La batalla por la Euroc¨¢mara rompe el pacto entre populares y socialistas
La gran coalici¨®n se disuelve al no poder pactar la presidencia del Parlamento Europeo
La gran coalici¨®n de fuerzas pol¨ªticas ha saltado por los aires en el Parlamento Europeo. A escasos d¨ªas de que la instituci¨®n elija a su nuevo presidente, los partidos afrontan por primera vez la votaci¨®n sin una alianza previa que asegure el resultado. Populares y socialistas ¡ªmuy igualados en la Euroc¨¢mara, con una diferencia de 28 esca?os¡ª pugnan por un puesto que acabar¨¢n decidiendo fuerzas m¨¢s minoritarias (grupos de izquierda o liberales) y, en ¨²ltima instancia, formaciones eur¨®fobas (como las de Le Pen o Farage).
La sucesi¨®n del socialdem¨®crata Martin Schulz, que preside el Parlamento desde 2012, est¨¢ resultando muy compleja. Los puentes entre socialdem¨®cratas y miembros del Partido Popular Europeo (PPE) se rompieron definitivamente el pasado martes, cuando el jefe de filas populares, Manfred Weber, aire¨® un documento hasta ahora secreto que recog¨ªa, en apenas dos p¨¢rrafos y sin membrete, un acuerdo de 2014 para turnarse la presidencia de la Euroc¨¢mara con los socialistas. Tras cinco a?os con Schulz en el puesto, Weber les reprocha que se desvinculen de ese esquema en lugar de apoyar al candidato del PPE, el excomisario europeo Antonio Tajani. ¡°El acuerdo se ha roto. Pero este no estaba vinculado a ninguna otra instituci¨®n europea¡±.
Ese posible panorama monocolor en las instituciones europeas es lo que ha empujado a los socialdem¨®cratas a defender la candidatura de su l¨ªder, el tambi¨¦n italiano Gianni Pittella. Porque si el pr¨®ximo martes prospera la opci¨®n de Tajani, las tres grandes instituciones (Comisi¨®n Europea, Consejo y Parlamento) estar¨¢n dirigidas por representantes del PPE, pese a que su posici¨®n no fue tan hegem¨®nica en las ¨²ltimas elecciones europeas ni lo es ahora en el elenco de jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Si los socialistas no consiguen la presidencia del Parlamento, ¡°la tensi¨®n se trasladar¨¢ a la presidencia del Consejo Europeo, porque el PPE no puede presidir las tres instituciones¡±, auguraba Ram¨®n J¨¢uregui, jefe de la delegaci¨®n socialista espa?ola en la Euroc¨¢mara, en un encuentro con periodistas. En ese supuesto, se complicar¨ªa la reelecci¨®n de Donald Tusk al frente del Consejo, prevista para el pr¨®ximo mes de mayo.
El decisivo voto de Le Pen, Farage o Grillo
Las fuerzas euroesc¨¦pticas o claramente eur¨®fobas constituyen una porci¨®n nada despreciable del Parlamento. De sus 751 eurodiputados, el llamado grupo conservador (re¨²ne a los tories brit¨¢nicos y a los ultraconservadores polacos) se ha convertido en la tercera fuerza de la Euroc¨¢mara, con 74 sillones. El grupo que lidera el UKIP de Farage aglutina a 44 y el Frente Nacional de Le Pen integra un grupo de 39 eurodiputados.
Una de las grandes inc¨®gnitas reside en qu¨¦ acaban votando estas formaciones. Pittella emplaza a Tajani a rechazar los apoyos que puedan provenir de algunos de esos grupos, pero el voto es secreto y partidos como el Frente Nacional o la Liga Norte italiana pueden acabar decantando la balanza a favor del PPE. M¨¢s incierta resulta la posici¨®n del rupturista UKIP, gran impulsor del Brexit, o la del Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo, que en los ¨²ltimos d¨ªas ha ensayado una maniobra para unirse a los liberales en la Euroc¨¢mara y que estos han acabado rechazando por el dudoso apego de Grillo a los valores liberales y europe¨ªstas.
La situaci¨®n es in¨¦dita. Nunca el nombramiento del presidente, que rota en el puesto cada dos a?os y medio (a mitad de la legislatura europea) se hab¨ªa jugado a la ¨²ltima papeleta en la sesi¨®n de votaci¨®n. La llamada gran coalici¨®n, que aglutinaba a populares y socialistas, pero tambi¨¦n a los liberales, siempre hab¨ªa forjado alg¨²n tipo de acuerdo previo. En esta ocasi¨®n, todos los grupos han presentado candidato propio y la inc¨®gnita sobre el elegido se mantendr¨¢ hasta el final.
Las formaciones minoritarias son muy conscientes de la posici¨®n de fuerza que les otorga este escenario. La sede de la Euroc¨¢mara es estos d¨ªas un hervidero de citas en las que los dos italianos que previsiblemente se disputar¨¢n la presidencia tratan de conquistar el apoyo de otros. Las normas dictan que el l¨ªder de la c¨¢mara debe ser elegido por mayor¨ªa absoluta en un m¨¢ximo de tres votaciones. Si nadie lo logra, hay una cuarta ronda que se libra, por mayor¨ªa simple, entre los dos candidatos m¨¢s votados. Ah¨ª es donde los grupos m¨¢s modestos deber¨¢n decidir si prefieren a Pittella o a Tajani. Al primero se le achaca un perfil bajo. Al segundo se le vincula con su mentor pol¨ªtico, Silvio Berlusconi.
La inc¨®gnita liberal
Los liberales, con 68 esca?os, figuran entre quienes tienen la llave. Una de sus diputadas, Beatriz Becerra (ahora independiente y antes en UPyD), echa en falta ¡°peso, liderazgo y capacidad de gesti¨®n de acuerdos¡± en las dos figuras propuestas. Si finalmente hay que decantarse por una, Becerra aventura que sus colegas de filas se repartir¨¢n.
La izquierda minoritaria es uno de los grupos a los que el mi¨¦rcoles intentaba seducir el candidato socialista. La acogida fue, en principio, fr¨ªa. ¡°Por mucho que Pittella diga que la gran coalici¨®n se ha acabado, solo se demostrar¨¢ cuando cambien su postura en asuntos como el CETA, las pol¨ªticas de refugiados o las econ¨®micas¡±, avanza Marina Albiol, eurodiputada de Izquierda Unida. Este grupo reh¨²sa anticipar cu¨¢l ser¨¢ el sentido de su voto cuando se enfrente a la disyuntiva final.
Tambi¨¦n Los Verdes recelan de las credenciales de los dos grandes candidatos, aunque no contemplan abstenerse. ¡°Es una carrera de caballos cojos. Los dos ponen muy dif¨ªcil votarlos si no perteneces a su grupo¡±, lamenta el diputado alem¨¢n Sven Giegold.
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