¡°El machismo todav¨ªa es un obst¨¢culo para ser presidenta en M¨¦xico¡±
Socialdem¨®crata y feminista, la secretaria de Gobernaci¨®n de la Ciudad de M¨¦xico ataca el sexismo en pol¨ªtica y defiende una alianza de la izquierda
Patricia Mercado (Ciudad Obreg¨®n, 1957) es la guardiana del laberinto. Desde la Secretar¨ªa de Gobierno de la Ciudad de M¨¦xico controla el latido diario de la megal¨®polis. Un torrente imparable de manifestaciones, bloqueos y presos que ella reconduce con di¨¢logo y proximidad. Bien valorada hasta por sus oponentes, hay quienes ven en esta socialdem¨®crata y feminista la sucesora del jefe del Gobierno capitalino, Miguel ?ngel Mancera. Ella se desmarca.
Pregunta. Fue candidata a la presidencia de la Rep¨²blica en 2006 por el Partido Alternativa Socialdem¨®crata. ?Guarda buena memoria?
Respuesta. Como candidata mujer me pas¨® lo mejor y lo peor.
P. ?Y qu¨¦ fue lo mejor y lo peor?
R. Lo mejor fue que las mujeres empez¨¢bamos a ser un liderazgo de recambio. Lo peor fue la resistencia.
P. ?Y repetir¨ªa?
R. Me encantar¨ªa, pero el contexto es distinto. En aquel momento era una candidatura que ten¨ªa como objetivo poner una agenda sobre la mesa. Ahora, esa agenda ya est¨¢ enraizada en muchos proyectos y no tengo partido. Y en la izquierda con la que simpatizo, la m¨¢s socialdem¨®crata, Miguel ?ngel Mancera es el candidato.
P. Mancera ha anunciado su intenci¨®n de competir por la presidencia en 2018. ?Le sustituir¨ªa en la Ciudad de M¨¦xico?
R. No necesariamente. El jefe de Gobierno hace una propuesta y decide la Asamblea.
P. ?Pero aceptar¨ªa si le postulara?
R. Yo le dir¨ªa que quiero ser parte del equipo que aspire a la presidencia y que, por tanto, no me puedo quedar de jefa de Gobierno. Mientras est¨¦ aqu¨ª no juego, soy secretaria de Gobierno y eso significa construir acuerdos en esta diversidad tan grande.
P. ?Eso es rechazar la jefatura de Gobierno?
R. Lo que a m¨ª me gustar¨ªa es participar con ¨¦l en su aspiraci¨®n.
P. ?Se refiere a un esca?o?
R. S¨ª, a alguna posici¨®n desde la que podamos contribuir.
P. ?C¨®mo se lleva con el PRD, el partido que apoya a Mancera?
R. Bien, el PRD y el Movimiento Ciudadano forman la izquierda m¨¢s socialdem¨®crata.
P. ?Se afiliar¨ªa al PRD?
R. No, afiliaci¨®n no.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque ya tiene su din¨¢mica muy hecha. Ser¨ªa como llegar y meter m¨¢s problemas donde ya tienen suficientes. Lo tienen que resolver ellos. Yo estoy muy c¨®moda como ciudadana sin partido.
P. ?Y con Morena?
R. Tenemos excelente relaci¨®n, hemos hecho piso parejo para afrontar los problemas.
P. ?Por qu¨¦ Morena le gana terreno al PRD en las encuestas?
R. Ya son 17 a?os de Gobierno del PRD. De alguna manera hay gente que est¨¢ viendo agotada la propuesta del PRD y busca en Morena una alternativa de izquierda. Pero lo importante es que en la Ciudad de M¨¦xico entre el 60% y el 70% vota por la izquierda. Ambos se est¨¢n peleando ahora, pero igual pueden aliarse ma?ana.
P. ?Ver¨ªa bien una alianza?
R. Por supuesto, una alianza de las izquierdas, comprometida con la vida cotidiana de la gente, como la que lidera Mancera.
P. ?Y para la presidencia del Gobierno?
R. Igual, un polo de izquierda con perspectiva ciudadana puede atemperar las diferencias. Lo importante es que entre todas las izquierdas se gana f¨¢cilmente la presidencia de la Rep¨²blica. Hay una ciudadan¨ªa que ya prob¨® el PRI y el PAN y que est¨¢ latiendo por la izquierda.
P. ?Qu¨¦ dificultades ha tenido en pol¨ªtica como mujer?
R. No nos tratan como iguales. Todav¨ªa es un espacio muy masculino, donde los hombres se encuentran muy a gusto.
P. ?No cree que en las presidenciales el machismo puede afectar a una candidata?
R. Sin duda, el machismo todav¨ªa es un obst¨¢culo para ser presidenta. Pero frente a la desilusi¨®n tan grande de la gente, el electorado tambi¨¦n puede ver en una mujer la posibilidad de un gobierno m¨¢s cercano, m¨¢s cotidiano, m¨¢s presente en el d¨ªa a d¨ªa.
P. ?Mejor entonces Margarita Zavala que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador?
R. No, mejor Miguel ?ngel Mancera.
P. ?Y est¨¢n tomando en su Gobierno medidas contra el machismo y la violencia de g¨¦nero?
R. Aqu¨ª tenemos una larga historia: unidades de atenci¨®n, refugios, fiscal¨ªa especializada, transportes espec¨ªficos¡
P. No ha mencionado el silbato.
R. Por supuesto, tambi¨¦n el silbato, que a las mujeres, seg¨²n nos reportan, las hace sentirse m¨¢s seguras.
P. Pues hubo muchas cr¨ªticas. ?Volver¨ªa a repartir silbatos?
R. Claro que s¨ª. Es una medida entre muchas. Forma un escudo para ti y para quienes te acompa?an, pero adem¨¢s hay un escudo de fuerzas de seguridad, de servicios sociales, de campa?as de comunicaci¨®n¡
P. ?Y se ha llegado a usar el silbato?
R. No se han reportado casos, pero hemos repartido 200.000.
P. ?Est¨¢ a favor de legalizar las drogas?
R. S¨ª, empezar¨ªa por la marihuana, sin duda. Nos va a despresurizar. Hay que verlo como un problema de salud, en lugar de andar persiguiendo plant¨ªos.
P. ?Estar¨ªa de acuerdo con la dispensaci¨®n m¨¦dica de la hero¨ªna?
R. Puede ser, pero insisto el asunto de las drogas debe ser tratado como un problema de salud, m¨¢s que de inseguridad.
P. ?Es segura la Ciudad de M¨¦xico?
R. En general s¨ª, pero sin frivolizar. Tenemos problemas de inseguridad, la gente los sufre. Hay muchos peque?os grupos que generan delitos que molestan en la vida cotidiana: el robo al transe¨²nte, al peque?o negocio¡
P. Un estudio se?ala que la Ciudad de M¨¦xico sufre la mayor tasa de homicidios desde 1999.
R. Depende de c¨®mo se mida. Si se toma como referencia toda la zona metropolitana, s¨ª, porque absorbe 20 millones de personas; pero si se calcula s¨®lo la ciudad, son ocho millones, y el resultado es mejor que el a?o pasado.
P. Pero hay puntos negros, como la delegaci¨®n Cuauht¨¦moc, ?no?
R. A ver, la inseguridad corresponde m¨¢s a determinadas zonas de Gustavo A. Madero e Iztapalapa, que a la propia Cuauht¨¦moc, aunque Tepito es un foco rojo. En Condesa y la Roma lo que hay es una ciudadan¨ªa con mucho micr¨®fono. Adem¨¢s, han proliferado los establecimientos de alto impacto, los bares que abren tarde y sirven alcohol, pero los estamos visitando y verificando.
P. ?Sigue viajando en metro?
R. S¨ª, y camino, me bajo del carro y camino.
P. Esta es una ciudad que vive en manifestaci¨®n permanente.
R. Son 10, 15, 20 protestas al d¨ªa¡
P. ?Y eso tiene soluci¨®n?
R. La protesta no puede volverse derecho al bloqueo. La tarea del Gobierno es buscar el di¨¢logo y la soluci¨®n. Nunca llamamos a la fuerza p¨²blica si no est¨¢n los funcionarios que pueden resolver el problema y que ha pedido la gente.
P. ?Se imagina la ciudad de M¨¦xico sin bloqueos, sin manifestaciones?
R. Trabajamos para ello: ampliamos banquetas, creamos ciclopistas, generamos polos integrales para evitar el desplazamiento. Pero si la gente se sigue yendo al Estado de M¨¦xico a vivir no habr¨¢ forma de resolver la saturaci¨®n de la movilidad.
P. ?Entonces?
R. Apostamos por invertir la pir¨¢mide: peat¨®n, bicicleta, transporte p¨²blico y, por ¨²ltimo, el autom¨®vil. Si no dejamos el autom¨®vil, no vamos a poder seguir.
"Queremos reconocer el trabajo sexual, reglamentarlo y separarlo de la explotaci¨®n"
P. La Ciudad de M¨¦xico va a legalizar la prostituci¨®n. ?No supone eso aceptar una forma de explotaci¨®n?
R. No. El Gobierno de la Ciudad va a legislar a partir de una resoluci¨®n judicial que reconoce a las trabajadoras sexuales derechos laborales como no asalariados. Personas que venden su servicio, con autorizaci¨®n y en un lugar donde no hay problema vecinal.
P. ?Y no teme que trabajadoras sexuales de todo el pa¨ªs acudan en masa a la Ciudad de M¨¦xico porque aqu¨ª se les reconoce su trabajo?
R. No, porque se requiere de una autorizaci¨®n y de un espacio, que no es la calle.
P. Pero puede haber un efecto de atracci¨®n. En Alemania ha ocurrido.
R. Hay una discusi¨®n. En el Gobierno queremos reconocer el trabajo sexual, reglamentarlo y separarlo de la explotaci¨®n y trata.
P. Para mucha gente la medida supone atentar contra la dignidad de las mujeres.
R. Cada quien decide a qu¨¦ quiere dedicar su vida y su fuerza laboral Y hay quienes optan por el trabajo sexual, y eso hay que regularlo al tiempo que se combate la trata y explotaci¨®n.
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