La CIA cree que Rusia intervino en la campa?a a favor de Donald Trump
El presidente-electo carga contra los esp¨ªas y recuerda los errores con las armas de Sadam Hussein
La CIA cree que Rusia intervino en la campa?a electoral de Estados Unidos para favorecer al candidato vencedor, el republicano Donald Trump, seg¨²n revel¨® este viernes The Washington Post. La CIA, seg¨²n esta informaci¨®n, atribuye a personas vinculadas al Gobierno ruso la difusi¨®n de correos electr¨®nicos robados que acabaron da?ando a la candidata dem¨®crata, Hillary Clinton. El equipo de Trump cuestion¨® en un comunicado las conclusiones de los servicios de espionaje. El presidente Barack Obama quiere esclarecer el caso antes de abandonar el cargo el 20 de enero.
"Son la misma gente que dijo que Sadam Hussein ten¨ªa armas de destrucci¨®n masiva", dice el comunicado de Trump. Se refiere a las conclusiones que sirvieron a otro presidente republicano, George W. Bush, para justificar la invasi¨®n de Irak en 2003, y que resultaron ser falsas. Cuando asuma el cargo, Trump deber¨¢ trabajar con los servicios de inteligencia a los que ahora acusa de difundir informaci¨®n falsa.
Seg¨²n fuentes gubernamentales an¨®nimas citadas por el Post, personas ligadas al Gobierno ruso entregaron a la organizaci¨®n Wikileaks los correos del Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata y del presidente de la campa?a de Clinton, John Podesta. Despu¨¦s Wikileaks los public¨®. Hasta ahora el espionaje estadounidense hab¨ªa se?alado a Rusia como responsable de robo y difusi¨®n de los correos, pero sin atribuirle expl¨ªcitamente un objetivo en favor de un candidato con nombre y apellido.
"La valoraci¨®n de la comunidad de inteligencia es que el objetivo de Rusia era favorecer a un candidato sobre otro, ayudar a que Trump saliese elegido. Este es el consenso", dijo al citado diario un alto funcionario. Esta fuente tuvo acceso a la informaci¨®n que responsables del espionaje de EE UU han proporcionado a puerta cerrada al Senado.
Existen pocos precedentes de intervenci¨®n extranjera en unas elecciones estadounidenses de tales dimensiones. Y menos en favor de un candidato espec¨ªfico, que adem¨¢s acab¨® ganando y ser¨¢ el pr¨®ximo presidente.
M¨¢s all¨¢ del posible papel de Rusia, del que no existen pruebas concluyentes, la afinidad entre Trump y el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, es p¨²blica. Ambos intercambiaron elogios en los meses previos a las elecciones, y Trump, que se rode¨® de asesores prorrusos en la campa?a, prometi¨® una mejora de las relaciones con Mosc¨² si era presidente. Y en plena campa?a, Trump anim¨® a Rusia a piratear los emails de Clinton.
La r¨¦plica de algunos en el entorno de Trump y de Wikileaks, la organizaci¨®n que difundi¨® los correos dem¨®cratas, es que las acusaciones a Rusia son teor¨ªas no confirmadas y reviven la paranoia del terror rojo ¡ªel miedo a la infiltraci¨®n sovi¨¦tica en EE UU¡ª de la Guerra Fr¨ªa y el mccarthysmo.
Obama ha encargado a los servicios de inteligencia un informe que debe estar listo antes de que Trump asuma el cargo. No est¨¢ claro si los resultados se har¨¢n p¨²blicos. El FBI ya tiene una investigaci¨®n abierta.
"Es posible que hayamos cruzado un nuevo umbral, y nos corresponde tenerlo en cuenta, revisarlo, y llevar a cabo alguna acci¨®n complementaria, para entender lo que ocurri¨® y sacar las lecciones aprendidas", dijo el viernes en un desayuno de prensa Lisa Monaco, consejera de Obama en antiterrorismo y seguridad interior.
La revisi¨®n de la Casa Blanca se suma a las peticiones de varios dem¨®cratas en el Senado y la C¨¢mara de Representantes para que el Gobierno de EE UU les proporcione informaciones m¨¢s detalladas sobre la injerencia rusa y eventualmente desclasifique la informaci¨®n.
En paralelo, destacados republicanos en el Senado cr¨ªticos con Trump, como John McCain, preparan una investigaci¨®n sobre el caso, seg¨²n el?Post. Si llegan a ponerla en marcha, podr¨ªa provocar un enfrentamiento con el presidente Trump.
Trump niega que Rusia est¨¦ detr¨¢s de la difusi¨®n de los correos electr¨®nicos del Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata o de Podesta. Los emails, publicados durante la campa?a, no revelaron casos de corrupci¨®n ni hechos delictivos, pero fueron un goteo constante que contribuy¨® a erosionar a Clinton. Reforzaron su imagen, entre parte de la poblaci¨®n, como pol¨ªtica poco transparente e incluso corrupta. No est¨¢ demostrado que la filtraci¨®n de correos robados fuese decisiva, pero quienes las orquestaron posiblemente lograron su objetivo.
"No deber¨ªa haber ninguna duda. No fue algo hecho as¨ª como as¨ª, no fue algo hecho por casualidad. No era un objetivo seleccionado de forma arbitraria", dijo hace unos d¨ªas el almirante Michael Rogers, jefe de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en sus siglas inglesas). "Fue un esfuerzo consciente por un estado naci¨®n de intentar lograr un efecto espec¨ªfico".
En un comunicado publicado el 7 de octubre, el Departamento de Inteligencia Nacional y el Departamento de Seguridad Interna se?alaron a Rusia como responsable del pirateo inform¨¢tico. "La comunidad de inteligencia de EE UU cree que el Gobierno ruso ha dirigido las recientes [acciones] comprometedoras de emails de personal e instituciones de EE UU, incluidas organizaciones pol¨ªticas de EE UU", dice el comunicado.
"No lo creo. No creo que interfiriesen", dice Trump en una entrevista publicada esta semana en la revista Time. El periodista le pregunta si cree que los jefes del espionaje de EE UU publicaron la citada declaraci¨®n con motivaciones pol¨ªticas. "Creo que s¨ª", replica el presidente electo.
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