El papa Francisco insta a una paz ¡°no de palabra, sino eficaz y concreta¡±

El papa Francisco ha vuelto este domingo a sacudir las conciencias en el d¨ªa de Navidad, al repasar las guerras que afligen el mundo y los actos de terrorismo que han causado muertes y miedo en el coraz¨®n de las ciudades. Asomado al balc¨®n de la Logia central de la bas¨ªlica de San Pedro, donde se present¨® al mundo como papa el 13 de marzo de 2013, Francisco ha seguido su propia tradici¨®n y ha ido invocando la paz ante todas las guerras y males del mundo en su mensaje de Navidad. Y?ha clamado por una paz "no de palabra, sino eficaz y concreta". "Es hora de que las armas callen definitivamente", ha sentenciado.

Ante 40.000 fieles que se han congregado en la Plaza de San Pedro para recibir la bendici¨®n urbi et orbi, el pont¨ªfice argentino ha explicado que los ¨¢ngeles anunciaron "paz en la tierra" con el nacimiento de Jes¨²s y que este anuncio quiere llegar hoy "a todos los pueblos, especialmente los golpeados por la guerra y por conflictos violentos, y que sienten fuertemente el deseo de la paz". Ha comenzado invocando la paz para "la martirizada Siria, donde demasiada sangre ha sido derramada" y "sobre todo en la ciudad de Alepo, escenario de una de las batallas m¨¢s atroces".

"Es muy urgente que se garanticen asistencia y consuelo a la extenuada poblaci¨®n civil, respetando el Derecho Humanitario. Es hora de que las armas callen definitivamente y la comunidad internacional se comprometa activamente para que se logre una soluci¨®n negociable y se restablezca la convivencia civil en el pa¨ªs", ha clamado el Papa, que acaba de cumplir 80 a?os.

A los israel¨ªes y los palestinos les ha pedido que "tengan la valent¨ªa y la determinaci¨®n de escribir una nueva p¨¢gina de la Historia, en la que el odio y la venganza cedan el lugar a la voluntad de construir conjuntamente un futuro de rec¨ªproca comprensi¨®n y armon¨ªa". Ha deseado "unidad y concordia" para Irak, Libia y Yemen, "donde las poblaciones sufren la guerra y brutales acciones terroristas" y tambi¨¦n en Birmania y que se alivien las tensiones en la pen¨ªnsula coreana.

Con tono apesadumbrado, Francisco ha recordado la situaci¨®n en Nigeria, "donde el terrorismo fundamentalista explota tambi¨¦n a los ni?os para perpetrar el horror y la muerte". Ha pedido la paz en Sudan del Sur y en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y tambi¨¦n en Ucrania oriental, "donde es urgente una voluntad com¨²n para llevar alivio a la poblaci¨®n y poner en pr¨¢ctica los compromisos asumidos".

Tambi¨¦n ha recordado el momento que vive Colombia tras la firma de los acuerdos del paz, al pedir "concordia para el querido pueblo colombiano, que desea cumplir un nuevo y valiente camino de di¨¢logo y de reconciliaci¨®n". Ha a?adido que "dicha valent¨ªa anime tambi¨¦n a la amada Venezuela para dar los pasos necesarios con vistas a poner fin a las tensiones actuales y a edificar conjuntamente un futuro de esperanza para la poblaci¨®n entera".

"Paz a los que han perdido a un ser querido debido a viles actos de terrorismo que han sembrado miedo y muerte en el coraz¨®n de tantos pa¨ªses y ciudades", ha pedido, para instar a una paz "no de palabra, sino eficaz y concreta" para todos "nuestros hermanos y hermanas que est¨¢n abandonados y excluidos, a los que sufren hambre y los que son v¨ªctimas de violencia".

Tambi¨¦n ha tenido un recuerdo en su mensaje de Navidad para los "desplazados, los emigrantes y refugiados, y los que hoy son objeto de la trata de personas" y ha lamentado que muchos pueblos "sufren por las ambiciones econ¨®micas de unos pocos y la avaricia voraz del dios dinero que lleva a la esclavitud". Ha deseado tambi¨¦n la paz para aquellos "marcados por el malestar social y econ¨®mico, y a los que sufren las consecuencias de los terremotos u otras cat¨¢strofes naturales".

Un mensaje especial, como en la homil¨ªa de la misa del Gallo de ayer, fue para los ni?os, "sobre todo a los privados de la alegr¨ªa de la infancia a causa del hambre, de las guerras y del ego¨ªsmo de los adultos". Despu¨¦s, Francisco ha impartido la bendici¨®n urbi et orbi (a la ciudad y al mundo) y ha pedido una Navidad llena de "solidaridad".