El Supremo venezolano desautoriza al Parlamento

El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ), controlado por el chavismo, dictamin¨® el mi¨¦rcoles que la elecci¨®n de la directiva del Parlamento la semana pasada es nula y sus actuaciones inv¨¢lidas. Esto incluye la sesi¨®n del lunes en la que los parlamentarios declararon ¡°el abandono del cargo¡± del presidente, Nicol¨¢s Maduro. Seg¨²n los magistrados del alto tribunal, el Parlamento, de mayor¨ªa opositora, contin¨²a en la situaci¨®n de desacato que le atribuye desde agosto, lo que anula de forma autom¨¢tica cualquiera de sus decisiones.

La sentencia del tribunal -que se produce a solicitud de la bancada parlamentaria del chavismo- exime a Maduro de presentar ante la Asamblea su Memoria y Cuenta anual, una formalidad que la Constituci¨®n obliga a cumplir antes del 15 de enero de cada a?o. ¡°En vista de la imposibilidad para realizar actos v¨¢lidos, se configura la omisi¨®n constitucional de la Asamblea Nacional, por lo cual el presidente de la Rep¨²blica (¡­) deber¨¢ rendir su mensaje anual ante el TSJ¡±, se lee en la decisi¨®n.

El dictamen forma parte de una ofensiva general que el Gobierno ha emprendido contra la oposici¨®n despu¨¦s de que, desde su perspectiva, el Parlamento cruzara una l¨ªnea roja. La ofensiva incluye el arresto de dirigentes opositores y figuras de la disidencia. Justo el mi¨¦rcoles, mientras se emit¨ªa la sentencia del Supremo, funcionarios de la polic¨ªa pol¨ªtica trasladaban detenido al diputado Gilber Caro, del partido Voluntad Popular, al que tambi¨¦n pertenece el dirigente encarcelado Leopoldo L¨®pez. El Gobierno acusa a Caro de preparar actos terroristas y ha pasado por alto el fuero del parlamentario.

Tambi¨¦n el mi¨¦rcoles el Gobierno orden¨® la captura de Jorge Gonz¨¢lez, representante del partido Primero Justicia en el Consejo Legislativo de Maracaibo, segunda ciudad del pa¨ªs.

¡°Venezuela sabe que el Gobierno ha desatado una pol¨ªtica de miedo y terror porque sabe que no tiene apoyo popular¡±, protest¨® Julio Borges, coordinador nacional de Primero Justicia y presidente de la Asamblea Nacional desde el 5 de enero. ¡°Si cree que haciendo presos va a resolver la crisis, va a tener que poner presos a 30 millones de venezolanos¡±, agreg¨®.

Ofensiva judicial

En la ciudad de Maracay, capital del Estado de Aragua y vecina a Caracas, qued¨® detenido el general Ra¨²l Baduel. El oficial del Ej¨¦rcito, exministro de Defensa de Hugo Ch¨¢vez e integrante de la logia militar que dio origen a la Revoluci¨®n Bolivariana, fue condenado en 2010 por cargos de corrupci¨®n, poco despu¨¦s de que rompiera con el oficialismo. El pasado agosto recibi¨® el beneficio de libertad condicional. Pero este jueves, en su visita peri¨®dica al tribunal de la causa, fue puesto tras las rejas.

El dos veces candidato presidencial de oposici¨®n y Gobernador de Miranda, Henrique Capriles, militante de Primero Justicia, fue llamado a declarar ayer ante la Contralor¨ªa General de la Rep¨²blica por su presunta conexi¨®n con los sobornos pagados en Venezuela por la constructora brasile?a Odebrecht.

La empresa, epicentro de una trama corrupta continental, admiti¨® en diciembre ante la Justicia de Estados Unidos que hab¨ªa pagado sobornos por casi 800 millones de d¨®lares en 12 pa¨ªses para obtener y conservar la asignaci¨®n de proyectos de obras p¨²blicas. Seg¨²n la empresa, Venezuela fue, tras Brasil, el pa¨ªs donde reparti¨® el mayor monto en sobornos, unos 98 millones de d¨®lares.

La semana pasada, el diario The Wall Street Journal public¨® un reportaje seg¨²n el cual Odebrecht ¡°hizo donaciones a trav¨¦s de terceros al gobierno del Estado Miranda, donde se encuentran algunos de sus mayores proyectos venezolanos¡±. Capriles calific¨® la versi¨®n como una treta con la que se le pretende vincular al caso de corrupci¨®n e inhabilitarlo pol¨ªticamente mediante una decisi¨®n administrativa.

La tercera reuni¨®n de la Mesa de Di¨¢logo entre Gobierno y Oposici¨®n que auspician el Vaticano y Unasur estaba prevista para hoy en Caracas. No obstante, a menos de 24 horas del c¨®nclave, en el pa¨ªs persist¨ªan las dudas sobre si este tendr¨ªa lugar y si, de realizarse, conseguir¨ªa reunir en un mismo espacio a los facilitadores junto a los representantes de ambos bandos.