Putin gana la ¨²ltima partida
El presidente ruso ha sabido adaptarse a un mundo cambiante. Controla con autoritarismo el pa¨ªs m¨¢s extenso del mundo y lo ha situado al frente de la escena internacional
?Qui¨¦n es Vlad¨ªmir Putin? ?Es Hitler, como dec¨ªa Hillary Clinton? ?El hombre de hierro, quiz¨¢ en referencia a Stalin? ?El hombre de acero? ?O, como se est¨¢ diciendo ya de ¨¦l, el hombre del a?o en 2017?
De lo que no cabe duda es de que Putin es un dirigente autoritario para quien Rusia debe ser un Estado fuerte en el interior, poderoso en el exterior y con un sistema pol¨ªtico que tenga en cuenta su singularidad geogr¨¢fica, hist¨®rica y humana. Durante m¨¢s de 20 a?os, trabaj¨® para el KGB, primero en Rusia y luego en la RDA. La conclusi¨®n general es que desde la presidencia de Rusia est¨¢ perpetuando el esp¨ªritu y los m¨¦todos del KGB. En realidad, es un producto de la URSS, que era un imperio muy poderoso, una superpotencia con la pretensi¨®n de ser el ¨²nico rival de Estados Unidos y representar el futuro de la humanidad.
En 1990, Putin presenci¨® el hundimiento de ese imperio, la desaparici¨®n de la potencia y, sobre todo, c¨®mo quedaban al desnudo el mito comunista, el ideal de progreso y la promesa de un nuevo mundo; una inmensa mentira que llev¨® al estancamiento pol¨ªtico y el atraso econ¨®mico. Hace a?os dijo al respecto: ¡°La desaparici¨®n de la URSS es la mayor cat¨¢strofe geopol¨ªtica del siglo XX¡±, lo cual no significa que echara de menos la Uni¨®n Sovi¨¦tica ni que quisiera resucitarla, sino que la ca¨ªda del imperio hab¨ªa supuesto una conmoci¨®n espantosa para quienes la vivieron, y de consecuencias infinitas. De ah¨ª su voluntad de reconstruir el pa¨ªs ¡ªun aut¨¦ntico territorio en ruinas en el a?o 2000¡ª a partir de la realidad y neg¨¢ndose a utilizar un modelo prefabricado, el de la democracia occidental.
Putin est¨¢ convencido de que Rusia no es un pa¨ªs como los dem¨¢s. Es el Estado m¨¢s extenso del mundo, habitado por numerosos pueblos con historias, culturas y religiones muy distintas. Un Estado situado en la encrucijada entre tres mundos ¡ªEuropa, el Oriente musulm¨¢n y el Extremo Oriente¡ª que se refleja en la diversidad de sus ciudadanos. ?C¨®mo gobernar ese espacio interminable, esos nueve husos horarios y esa variedad humana, si no es con autoridad? Por eso tiene la certeza de que la democracia debe incorporar todos esos elementos, las ense?anzas de una historia dif¨ªcil y, sobre todo, los tres mundos, las tres civilizaciones que rodean Rusia y se integran en ella.
?C¨®mo va a escoger este extra?o pa¨ªs un solo modelo? El modelo, en opini¨®n de Putin, debe ser el ruso, el que propuso Pedro el Grande antes que nadie. Pero tambi¨¦n los pensadores rusos posteriores, que han hecho hincapi¨¦, casi todos, en la especificidad pol¨ªtica y espiritual del pa¨ªs, ya fuera para construir sobre ella la vida pol¨ªtica (los eslav¨®filos), ya fuera para superarla y optar por una imitaci¨®n servil de Occidente (los occidentalistas). Fue un debate del siglo XIX que volvi¨® a surgir despu¨¦s del fin de la URSS. Para Putin, la soluci¨®n de lo que Solzhenitsyn llamaba ¡°el problema ruso¡± est¨¢ en la cohesi¨®n interna, es decir, un poder fuerte, capaz de encarnarla e imponerla. La democracia rusa debe ser espec¨ªfica o, mejor dicho, hacer sitio a las especificidades rusas. Es la vertical del poder, que seg¨²n Putin es lo que permite mantener la unidad de este complejo inmenso y variado e impedir que estalle, como estuvo a punto de ocurrir en 1917 y 1991.
La democracia rusa debe hacer sitio a las especifidades rusas. Es la vertical del poder que, seg¨²n el Kremlin, impide que todo estalle
La vertical del poder implica una centralizaci¨®n y una autoridad reales y un Gobierno autoritario, aunque al mismo tiempo haya margen para cierta autonom¨ªa de las organizaciones territoriales y nacionales y el reconocimiento del pluralismo espiritual. Rusia tambi¨¦n es un Estado musulm¨¢n, seg¨²n proclama Putin.
Pero la caracter¨ªstica fundamental del pensamiento de Putin es el objetivo de reconstituir el poder¨ªo internacional de Rusia. El espacio ¡ªy la conciencia de las limitaciones que impone¡ª es la base de su reflexi¨®n. Rusia tiene unas fronteras interminables y pocas fronteras naturales. Ha vivido constantemente invadida o en peligro de serlo, y los invasores, a excepci¨®n de los mongoles, han llegado siempre de Occidente. Por eso los rusos tienen el sentimiento de que viven acosados y deben prevenir esa amenaza. La reacci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica a esa posibilidad fue disputar el poder en el mundo, pero, desde 1990, el ¨²nico poder mundial que queda es el del mundo occidental, encabezado por Estados Unidos y la OTAN.
Si Bor¨ªs Yeltsin confi¨® durante un tiempo en que la adhesi¨®n de Rusia al modelo pol¨ªtico occidental le permitir¨ªa hacerse un hueco como potencia en la vida internacional, Putin ha tenido claro desde 1999 que la voz de Rusia ¡ªmiembro permanente del Consejo de Seguridad¡ª es objeto de desprecio, que, en el concierto internacional, no se la considera una potencia. Adem¨¢s, ve que los pa¨ªses vecinos se aproximan a la ¨®rbita de la OTAN, cuando ya el mero hecho de que siga existiendo la Alianza Atl¨¢ntica, concebida en tiempos de la guerra fr¨ªa para hacer frente al poder sovi¨¦tico, le inquieta y le indigna. Tanto Yeltsin como Putin se encontraron con este problema, y los dos intentaron responder creando en el espacio postsovi¨¦tico unos sistemas de seguridad y cooperaci¨®n y una zona de influencia. En 1992, Rusia ten¨ªa la mirada puesta en los modelos postimperiales de Reino Unido y Francia y en la pol¨ªtica de vecindad de Estados Unidos. Entonces naci¨® la Confederaci¨®n de Estados Independientes (CEI), que result¨® una c¨¢scara vac¨ªa. Despu¨¦s, Putin lo sustituy¨® por el tratado de seguridad colectiva, la uni¨®n aduanera y el espacio euroasi¨¢tico. Georgia y Ucrania se resistieron, en ocasiones hasta el punto de provocar una crisis internacional ¡ªCrimea¡ª que pareci¨® indicar, err¨®neamente, el comienzo de una nueva guerra fr¨ªa. Para Putin, el hecho de que la OTAN haya sobrevivido hace necesario garantizar un entorno seguro alrededor de Rusia.
La caracter¨ªstica fundamental del pensamiento de Putin es el objetivo de reconstituir el poder¨ªo internacional del Estado ruso
Pero el elemento esencial de su visi¨®n sigue siendo el restablecer el equilibrio de poder con Estados Unidos. Para ello, en primer lugar, recurre a la concepci¨®n rusa tradicional de poder, que es el poder militar. Se ha dedicado a reconstruir el Ej¨¦rcito, modernizar el material y llevar a cabo un esfuerzo multidimensional y, como consecuencia, en 2017, el poder¨ªo militar ruso es indiscutible. El precio de ese esfuerzo es en parte econ¨®mico, y no ha habido la correspondiente modernizaci¨®n de la econom¨ªa.
La restauraci¨®n del poder ruso implica tambi¨¦n su regreso al escenario internacional. Al involucrarse en Siria en unos momentos en los que el presidente de Estados Unidos se mostraba vacilante, Putin ha hecho que Rusia sea el ¨¢rbitro, no solo de la guerra que se libra all¨ª, sino de la lucha contra el islamismo, al que ha calificado de enemigo n¨²mero uno de la paz en el mundo. Con esta decisi¨®n, y dado que el mundo occidental no tiene claro a cu¨¢l de los dos ¡ªRusia o el islamismo radical¡ª considera m¨¢s enemigo, Putin ha logrado establecer all¨ª, es decir, en un Oriente Pr¨®ximo destrozado por la pol¨ªtica de Bush ¡ªIrak en 2003¡ª y Francia ¡ªLibia en 2011¡ª, un aut¨¦ntico liderazgo.
En muy pocos a?os, la Rusia ausente del escenario internacional ha regresado de forma decisiva en Siria e Irak y tambi¨¦n en Extremo Oriente, donde la pol¨ªtica euroasi¨¢tica de Putin y las alianzas de las que Rusia forma parte ¡ªen especial el grupo de Shangh¨¢i¡ª lo convierten en un pa¨ªs asi¨¢tico, ahora que el centro de gravedad internacional est¨¢ desliz¨¢ndose cada vez m¨¢s hacia all¨¢.
?No es todo esto raz¨®n suficiente para que Putin merezca el t¨ªtulo de hombre del a?o? ?Y no demuestra que, adem¨¢s de hombre de hierro, es un hombre flexible y capaz de adaptarse a un mundo cambiante?
La restauraci¨®n del poder ruso implica tambi¨¦n su regreso al escenario internacional
H¨¦l¨¨ne Carr¨¨re d¡¯Encausse es experta en historia rusa y acad¨¦mica de la lengua. Bi¨®grafa de los Rom¨¢nov, de Lenin y Stalin, su ¨²ltimo libro es ¡®Los seis a?os que cambiaron el mundo¡¯ (Ariel), sobre los ¨²ltimos momentos del imperio sovi¨¦tivo.
Traducci¨®n de M. L. Rodr¨ªguez Tapia.
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