Am¨¦rica Latina y sus bombas de tiempo
La clase media creci¨® vigorosamente, pero esto no es necesariamente sin¨®nimo de estabilidad
"Lo bueno, lo malo y lo feo", el spaghetti western m¨¢s ¨¦pico del siglo XX, podr¨ªa ser tambi¨¦n el t¨ªtulo de esta nota. Porque el presente y futuro de Am¨¦rica Latina tiene de las tres cosas aunque no siempre lo que puede ser m¨¢s importante ¡ªlas amenazas¡ª es lo m¨¢s evidente.
Importante ¡ªy evidente¡ª el crecimiento econ¨®mico de 80% y los efectos de la "d¨¦cada expansiva" 2002-2012: reducci¨®n de la pobreza en 30% y crecimiento de la clase media en otro 30%. Nunca antes Latinoam¨¦rica hab¨ªa pasado por una d¨¦cada as¨ª. Simult¨¢neamente, un entorno esencialmente favorable en desarrollos democr¨¢ticos. Asimismo, una regi¨®n a a?os luz de las cat¨¢strofes y tensiones migratorias que hoy remecen Europa y otros lares.
Se sabe bien del actual "bache" recesivo, derivado del enfriamiento de la econom¨ªa global. M¨¢s all¨¢ de responder, como corresponde, con pol¨ªticas antic¨ªclicas, ser¨ªa bueno que este "¨¢rbol" de corto plazo no nos impida ver el "bosque" amenazante a la estabilidad pol¨ªtica e institucional de la regi¨®n que est¨¢ m¨¢s all¨¢ de la cl¨¢sica cr¨®nica sobre la pobreza y la desigualdad. Lo m¨¢s grave de lo "malo y lo feo" est¨¢ en tres asuntos que deben ser tomados en cuenta para ajustar las pol¨ªticas p¨²blicas de manera que nuestras sociedades no estallen en violencia y polarizaci¨®n por estas bombas de tiempo.
En primer lugar, la creciente falta de legitimidad de la autoridad y de las instituciones p¨²blicas. Gobiernos elegidos que pierden r¨¢pidamente popularidad; electorado ausente cuando la votaci¨®n no es obligatoria y falta de credibilidad en la palabra oficial. Se alimenta esta percepci¨®n esencialmente con dos ingredientes graves y fundamentales: la corrupci¨®n y la criminalidad.
En las percepciones extendidas, la corrupci¨®n aparece fatalmente y autom¨¢ticamente asociada al poder p¨²blico. En una reciente encuesta en el Per¨² se recog¨ªa la percepci¨®n de que el 85% de la gente siente que "todos" los pol¨ªticos son corruptos. No es as¨ª, pero las conductas sociales se basan no necesariamente en datos verificados sino en impresiones.
Asimismo, la criminalidad ¡ªy el crimen organizado¡ª es percibida como la principal amenaza en la mayor¨ªa de pa¨ªses de la regi¨®n y que la autoridad no hace lo necesario para prevenir y enfrentar el crimen. Consecuencia: terreno f¨¦rtil para respuestas que "corten camino", como la justicia por mano propia o medidas ajenas a la ruta democr¨¢tica (jueces sin rostro, pena de muerte, ej¨¦rcito en las calles, etc.).
En segundo lugar, una clase media que creci¨® vigorosamente desde el 2002 en m¨¢s de 30% y que, contra lo que algunos creen, no es necesariamente "factor de estabilidad". No s¨®lo porque hay expectativas no resueltas (mejor calidad de transporte p¨²blico, salud o educaci¨®n) sino que se siente ¡ªy est¨¢¡ª amenazada por el enfriamiento econ¨®mico. Como lo ha analizado finamente Francis Fukuyama, una clase media amenazada con dejar de ser tal ha sido hist¨®ricamente un gran factor de inestabilidad pol¨ªtica y social; tiene m¨¢s informaci¨®n, tiempo y recursos para la protesta que los sectores m¨¢s pobres.
En tercer lugar, la mutaci¨®n acelerada de sociedades rurales a urbanas, lo que no es un simple dato demogr¨¢fico neutral. Tiene profundas implicancias pol¨ªticas y sociales que m¨¢s del 80% de la gente viva hoy en ciudades ¡ªo megaciudades¡ª que se encuentran colapsadas en asuntos cruciales como el transporte p¨²blico o el abastecimiento de agua. Esto erosiona el tejido social y alimenta la violencia y la tensi¨®n. As¨ª, las pol¨ªticas del municipio de una megaciudad, en un sentido u otro, pasan a tener repercusiones sociales y pol¨ªticas grandes dejando de ser un asunto "local". Si, como est¨¢ haciendo, por ejemplo, el Gobierno municipal de Lima, priorizando la inversi¨®n en intercambios viales para automovilistas particulares y no para un transporte p¨²blico de calidad, se est¨¢ sembrando bombas de tiempo.
Corrupci¨®n ¡ªreal o percibida¡ª, criminalidad creciente, clase media amenazada y ciudades en combusti¨®n son, as¨ª, bombas de tiempo sobre las cuales hay que actuar reformulando pol¨ªticas p¨²blicas y las funciones de sus instituciones.
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