Una necedad incendiaria
Al Gobierno de Pe?a Nieto le urge asegurar la participaci¨®n del sector privado en toda la cadena del sector energ¨¦tico mexicano
¡°La prisa es una pasi¨®n de necios¡±, dec¨ªa el jesuita aragon¨¦s Baltasar Graci¨¢n. Y no hay necedad m¨¢s grande para un gobierno que pretender que la realidad se ajuste a los tiempos y condiciones que marcan sus intereses m¨¢s oscuros. A la administraci¨®n del presidente Enrique Pe?a Nieto le urge asegurar la participaci¨®n del sector privado en toda la cadena del sector energ¨¦tico mexicano para que su reforma estrella, la energ¨¦tica, sea irreversible ante el riesgo pol¨ªtico que representa el 2018.
M¨¦xico es el cuarto consumidor de gasolinas per c¨¢pita en el mundo y se espera que la demanda siga aumentando con la urbanizaci¨®n y frente al poco liderazgo que existe en la promoci¨®n de energ¨ªas alternativas. El negocio de las gasolinas est¨¢ valuado en aproximadamente 30.000 millones de d¨®lares al a?o e hist¨®ricamente ha sido el monopolio de Pemex. La Reforma Energ¨¦tica de Pe?a y la derecha contemplan desplazar a la empresa estatal de este negocio para entreg¨¢rselo a los privados y que se desarrolle un mercado basado en los precios internacionales y la libre competencia en toda la cadena de valor: desde la importaci¨®n hasta la transportaci¨®n, distribuci¨®n, almacenaje, suministro y venta final al consumidor.
La propuesta del gobierno es una iron¨ªa: para disfrutar de los beneficios de la libre competencia, los mexicanos deben pagar gasolinas cada vez m¨¢s caras
Esta apertura estaba programada para el 2018, una vez que la Comisi¨®n Federal de Competencia Econ¨®mica dictaminara que efectivamente hab¨ªa condiciones en el pa¨ªs para hacer una transici¨®n de un monopolio estatal a un mercado competido. Esta comisi¨®n emiti¨® en junio pasado 25 recomendaciones que, por su complejidad, eran imposibles de cumplir para el 2018. Por ello, el gobierno de Pe?a decidi¨® dar un golpe en la Ley de Ingresos para el 2017 y adelantar esta apertura para ¨¦ste a?o; as¨ª evitaba el dictamen de la agencia de competencia. Cuando decidi¨® tomar este atajo, el gobierno cont¨® con el apoyo un¨¢nime de todos los partidos, excepto Morena.
El primero de enero los mexicanos amanecimos con el mayor gasolinazo de la historia. Los precios internacionales impulsados por los recientes acuerdos de la OPEP y la depreciaci¨®n del peso mexicano frente al d¨®lar han abonado al aumento del precio de las gasolinas, pero este ha sido desproporcionado porque se busca hacer m¨¢s atractivo el negocio para los privados. Se incrementan los m¨¢rgenes de utilidad para que tengan suficientes incentivos para acelerar las inversiones necesarias y as¨ª sustituir a la brevedad la infraestructura construida en los ¨²ltimos 60 a?os. La propuesta del gobierno es una iron¨ªa: para disfrutar de los beneficios de la libre competencia, los mexicanos deben pagar gasolinas cada vez m¨¢s caras.
El gobierno abandon¨® la inversi¨®n en las refiner¨ªas nacionales para dar paso a las importaciones de combustibles texanos. En el 2016 tuvimos la menor producci¨®n nacional de gasolinas y un r¨¦cord en las importaciones. Adicionalmente, Pemex decidi¨® abrirle espacio a los privados autorizando, inexplicablemente, permisos de importaci¨®n equivalentes a m¨¢s de tres veces la demanda interna, que acaparan casi en un 50% seis empresas transnacionales, otorg¨¢ndoles el poder para fijar los precios a su antojo.
En estos d¨ªas, la gasolina en Texas es 57% mas barata de la que se vende en M¨¦xico. Adem¨¢s de hacerle el caldo gordo a los privados, el sobreprecio tambi¨¦n se debe a que m¨¢s del 40% del precio final son impuestos. El gobierno espera recibir este a?o m¨¢s de un punto del PIB del impuesto a gasolinas, que se ha convertido en una fuente de ingresos muy importante ante una debilidad creciente de las finanzas p¨²blicas. No se trata ni siquiera de un impuesto verde para invertir en tecnolog¨ªas sustentables, sino de un parche fiscal. En los ¨²ltimos cuatro a?os, el gobierno ha corregido diez veces las proyecciones del crecimiento econ¨®mico y ninguna se ha cumplido. La estrategia ha sido sobreestimar el crecimiento sistem¨¢ticamente para gastar y tomar deuda como si en verdad estuvi¨¦ramos creciendo por encima del 4%, cuando en realidad no llegamos ni siquiera al 2%, lo cual ya ha prendido las alertas de las calificadoras.
El precio de la gasolina ha acumulado un aumento de 60% en el presente gobierno. Pero la necedad parece no tener limite. Para el 4 y 11 de febrero se tienen programados dos gasolinazos m¨¢s. Y a partir del 18 de febrero el mercado dispondr¨¢. El panorama no es nada favorable. Seg¨²n un reporte de Standard and Poors, el aumento de la demanda de importaciones mexicanas impulsar¨¢ los precios a la alza en la zona de Texas. Al mismo tiempo, es tal la magnitud del valor de las importaciones de gasolina, que ya se ha convertido en uno de los principales d¨¦ficits en la balanza comercial y es uno de los factores de presi¨®n para la depreciaci¨®n del peso. Un peligroso c¨ªrculo vicioso que lo ¨²nico que garantiza son gasolinas cada vez m¨¢s caras, alentadas por la codicia de las grandes empresas transnacionales y la complicidad de un gobierno urgido de recursos fiscales.
Las protestas por el gasolinazo se extienden por todo el pa¨ªs y el fantasma de la inflaci¨®n est¨¢ a punto de aparecerse. El enojo generalizado es por los saqueos descarados, excesos y privilegios de la clase gobernante. Pero al parecer, al gobierno no le importa incendiar al pa¨ªs siempre y cuando sea con gasolina que le deje buena recaudaci¨®n y est¨¦ vendida por privados. Para Pe?a Nieto y sus aliados no es necedad, la prisa es la pasi¨®n de su codicia.
Mario Delgado es senador por el Movimiento de Regeneraci¨®n Nacional (Morena) y fue Secretario de Finanzas del Distrito Federal de 2006 a 2010.
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