Cuba mira hacia el futuro tras el sepelio de Fidel Castro

En una escena con un tonel de Historia sobre sus hombros, Ra¨²l Castro deposit¨® esta ma?ana la urna con las cenizas de Fidel Castro en el sobrio monolito construido en un cementerio de Santiago de Cuba para guardar sus restos, cerrando nueve d¨ªas de luto y siete de fastos f¨²nebres oficiales. Fidel Castro ha muerto y Cuba mira al futuro con esperanza y complejos desaf¨ªos.

El presidente Castro, de 85 a?os, deber¨¢ completar la impostergable reforma del r¨¦gimen que inici¨® tras relevar a su hermano en 2006 y pasar el testigo a la nueva generaci¨®n de dirigentes, pues se ha comprometido a dejar su cargo en 2018, si bien seguir¨¢ hasta 2021 como jefe del Partido Comunista.

¡°La Cuba post-Fidel no empieza ahora. Empez¨® hace diez a?os¡±, dice desde La Habana el polit¨®logo Rafael Hern¨¢ndez, que afirma que la transici¨®n de poder est¨¢ en marcha ¡°aunque no se vea desde fuera¡±.

El vicepresidente Miguel D¨ªaz-Canel, 56 a?os, perfil discreto, hombre del partido, parece el mejor situado para suceder a Castro. Detr¨¢s de plano tras dejar el ministerio de Econom¨ªa hace meses, Marino Murillo, 55 a?os, dirige los planes econ¨®micos, la llave maestra del pretendido intento de la c¨²pula cubana de cambiar para que nada cambie: m¨¢s desarrollo pero atornillando al partido.

¡°De la generaci¨®n hist¨®rica s¨®lo quedan tres con poder, Castro, Ramiro Vald¨¦s (84 a?os) y Jos¨¦ Ram¨®n Machado Ventura (86). Viene una generaci¨®n con nuevas ideas que instaurar¨¢ cambios lentamente¡±, prev¨¦ desde la capital el periodista Reinaldo Escobar, del diario cr¨ªtico y censurado en la isla 14 y medio. Escobar fue detenido esta semana y dejado en libertad al cabo de unas horas. Con una sociedad m¨¢s conectada pese al limitado Internet y que asiste a los primeros brotes de periodismo no oficialista, sumado a la focalizada pero persistente actividad de opositores pol¨ªticos, otro de los desaf¨ªos de la Cuba que viene ser¨¢ abrir el pu?o del control de la sociedad civil.

Una apertura a la democracia queda descartada de momento, y el cubano de a pie sigue trat¨¢ndolo como un tab¨². Anoche en Santiago en el ¨²ltimo homenaje masivo a Fidel Castro, dos estudiantes segu¨ªan los discursos.

¨C?Pluripartidismo o continuidad?

¨CTe puedo dar una respuesta idealista o filos¨®fica. M¨¢s all¨¢ de que tengamos uno u otro sistema lo importante es mantener la estabilidad del pa¨ªs ¨Crespondi¨® Alexander Vega, de 19 a?os.

¨CMe gustar¨ªa votar por el mismo partido que tenemos pero entre diferentes candidatos ¨Cdijo Edel Mart¨ªnez, de 20.

La muerte del Fidel puede acelerar cambios econ¨®micos que con ¨¦l vivo no se tocaban por respeto al padre.

Al cierre de 2016 se calcula que el PIB baje del 4% de crecimiento de 2015 al 2%. ¡°Para los a?os futuros tiene que llegar a un 4% de crecimiento sostenido para que el pa¨ªs pueda superar muchas dificultades¡±, afirma Esteban Morales, economista de la Universidad de La Habana y experto en relaciones con Estados Unidos. ¡°Pero el bloqueo sigue firme y no s¨¦ si Trump lo elimine¡±.

Despu¨¦s del deshielo con Barack Obama, la llegada a la Casa Blanca del magnate republicano tocando viejos tambores de guerra contra La Habana tiene en suspenso el horizonte inmediato de las relaciones bilaterales, muy importantes para Cuba ahora que Venezuela, en desplome, no le basta para sostenerse.

Turismo, inversi¨®n extranjera y peque?a empresa ¨Cse espera que pronto se formalice la existencia de pymes¨C ser¨¢n las bazas de Ra¨²l Castro para capear eventuales turbulencias con Washington que retrasen el man¨¢ americano.

El campo cubano deber¨¢ renacer tambi¨¦n de las cenizas de d¨¦cadas de infructuosas pol¨ªticas de planificaci¨®n socialista. ¡°El problema de la producci¨®n agropecuaria es vital¡±, a?ade Morales. ¡°No hemos logrado todav¨ªa industrializar ning¨²n producto lo suficiente para abastecer la alimentaci¨®n del pueblo, aunque no haya hambre¡±. Cuba, isla muy f¨¦rtil, importa 2.000 millones de alimentos al a?o, al menos un 40% de lo que comen los cubanos, seg¨²n estima el economista.

Un nuevo periodo nacional se abre ante Cuba y los cubanos sienten tanta ilusi¨®n como v¨¦rtigo. ¡°Los de mi generaci¨®n han sido educados en un paternalismo que nada tiene que ver con la jungla a la cual nos escapamos. No estamos preparados para el mundo real¡±, ha expresado en un art¨ªculo en The New York Times la escritora Wendy Guerra, de 45 a?os. La impresi¨®n de todos estos d¨ªas en la Perla de las Antillas, en sus ciudades, en sus pueblitos, era de un silencioso estupor.