Pe?a Nieto sobre el muro de Trump: ¡°Atenta contra nuestra dignidad¡±

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El muro con el que sue?a Donald Trump empez¨® a construirse esta ma?ana. El futuro presidente de Estados Unidos, fiel a s¨ª mismo, aprovech¨® su primera conferencia de prensa en meses para pisotear a su vecino del sur y reiterar que no s¨®lo erigir¨¢ lo antes posible la divisoria, sino que la obra ser¨¢ pagada por M¨¦xico. El anuncio, que disipa los sue?os de aquellos que cre¨ªan que la proximidad al poder moderar¨ªa a Trump, desat¨® una ola de indignaci¨®n al sur del r¨ªo Bravo. El propio presidente de M¨¦xico, Enrique Pe?a Nieto, habitualmente cauto en sus respuestas a Washington, sali¨® a la palestra y rechaz¨® con firmeza el ¨®rdago de Trump.

¡°En ning¨²n momento aceptaremos nada en contra de nuestra dignidad como pa¨ªs, ni de nuestra dignidad como mexicanos. No son negociables principios b¨¢sicos, como nuestra soberan¨ªa, el inter¨¦s nacional y la protecci¨®n de nuestros connacionales. Es evidente que tenemos algunas diferencias con el pr¨®ximo gobierno de Estados Unidos, como el tema de un muro, que M¨¦xico, por supuesto, no pagar¨¢¡±, afirm¨® Pe?a Nieto.

En su alocuci¨®n, el presidente tambi¨¦n rechaz¨® las continuas invectivas proferidas por Trump contra las empresas estadounidenses que tercerizan en suelo mexicano. Unas amenazas, acompa?adas del anuncio de castigos fiscales, que han logrado que gigantes como Ford den marcha atr¨¢s a su proyecto de invertir 1.600 millones de d¨®lares en San Luis Potos¨ª, o que Fiat Chrysler considere una ¡°locura¡± ampliar su industria en M¨¦xico.

En su defensa de los intereses nacionales, Pe?a Nieto hizo p¨²blicos tres objetivos que espera lograr en la negociaci¨®n m¨¢s dif¨ªcil de su sexenio: mantener libre el flujo de remesas, que las repatriaciones de indocumentados se hagan de forma ordenada y humanitaria, y que Estados Unidos evite el tr¨¢fico de armas y persiga el dinero del narcotr¨¢fico. Una lista de buenos deseos ante los que Trump, hasta la fecha, no ha mostrado ninguna sensibilidad. Por el contrario, el magnate republicano no ha dejado de vapulear a su vecino con medidas ultraproteccionistas como el anuncio del desmantelamiento inmediato del Tratado de Libre Comercio, piedra angular de una econom¨ªa que dirige el 80% de sus exportaciones a Estados Unidos.

Ante este maremoto, el deseo de la Administraci¨®n mexicana es abrir un cauce negociador capaz de soportar las intemperancias del futuro presidente de Estados Unidos. Para ello, Pe?a Nieto ha puesto al frente de la diplomacia a Luis Videgaray, el hombre que prepar¨® la visita de Trump a M¨¦xico. El fracaso de aquella reuni¨®n, convertida por el republicano en un acto de campa?a, le hizo caer en desgracia. Pero el triunfo electoral del magnate le rescat¨® del olvido y revalid¨® su tesis de que era mejor negociar con el adversario que darle la espalda. Designado secretario de Asuntos Exteriores a principios de a?o, se le ha confiado la casi imposible misi¨®n de establecer un di¨¢logo estable. A su favor cuenta con su enorme proximidad con Pe?a Nieto, de quien es el principal valido, pero tambi¨¦n con una valiosa conexi¨®n con el influyente Jared Kushner, yerno de Trump y uno de los m¨¢s influyentes consejeros de la nueva corte imperial.

La tarea no es f¨¢cil. La propia insistencia de Trump en que el muro lo pagar¨¢ M¨¦xico lo demuestra. El multimillonario, con su instinto de escualo, ha descubierto un fil¨®n con sus ataques a los mexicanos. Gran parte de sus electores apoyan esta humillaci¨®n gratuita. Empobrecidos por a?os de crisis y posiblemente asustados por su ca¨ªda en la escalera social, la ven como un resarcimiento frente a un posible competidor. Trump juega con este sentimiento, como demostr¨® en su comparecencia al afirmar sin empacho que M¨¦xico ¡°sac¨® provecho de Estados Unidos¡± y que por eso atrajo a las compa?¨ªas estadounidenses a su suelo.

De ah¨ª tambi¨¦n su insistencia en que M¨¦xico pague el muro. Algo de lo que dif¨ªcilmente se escapar¨¢ la Administraci¨®n de Pe?a Nieto y la que le suceda. El mismo Trump dio la pista de c¨®mo lo lograr¨¢ al se?alar que no ha de ser un reembolso directo, sino que le basta que proceda de un simple gravamen fiscal. Una medida que los expertos consideran posible y ante la que M¨¦xico no puede oponer resistencia.

Ser¨¢ un golpe pol¨ªtico sin apenas parang¨®n y que culminar¨¢ un periodo de enorme inestabilidad. El presidente de M¨¦xico ha iniciado su ¨²ltimo a?o pleno bajo una tormenta que nadie cree que vaya amainar. Zarandeados por Trump, el peso y la inversi¨®n extranjera han entrado en barrera. Las arcas p¨²blicas, debilitadas por la crisis del petr¨®leo, no dejan de menguar, y la violencia callejera ha aflorado con inusitada fuerza ante la subida del precio de la gasolina.

En este escenario, Pe?a Nieto se encuentra cada vez m¨¢s solo. En sus d¨ªas ya pesa m¨¢s el pasado que el futuro. Su partido, como el resto, se prepara para la sucesi¨®n en las elecciones presidenciales de 2018. La cuenta atr¨¢s ha empezado, y ¨¦l y su ministro Videgaray apenas disponen de tiempo. Lejos de poder preparar su legado para historia, la historia les ha puesto frente a su mayor reto. Un muro que separa mucho m¨¢s que una frontera.