Hashemi Rafsanjani, nexo clave entre el clero y el bazar de la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n
La muerte del expresidente desprovee a la clase pol¨ªtica iran¨ª de uno de sus pol¨ªticos m¨¢s influyentes
La s¨²bita muerte en Teher¨¢n, a los 82 a?os, de Al¨ª Akbhar Hashemi Rafsanjan¨ª, hoyatoleslam del islam chi¨ª duodecimano, desprovee a la clase pol¨ªtica iran¨ª de uno de sus pol¨ªticos m¨¢s conocidos e influyentes. Hab¨ªa nacido en Bahreman, provincia de Kerman en 1934, en el seno de una familia vinculada al comercio de pistachos. Tal credencial familiar le asegurar¨ªa con el tiempo importantes v¨ªnculos no solo econ¨®micos sino tambi¨¦n pol¨ªticos. Curs¨® estudios isl¨¢micos en la ciudad santa de Qom. En su juventud entr¨® en contacto con el ayatol¨¢ Ruhollah Jomeini, de cuya autoridad religiosa fue seguidor y durante sus exilios en Irak y Francia, se convirti¨® en uno de los enlaces de confianza del dignatario iran¨ª con el interior de Ir¨¢n. A la saz¨®n, el pa¨ªs de los persas se hallaba bajo el reinado autocr¨¢tico de Mohamed Reza Pahlevi, sha de Ir¨¢n. Mohamed Reza Pahlevi hab¨ªa sucedido a su padre en el 1941 y, en 1953, tras huir del pa¨ªs en medio de fuertes disturbios regres¨® al trono despu¨¦s de un golpe de Estado perpetrado contra el presidente nacionalista iran¨ª Mohamad Mossadegh por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos, bajo la supervisi¨®n del general estadounidense Norman Schwarzkopf, s¨¦nior.
Hashemi Rafsanjan¨ª pronto se adentr¨® en los c¨ªrculos de oposici¨®n clandestina al r¨¦gimen mon¨¢rquico del sha. Pas¨® cuatro a?os de c¨¢rcel tras varias detenciones. Mohamed Reza Pahlevi se hallaba enfrentado a una amplia oposici¨®n -nacionalista, dem¨®crata, comunista e isl¨¢mica- a la que perseguir¨ªa mediante su polic¨ªa pol¨ªtica, Savak, de sanguinaria crueldad. Los v¨ªnculos del cl¨¦rigo kerman¨ª con el im¨¢n Jomeini fueron cada vez m¨¢s estrechos: ¨¦l le encarg¨® las finanzas de su organizaci¨®n isl¨¢mica clandestina. A partir de enero de 1979, en medio de una formidable presi¨®n de masas, el sha abandon¨® el pa¨ªs y su salida dio paso al triunfo de una revoluci¨®n multipartidaria vertebrada en torno a una alianza, inestable, entre islamistas jomeinistas, fedayines del Pueblo, muyaidines, Partido Tudeh (comunista), Partido Nacionalista, as¨ª como grupos kurdos, socialdem¨®cratas, dem¨®cratas y liberales. No obstante, la hegemon¨ªa posrevolucionaria recaer¨ªa -por eliminaci¨®n f¨ªsica paulatina de sus consocios- en el Partido de la Rep¨²blica Isl¨¢mica, de cuya direcci¨®n formaban parte el ayatol¨¢ Mohamad Bejesti, el hoyatoleslam Al¨ª Jamenei, entonces aliado suyo, y el propio Hashemi Rafsanjan¨ª.
Predicador en Teher¨¢n
En los albores del nuevo r¨¦gimen, Jamenei y Rafsanjan¨ª compartir¨ªan la direcci¨®n de la importante plegaria de los viernes en la Universidad de Teher¨¢n, aut¨¦ntica plataforma directriz de masas del sistema pol¨ªtico naciente. En Teher¨¢n se recuerdan a¨²n aquellas pr¨¦dicas suyas, sazonadas a veces con humoradas, que destilaban un acentuado pragmatismo y una astucia que caracterizar¨ªa el proceder de Rafsanjan¨ª como pol¨ªtico pragm¨¢tico, capaz de asumir las negociaciones m¨¢s complejas. De voz aflautada, socarr¨®n en el trato abierto, implacable con sus rivales, especialista en el juego corto y diestro maniobrero, su habilidad negociadora se atribu¨ªa a su extracci¨®n familiar vinculada al comercio agr¨ªcola. Fue tal condici¨®n la que le convertir¨ªa en el garante de una de las alianzas m¨¢s consistentes de cuantas han fundamentado duraderamente el r¨¦gimen isl¨¢mico iran¨ª, a saber, la del mundo del bazar, la burgues¨ªa comercial nacional, y el Clero musulm¨¢n, en el que Rafsanjan¨ª alcanzar¨ªa la dignidad de hoyatoleslam. Tocado de turbante blanco (¡°Emam¨¦ safid¡±, no adscrito pues al linaje del Profeta Mahoma cuyos descendientes lucen el turbante negro), Rafsanjan¨ª se vio investido primer presidente del Majlis, parlamento isl¨¢mico. En junio de 1981, hasta 72 personalidades del r¨¦gimen, incluido el ayatol¨¢ Mohamad Bejesti, cuatro ministros, seis viceministros y 27 parlamentarios, murieron en una explosi¨®n registrada en la sede del Partido de la Rep¨²blica Isl¨¢mica en Teher¨¢n. Meses antes, hab¨ªa resultado muerto, presumiblemente por envenenamiento, el ayatol¨¢ Mohamad Tahleghani, otro de los pesos pesados del islam revolucionario.
Rafsanjan¨ª, casado con Effat Marashi y padre de tres hijos y dos hijas, ser¨ªa ministro del Interior en 1981, periodo en el cual dirigi¨® una intensa represi¨®n contra los rivales ideol¨®gicos de su partido, con cientos de fusilamientos de cuadros e intelectuales progresistas. Posteriormente y siempre con la confianza de Jomeini, acceder¨ªa a la Presidencia de la Rep¨²blica, cargo en el que suceder¨ªa a Sayed Al¨ª Jamenei, Gu¨ªa de la Revoluci¨®n a la muerte de Jomeini en 1989. De Jamenei se distanciar¨ªa ulteriormente.
Pragmatismo sin precedentes
En 1985, cuando las brasas del enfrentamiento entre Washington y Teher¨¢n permanec¨ªan a¨²n encendidas por el secuestro de 53 nacionales estadounidenses en la Embajada norteamericana en Teher¨¢n, Rafsanjan¨ª, en un gesto pragm¨¢tico sin precedentes, se atrevi¨® a preconizar un acercamiento entre la Rep¨²blica Isl¨¢mica y Estados Unidos. Ir¨¢n recibir¨ªa armamento para mantener su guerra con Irak, y manten¨ªa una guerra de desgaste que dur¨® ocho a?os. Rafsanjan¨ª recibi¨® en un hotel de Teher¨¢n a Robert McFarlane y a Oliver North, enviados del presidente Ronald Reagan ¨Ca quien el pol¨ªtico iran¨ª regal¨® una pistola de cachas de n¨¢car- y a cuya victoria electoral sobre Jimmy Carter el r¨¦gimen iran¨ª hab¨ªa contribuido de manera evidente al negarse a liberar a los 53 rehenes hasta apenas unas horas despu¨¦s de abandonar Carter la Casa Blanca, el 20 de enero de 1981.
Rafsanjan¨ª asumi¨® la imagen del pol¨ªtico metido en negocios de Estado ¨Csiempre atento al mundo petrolero en el que Ir¨¢n figura como superpotencia dentro de la OPEP- y, quiz¨¢ por ello, y por su pol¨ªtica versada hacia las privatizaciones y restricciones, su popularidad electoral mengu¨® durante casi dos d¨¦cadas hasta un cierto repunte en unas elecciones recientemente convocadas para la Asamblea de Expertos. Durante su mandato presidencial hab¨ªa afrontado la crisis inducida por el exceso de importaciones y recortes p¨²blicos, que acarrear¨ªan numerosos disturbios sociales duramente reprimidos.
Tras abandonar la Presidencia de la Rep¨²blica en 1997, Rafsanjan¨ª, considerado enemigo por el expresidente Ahmadineyad, permaneci¨® integrado en el Consejo de Discernimiento, con otros 30 dignatarios del r¨¦gimen, y vertebr¨® un grupo pol¨ªtico cuyas apuestas pol¨ªticas fracasaron reiteradamente. Una hija de Rafsanjan¨ª, Faez¨¦, protagoniz¨® un intento de organizaci¨®n feminista isl¨¢mica que no prosper¨®, as¨ª como una intermediaci¨®n respecto a la confesi¨®n baha¨ª, perseguida por el r¨¦gimen. Allegados del pol¨ªtico iran¨ª desaparecido ocuparon cargos en el ¨¢mbito oficial petrolero iran¨ª, mientras revistas especializadas en fortunas atribuyeron a Hashemi Rafsanjan¨ª, conocido popularmente en Ir¨¢n por el sobrenombre de Kus¨¦ (barbilampi?o), la condici¨®n de ser uno de los hombres m¨¢s ricos de su pa¨ªs. Su muerte, a consecuencia de un fulminante ataque cardiaco, desprovee al Gu¨ªa de la Revoluci¨®n, Ali Jamenei, de un rival hist¨®rico y acerca m¨¢s a¨²n al poder efectivo iran¨ª a la Guardia Revolucionaria, Sepah Pasdar¨¢n, donde despunta el general de divisi¨®n Qasem Suleimani.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.