Los ¨¢rabes acusan a sus dirigentes de guardar silencio sobre Alepo
Mientras los l¨ªderes apuntan a la inacci¨®n de Occidente, las redes sociales se llenan de denuncias
Qatar cancel¨® el pasado domingo las celebraciones de su D¨ªa Nacional en solidaridad con Alepo. No hubo ni fuegos artificiales, ni desfile en el Paseo Mar¨ªtimo. En su lugar, varias organizaciones caritativas recogieron dinero y joyas para ayudar a la poblaci¨®n de esa ciudad siria. ¡°Tenemos que hacer algo para proteger a los civiles y el problema es que la respuesta de la comunidad internacional ha fallado. Es una verg¨¹enza para todos¡±, hab¨ªa declarado unos d¨ªas antes el ministro catar¨ª de Exteriores, el jeque Mohammed Bin Abdulrahman al Thani.
De Doha a Riad y de El Cairo a Dub¨¢i, tal ha sido la queja casi un¨¢nime de los dirigentes ¨¢rabes: la impasibilidad de la comunidad internacional ante una cat¨¢strofe humana que se prolongaba desde hace dos a?os y se intensific¨® a partir del verano cuando, gracias a la ayuda de sus aliados, el r¨¦gimen sirio empez¨® a estrechar el cerco a la zona oriental de Alepo, en poder rebelde. ¡°Obama ha dejado Alepo a su destino¡±, resume el analista pol¨ªtico liban¨¦s Khattar Abu Diab en el diario pan¨¢rabe Al Arab. Pero si los comentaristas han respaldado el disgusto con EE. UU., los ciudadanos de a pie lo han extendido a sus dirigentes.
En las redes sociales, verdadera plaza p¨²blica a falta de otros foros de debate, los ¨¢rabes, y los musulmanes en general, se muestran indignados ante la falta de reacci¨®n de sus Gobiernos a los bombardeos indiscriminados de Alepo tanto por parte de Damasco como de sus aliados rusos. M¨¢s all¨¢ de denunciar la matanza de civiles, como hac¨ªa el Consejo de Ministros saud¨ª el pasado lunes, ni la Liga ?rabe ni el Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo han propuesto alternativas.
La etiqueta en ¨¢rabe ¡°Alepo est¨¢ siendo exterminada por el silencio de los ¨¢rabes y del resto del mundo¡± lleg¨® a ser tendencia el martes pasado. Con im¨¢genes de las v¨ªctimas para sacudir las conciencias, unos piden ayuda a Dios; otros directamente a los monarcas del Golfo. Pero la mayor¨ªa se declaran esc¨¦pticos. ¡°Los l¨ªderes ¨¢rabes y musulmanes son unos cobardes¡±, afirmaba un tuit que luego fue borrado. ¡°La dignidad de los musulmanes est¨¢ bajo los escombros¡±, escribe un hombre identificado como Nauas al Arich. ¡°Los ¨¢rabes hace mucho que eligieron el silencio. No es algo nuevo¡±, subraya otro.
El polit¨®logo emirat¨ª Abdulkhaleq Abdala discrepa de esas cr¨ªticas. ¡°Nadie sobre la tierra ha intentado apoyar a los sirios y a la oposici¨®n siria m¨¢s de lo que lo han hecho Arabia Saud¨ª y los estados ¨¢rabes del Golfo, con la excepci¨®n de Turqu¨ªa¡±, asegura en una conversaci¨®n telef¨®nica. Menciona que esos pa¨ªses han sido ¡°los que m¨¢s ayuda pol¨ªtica, moral, financiera e incluso militar han proporcionado¡± a los rebeldes.
¡°El r¨¦gimen sirio ha obtenido mucho m¨¢s respaldo de Ir¨¢n y Rusia, adem¨¢s de beneficiarse de la inacci¨®n de Estados Unidos y Occidente¡±
Sin embargo, ¡°el r¨¦gimen sirio ha obtenido mucho m¨¢s respaldo de Ir¨¢n y Rusia, adem¨¢s de beneficiarse de la inacci¨®n de Estados Unidos y Occidente¡±, se?ala Abdala. Admite que ¡°se necesitaba haber hecho m¨¢s¡± para evitar lo que el responsable de derechos humanos de la ONU, Rupert Colville, ha calificado de ¡°colapso de la humanidad¡±. ¡°Todo el mundo se siente culpable, aunque poco se puede hacer cuando se tienen las manos atadas¡±, a?ade el polit¨®logo.
A principios de a?o, Arabia Saud¨ª lleg¨® a declarar su disponibilidad de enviar tropas de tierra a Siria, una oferta de la que tambi¨¦n se hizo eco Emiratos ?rabes Unidos. No lleg¨® a concretarse. ¡°Expresaron su deseo de intervenir militarmente para frenar la matanza, pero necesitaban un mandato claro de la ONU, adem¨¢s de la luz verde de la superpotencia, cuyas armas se requieren. Sin ello, hubiera sido ilegal, pol¨ªticamente suicida e inaceptable¡±, concluye Abdala.
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