Los ¡°traidores¡± buscan clemencia de ¨²ltima hora de Obama

A Chelsea Manning le quedan por cumplir todav¨ªa casi 30 de los 35 a?os a los que fue condenada?en 2013, cuando todav¨ªa era el soldado Bradley Manning, por filtrar informaci¨®n de acciones militares estadounidenses en Irak a WikiLeaks. Hace tambi¨¦n cuatro a?os que Edward Snowden huy¨® de Estados Unidos para evitar el mismo destino que Manning, tras divulgar que la Agencia Nacional de Seguridad norteamericana (NSA) realizaba un espionaje masivo a los ciudadanos. Con sus acciones, ambos pusieron en una posici¨®n pol¨ªticamente muy dif¨ªcil al presidente Barack Obama, que hasta ahora no ha mostrado ninguna compasi¨®n por ellos. Pero saben que con su sucesor, Donald Trump, podr¨ªan tenerlo m¨¢s dif¨ªcil a¨²n. Por eso, apuran los ¨²ltimos d¨ªas del dem¨®crata para redoblar sus esfuerzos por lograr un perd¨®n presidencial.

En esas est¨¢ tambi¨¦n Bowe Bergdahl, el soldado que desert¨® en Afganist¨¢n y permaneci¨® cinco a?os prisionero de los talibanes antes de que Obama posibilitara su liberaci¨®n, en 2014, mediante un pol¨¦mico canje por cinco comandantes talibanes presos en Guant¨¢namo. El presidente electo lo describi¨® durante la campa?a como un ¡°turbio traidor que deber¨ªa haber sido ejecutado¡±, un destino que tambi¨¦n ha deseado p¨²blicamente para Snowden. Bergdahl tiene pendiente un juicio por deserci¨®n en 2017. De ser declarado culpable, podr¨ªa pasar el resto de sus d¨ªas tras las rejas, en vista de lo que Trump opina de ¨¦l. Salvo que Obama lo indulte antes.

Por ahora, quien mejores perspectivas tiene es Manning. Al menos de recibir una respuesta. Una petici¨®n en la p¨¢gina web de la Casa Blanca We the People ha logrado ya las 100.000 firmas que se requieren para que el Ejecutivo d¨¦ al menos una respuesta oficial a una de las solicitudes colgadas en este sitio creado por la administraci¨®n Obama hace cinco a?os para abrir el gobierno a los ciudadanos. Otra iniciativa similar para lograr el perd¨®n de Snowden creada hace casi un mes solo tiene recolectadas poco m¨¢s de 500 firmas. Si no recibe las m¨¢s de 99.000 que faltan antes del 18 de diciembre, la petici¨®n ser¨¢ archivada, como tambi¨¦n ha sucedido con otra que ped¨ªa el indulto de forma colectiva para Snowden, Manning y Julian Assange, el fundador de WikiLeaks que lleva m¨¢s de tres a?os encerrado en la embajada ecuatoriana de Londres por miedo a ser deportado y encarcelado en EE UU.

Lograr una respuesta del Gobierno de Obama no significa sin embargo que esta vaya a ser positiva. Adem¨¢s, el proceso de petici¨®n de indulto presidencial va por otras v¨ªas: la solicitud debe ser enviada a la oficina del abogado de indultos del Departamento de Justicia, que es el que, tras revisar el caso, emite su recomendaci¨®n sobre si conceder o no el indulto al presidente, que es quien tiene la ¨²ltima palabra.

Campa?as de apoyo

Tanto Manning como Snowden cuentan con potentes campa?as que respaldan sus renovadas solicitudes de clemencia presidencial. En el caso de Manning son, entre otros, la asociaci¨®n de derechos civiles ACLU y una docena m¨¢s de organizaciones defensoras de los derechos de la comunidad LGTBI. A comienzos de mes, escribieron una carta a Obama pidi¨¦ndole que le conmute la sentencia para que ¡°pueda tener su primera oportunidad de vivir una vida real y con sentido como la persona que naci¨® para ser¡±. Manning, que el s¨¢bado cumple 29 a?os, se declar¨® transg¨¦nero poco despu¨¦s de su condena y lleva desde entonces intentando ser reconocida como mujer, que se le d¨¦ el tratamiento que necesita y no tener que cumplir su c¨¢rcel en una prisi¨®n masculina. Ha intentado suicidarse dos veces, la ¨²ltima en octubre.

Tambi¨¦n Snowden ha recibido el respaldo de ACLU, as¨ª como de Human Rights Watch y Amnist¨ªa Internacional, organizaciones que han pedido a Obama que reconozca al joven analista inform¨¢tico como un whistleblower, un informante del gobierno federal y por tanto protegido por la ley. El futuro del joven es dudoso. Permanece refugiado en Rusia, un pa¨ªs que con Trump puede acercarse a EE UU. Pero el presidente electo ha elegido como nuevo jefe de la CIA al congresista republicano Mike Pompeo, quien ha declarado p¨²blicamente que al ¡°traidor¡± Snowden habr¨ªa que juzgarlo y ¡°condenarlo a muerte¡±. John Bolton, a quien Trump incluy¨® en las quinielas para la secretar¨ªa de Estado y que sigue sonando como n¨²mero dos de la diplomacia, lleg¨® a decir que Snowden ¡°deber¨ªa colgar de un roble¡±.

Pero no parece que Obama tenga ganas de hacerles mucho caso en sus ¨²ltimos d¨ªas en la Casa Blanca. La primera vez que Manning solicit¨® su perd¨®n fue nada m¨¢s ser condenado, hace ya m¨¢s de tres a?os, y todav¨ªa no ha tenido respuesta. La revista alemana Der Spiegel le pregunt¨® entretanto directamente, a mediados de noviembre, ya pasadas las elecciones, si ten¨ªa intenci¨®n de perdonar a Snowden. ¡°No puedo perdonar a alguien que no ha pasado por un juzgado¡±, replic¨® el todav¨ªa mandatario. De esta forma, ratificada la posici¨®n defendida por su gobierno todos estos a?os: que Snowden tiene que volver a EE UU a responder ante la justicia por sus acciones, algo que parece improbable.

El caso de Bergdahl tambi¨¦n est¨¢ entre signos de interrogaci¨®n. El joven fue liberado gracias a la decisi¨®n personal de Obama, pero su caso tambi¨¦n le provoc¨® inesperados quebraderos de cabeza. Al menos, la Casa Blanca ha confirmado que ha recibido su solicitud de indulto. Aunque, como sucede siempre en estos casos, dice que no puede hacer comentarios.