La tregua del f¨²tbol que no pudo ser en Alepo

La dividida capital del norte de Siria sufre desde hace una semana las consecuencias de una ofensiva general de las fuerzas gubernamentales, que dominan el oeste de la ciudad, contra las milicias rebeldes, que controlan el este desde 2012. Est¨¢ siendo una de las batallas m¨¢s sangrientas en los m¨¢s de cinco a?os de conflicto civil en el pa¨ªs ¨¢rabe. Desde el pasado d¨ªa 15, cuando se reanudaron los ataques tras cerca de un mes de relativa calma, han muerto al menos 140 civiles en los distritos orientales; los hospitales han quedado pr¨¢cticamente fuera de servicio, y las escuelas han vuelto a ser clausuradas por los bombardeos. A partir del mes de julio, m¨¢s de un cuarto de mill¨®n de personas siguen cercadas bajo un diluvio de fuego y sin poder recibir ayuda humanitaria.

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La breve paz en las trincheras

¡°Aqu¨ª en Alepo solo quedan los pobres, aquellos que no tienen ad¨®nde ir¡±

El partido, que estaba convocado para el mediod¨ªa de este jueves, nunca se disput¨®. Los portavoces del r¨¦gimen hab¨ªan habilitado incluso un ¡°corredor seguro¡± para permitir el acceso de los habitantes del este de Alepo al estadio de Hamdania, en una zona gubernamental pr¨®xima al frente de guerra, seg¨²n informa la BBC. Ni las bombas arrojadas por la aviaci¨®n siria ni los cohetes disparados por las bater¨ªas insurgentes han dejado de caer sobre las inmediaciones del terreno de juego.

Desde las filas gubernamentales tal vez se haya querido evocar la tregua de Navidad de 1914, en las trincheras Primera Guerra Mundial, durante la que soldados brit¨¢nicos y alemanes se enfrentaron en un partido de f¨²tbol tras la interrupci¨®n de los combates. En las redes sociales, los partidarios de El Asad desprend¨ªan un cierto tono de burla.

El r¨¦gimen ofrece peri¨®dicamente v¨ªas de escape a los combatientes rebeldes para poder abandonar con seguridad el cerco de Alepo a cambio de deponer las armas. Mediante el env¨ªo masivo de SMS o del lanzamiento de octavillas, tambi¨¦n anima a los civiles a pasarse la zona bajo control gubernamental sin temor a represalias. Los insurgentes han rechazado hasta ahora todas las ofertas y prosiguen la lucha. La poblaci¨®n, mientras tanto, no se atreve a salir de los refugios situados bajo sus casas ni para recibir atenci¨®n sanitaria.

La invitaci¨®n al partido amistoso ha sido? recibida desde la oposici¨®n como una operaci¨®n de propaganda del r¨¦gimen para intentar mejorar su imagen internacional con un gesto de buena voluntad mientras prosigue los ataques sistem¨¢ticos sobre zonas densamente pobladas. ¡°Nos bombardean y nos matan, y luego nos invitan al f¨²tbol¡±, se quejaba a la cadena Al Arabiya un m¨¦dico del este de Alepo. ¡°?Es una especie de broma pesada¡±. Parec¨ªa que el f¨²tbol era lo ¨²nico que quedaba en com¨²n a ambos lados de las trincheras de Siria.