La recesi¨®n econ¨®mica apremia las reformas en Cuba
La econom¨ªa decrece un 0,9% arrastrada por el desplome de Venezuela y sit¨²a a La Habana ante la necesidad de espolear la liberalizaci¨®n del mercado interno y de la inversi¨®n extranjera
La econom¨ªa pone a Cuba otra vez a temblar. La recesi¨®n del 0,9% en 2016, anunciada este martes en sesi¨®n parlamentaria por el Ministro de Econom¨ªa Ricardo Cabrisas, urge al Gobierno a hallar soluciones alternativas al apoyo de Venezuela, en ca¨ªda libre por el desplome del precio del crudo y la crisis pol¨ªtica. Cabrisas describi¨® una situaci¨®n ¡°tensa¡± por el ¡°incumplimiento del ingreso en el plan de exportaciones y fuertes limitaciones en el suministro de combustible que no podr¨¢ revertirse en el corto plazo¡±. La inyecci¨®n de crudo de Caracas ha pasado de m¨¢s de 115.000 barriles diarios en 2008 a unos 40.000 en la segunda mitad de 2016. La previsi¨®n de crecimiento del 1% se ha ido al traste. Sin embargo, el responsable de Econom¨ªa espera que Cuba crezca un 2% en 2017.
Sin visos de que Venezuela recobre el paso y con Brasil, otro de los socios comerciales clave de la isla, tambi¨¦n en recesi¨®n, no se divisa en el panorama resorte alguno que pueda motivar la recuperaci¨®n anunciada por Cabrisas y por el presidente Ra¨²l Castro. El dirigente reconoci¨® la entrada en recesi¨®n pero incidi¨® en que ¡°se preservaron los servicios gratuitos¡±. Eso, seg¨²n Castro, ¡°se contrapone a los vaticinios de que la econom¨ªa cubana colapsar¨ªa y que volver¨ªan los molestos apagones¡±. El presidente hac¨ªa referencia a las sombras siempre presentes del Periodo Especial de los a?os 90 tras la disoluci¨®n de la URSS, cuando el PIB cay¨® un 37% sumiendo al pa¨ªs en una d¨¦cada calamitosa.
Los dos motores que contrapesan la reducci¨®n de la llegada de petr¨®leo y la p¨¦rdida de ingresos en venta de servicios m¨¦dicos a Venezuela y Brasil son las remesas (m¨¢s de 3.000 millones de d¨®lares anuales) y el turismo, que en 2016 subi¨® un 12% hasta los 3,8 millones de visitantes. Ambos sectores podr¨ªan crecer en 2017 pero no como para cortar la recesi¨®n por si solos.
La inversi¨®n extranjera es la v¨ªa franca para afrontar la grave crisis econ¨®mica, pero la tenaz burocracia del Estado sigue siendo un tap¨®n para su avance. Ra¨²l Castro reconoci¨® esa realidad en su discurso. Afirmando que ¡°no vamos ni iremos al capitalismo¡± pidi¨® que no se pongan ¡°trabas a lo que podemos hacer en el marco de las leyes vigentes¡± e hizo referencia a las ¡°dilaciones excesivas¡± para llegar a acuerdos de inversi¨®n con compa?¨ªas extranjeras. La energ¨ªa, expuso, tanto la explotaci¨®n de petr¨®leo en territorio cubano como las energ¨ªas alternativas solar, fotovoltaica, e¨®lica y de biomasa, es ¡°uno de los sectores estrat¨¦gicos donde debemos potenciar la inversi¨®n extranjera¡±.
No usar¨¢s el nombre de Fidel
Los diputados han aprobado una ley ¨Canunciada por Ra¨²l Castro durante los homenajes p¨®stumos a su hermano¨C que proh¨ªbe dar el nombre de Fidel Castro a calles, plazas o monumentos. La norma responde, seg¨²n el presidente, a un deseo expreso formulado por el l¨ªder de la Revoluci¨®n antes de morir. Adem¨¢s de los espacios p¨²blicos, tampoco podr¨¢n llevar su nombre marcas o iniciativas comerciales, quitando una posible casa de estudios oficial sobre su legado.
El presidente critic¨® la ¡°mentalidad obsoleta y llena de prejuicios¡± en lo econ¨®mico, una postura marca de la casa desde que asumi¨® la jefatura del Estado en 2008 pero que ha estado lejos de imponer en la pr¨¢ctica. La presencia de Fidel Castro en la trastienda del poder se consideraba el motivo principal para que no acelerase el paso de la liberalizaci¨®n, vista como una enmienda ideol¨®gica a su hermano. Con la muerte del padre de la Revoluci¨®n y valedor mayor del modelo socialista, el ritmo de las reformas podr¨ªa acrecentarse. Si quedaban dudas de la conveniencia de hacerlo, el negro panorama que ofrecen los datos quiebra los argumentos de las fuerzas del sistema reacias a la apertura al mercado.
La situaci¨®n apremia, por ejemplo, a la legalizaci¨®n de las peque?as y medianas empresas, al levantamiento de la prohibici¨®n de que profesionales como abogados o arquitectos se empleen o emprendan en el sector privado y a permitir a los negocios la importaci¨®n de productos, hoy potestad exclusiva del Estado.
Resucitar la econom¨ªa privada cubana es una v¨ªa de sostenimiento econ¨®mico pero tambi¨¦n social, dado que la ausencia de expectativas hace que la emigraci¨®n se dispare. Entre enero y agosto de 2016 llegaron ilegalmente a Estados Unidos 50.000 cubanos, 10.000 m¨¢s que en todo 2014, casi 30.000 m¨¢s que en 2012 y casi ocho veces m¨¢s que en 2010 (7.400). El pico migratorio de cubanos en edad laboral agrava, adem¨¢s, el duro envejecimiento demogr¨¢fico.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y la mayor¨ªa republicana en el Congreso garantizan que en los pr¨®ximos cuatro a?os se mantenga el embargo econ¨®mico de Estados Unidos. Con la conexi¨®n a la econom¨ªa del vecino en comp¨¢s de espera y el pa¨ªs en recesi¨®n, las cartas quedan sobre la mesa de Ra¨²l Castro, que ha prometido delegar el poder en 2018. La hora de medir el alcance de las convicciones reformistas del menor de los Castro ha llegado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.