Betsy DeVos, una innovadora en educaci¨®n
La nominada para la cartera de Educaci¨®n pertence a una de las mayores fortunas familiares de Estados Unidos
Betsy DeVos es una desconocida fuera de Michigan. Eso pese a llevar uno de los grandes nombres de la plutocracia estadounidense y de que su batalla personal tiene repercusiones por todo el pa¨ªs. La elegida por el presidente electo Donald Trump para secretaria de Educaci¨®n es una de las principales activistas para la implantaci¨®n de un modelo que da total libertad a los padres para decidir d¨®nde estudian sus ni?os.
La nominada est¨¢ casada con Dick DeVos, hijo del cofundador de Amway Corporation, de las 30 mayores compa?¨ªas no cotizadas en EE UU. Su hermano es el fundador de la contratista Blackwater. La fortuna familiar de los DeVos se estima en 5.100 millones de d¨®lares, seg¨²n Forbes. Y como otros magnates, tratan de devolver parte de su patrimonio a la sociedad a trav¨¦s de un centenar de iniciativas.
Los DeVos aparecen en el puesto 24 de la lista anula de mayores donantes que publica Forbes, que lidera Warren Buffet entre un total de 50 familias estadounidenses. Son los ¨²nicos residentes en Michigan que forman parte de tan exclusivo club. Se calcula que el clan de Grand Rapids don¨® un total acumulado de 1.330 millones a instituciones que van desde hospitales hasta organizaciones art¨ªsticas.
Solo en 2015 movilizaron 104 millones en el ¨¢mbito de la educaci¨®n, la salud y las artes. Pero la caridad sirve, tambi¨¦n, para ganar influencia. Parte de los logros pol¨ªticos los DeVos se explican por esta masa de recursos. Como ellos mismo explican, ¡°siempre tratan de poner sus creencias en acci¨®n¡±. Su generosidad fue as¨ª a causas pol¨ªticas, como a financiar campa?as contra el matrimonio homosexual.
Betsy DeVos, sin embargo, considera que la educaci¨®n no debe ser partidista. Parte de la base de que no hay una soluci¨®n ¨²nica al complejo puzle de la ense?anza en EE UU. El modelo, opina, debe adaptarse a las circunstancias de cada ni?o y modernizar los m¨¦todos de aprendizaje. Por eso defiende echar abajo el principio de que a cada estudiante se le asigne un colegio en funci¨®n del c¨®digo postal de donde vive.
Intenso debate
La revoluci¨®n de Internet juega a su favor, porque hace obsoleta esta idea de que la educaci¨®n debe estar vinculada a un edificio. Pero el debate que genera su visi¨®n es intenso. La ciudad de Detroit es el mejor ejemplo. Las escuelas p¨²blicas tradicionales que peor rinden est¨¢n siendo sustituidas por colegios privados que operan gracias a fondos p¨²blicos, como las controvertidas escuelas ch¨¢rter.
El movimiento que lidera DeVos desde la American Federation of Children, de hecho, defiende estos colegios privados subvencionados porque parte del principio que todos los estudiantes deben tener la oportunidad de recibir una educaci¨®n de calidad. La pol¨¦mica se replica en Nueva York, donde se quiere imponer reglas m¨¢s rigurosas para limitar la proliferaci¨®n de las escuelas ch¨¢rter.
Donald Trump es un firme creyente de un modelo basado en la libertad de elecci¨®n, hasta el punto de que consider¨® para el cargo a Eva Moskowitz, fundadora de las escuelas ch¨¢rter neoyorquinas Success Academy. Y como Betsy DeVos, considera que es una cuesti¨®n clave para la competitividad del pa¨ªs y defiende que estos centros tengan acceso fondos federales, para el acceso a familias sin recursos.
¡°El statu quo es inaceptable¡±, dijo al aceptar la nominaci¨®n. La fil¨¢ntropa no lleg¨® a alinearse con el empresario. Se limit¨® a mirar y escuchar. Su familia, una de las grandes contribuyentes del Partido Republicano, hab¨ªa apostado por Marco Rubio. S¨ª admiti¨® que la elecci¨®n de Mike Pence a vicepresidente era una ¡°consideraci¨®n importante¡±. Como gobernador de Indiana, abraz¨® su modelo.
Pese a ser una desconocida en el plat¨® nacional, la trayectoria pol¨ªtica de Betsy DeVos es dilatada. De voluntaria para la campa?a de Gerald Ford lleg¨® a ser presidenta del Partido Republicano en Michigan y lider¨® el comit¨¦ nacional de las mujeres conservadoras. Como secretaria de Educaci¨®n, sin embargo, no podr¨¢ depender de su fortuna personal para cumplir sus prioridades y deber¨¢ tender puentes con la oposici¨®n.
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