familia como unidad social.
Los grupos cristianos, contrarios a derechos sociales aprobados en Colombia como el matrimonio homosexual, la adopci¨®n para parejas del mismo sexo o la ley del aborto, tambi¨¦n han conseguido que se incluya la libertad de cultos y a las v¨ªctimas de la Iglesia en el nuevo texto.
- Participaci¨®n pol¨ªtica: Uno de los argumentos recurrentes de los promotores del no?fue promover la idea de que Timochenko ser¨ªa presidente de Colombia en 2018 gracias al acuerdo original. En ese texto se plante¨® que, con independencia de los votos conseguidos, las FARC tendr¨ªan cinco curules asegurados en el Senado y otros cinco en la C¨¢mara de Representantes. El partido de la guerrilla, seg¨²n el primer acuerdo, recibir¨ªa el 10% del presupuesto que el Estado dedica a la financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos.
El nuevo documento no especifica una cifra de financiaci¨®n, se limita a plasmar que el movimiento pol¨ªtico que forme la insurgencia recibir¨¢ anualmente y hasta julio de 2026: "Una suma equivalente al promedio que recibieron los partidos o movimientos pol¨ªticos con personer¨ªa jur¨ªdica para su funcionamiento en las elecciones previas a la firma del Acuerdo Final". Las FARC mantienen sus esca?os garantizados durante dos per¨ªodos electorales consecutivos, aunque la oposici¨®n y parte de la sociedad colombiana rechace que l¨ªderes guerrilleros con delitos de lesa humanidad accedan a las instituciones.
- Bloque de constitucionalidad: El expresidente ?lvaro Uribe, cabeza visible de la oposici¨®n a los acuerdos de paz, rechaz¨® de manera en¨¦rgica la incorporaci¨®n de los textos a la Carta Magna. "Si hubiera ganado el s¨ª,?la Constituci¨®n colombiana estar¨ªa sustituida", reiter¨® en varias ocasiones el actual senador del partido Centro Democr¨¢tico. El 12 de noviembre Santos asegur¨® en una declaraci¨®n p¨²blica que el nuevo texto ya no formar¨ªa parte de la Constituci¨®n: "Solo quedar¨¢n los temas de derechos humanos y de Derecho Internacional Humanitario, que ya de por s¨ª hacen parte de la Constituci¨®n". Sin embargo, el nuevo pacto plantea incorporar un art¨ªculo transitorio para que instituciones y autoridades estatales "cumplan de buena fe con lo establecido en el Acuerdo Final". Este apartado, con vigencia desde su entrada en vigor hasta pasado tres legislaturas presidenciales, asegura que futuros mandatarios no pueden modificar lo negociado.
- Restricci¨®n de la libertad o c¨¢rcel: Pese a que en un primer momento el uribismo reclamara prisi¨®n para determinados guerrilleros, en la propuesta que entreg¨® al Gobierno de Santos cambi¨® la c¨¢rcel por la reclusi¨®n en granjas agr¨ªcolas. Finalmente, el texto pactado establece que el Tribunal para la Paz debe fijar espacios concretos en donde deben estar los sancionados durante la ejecuci¨®n de la pena (que nunca ser¨¢n m¨¢s grandes que una Zona Veredal Transitoria de Normalizaci¨®n), los horarios en los que deben cumplir las sanciones restaurativas y el sitio de residencia durante la ejecuci¨®n de la sanci¨®n.
- La Jurisdicci¨®n Especial para la Paz: Los opositores han conseguido que los magistrados que conformen el Tribunal para la Paz sean colombianos y se acepta la asesor¨ªa de juristas extranjeros. Esta instituci¨®n tendr¨¢ un recorrido de 10 a?os, prorrogable cinco m¨¢s. Solo durante los dos primeros podr¨¢ recibir solicitudes de investigaci¨®n, un per¨ªodo que podr¨¢ extenderse un a?o m¨¢s.
- El narcotr¨¢fico: El nuevo acuerdo establece que se delimitar¨¢ caso a caso si el delito de narcotr¨¢fico se considera conexo al de rebeli¨®n y, por tanto, aministiable o ser¨¢ sancionado. "Las conductas dirigidas a facilitar, apoyar o financiar el conflicto" ser¨¢n perdonas, es decir, todas aquellas que, seg¨²n los jueces, no hayan derivado en "enriquecimiento personal de los rebeldes ni sean consideradas crimen de lesa humanidad, grave crimen de guerra o genocidio". Adem¨¢s, seg¨²n explic¨® Santos en una declaraci¨®n p¨²blica: "Todos los que se presenten a la JEP a entregar toda la informaci¨®n relacionada con el narcotr¨¢fico de manera exhaustiva y detallada para atribuir responsabilidades".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.