La retirada estadounidense del TPP golpea M¨¦xico, lastra Chile y Per¨² y da aire a Mercosur

?Antes incluso de que el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya iniciado la temida renegociaci¨®n del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (Nafta, por sus siglas en ingl¨¦s) entre EE UU, Canad¨¢ y M¨¦xico, la primera decisi¨®n del inquilino de la Casa Blanca ya salpica a su vecino del sur y al resto de Am¨¦rica Latina. La retirada estadounidense del TPP, el acuerdo de la primera potencia mundial con 11 pa¨ªses a ambas orillas del Pac¨ªfico promovido por Barack Obama, no por esperada, deja de ser un duro un golpe para la econom¨ªa mexicana y, en menor medida, para los otros dos pa¨ªses latinoamericanos firmantes del pacto: Per¨² y Chile. Por otro lado, la decisi¨®n del magnate republicano beneficia, colateralmente, a los pa¨ªses de Mercosur, liderados por Brasil y Argentina, que ganan tiempo para firmar nuevos tratados y evitar as¨ª quedarse al margen de la nueva arquitectura del comercio internacional. Y deja a China en una posici¨®n de gran fortaleza.

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En el caso de M¨¦xico, el da?o es especialmente significativo. Con una econom¨ªa fuertemente dependiente de las exportaciones ¡ªen especial a EE UU, destino de m¨¢s de siete de cada 10 d¨®lares de productos mexicanos vendidos al exterior¡ª, el TPP supon¨ªa una oportunidad ¨²nica para abrir nuevos mercados al otro lado del oc¨¦ano Pac¨ªfico. La necesidad de buscar socios comerciales m¨¢s all¨¢ de EE UU es ahora m¨¢s acuciante que nunca: la incertidumbre sobre la renegociaci¨®n del Nafta ¡ªpara la cual los presidentes mexicano y estadounidense tienen previsto reunirse el 31 de enero en Washington¡ª, una de las principales obsesiones de Trump en campa?a, obliga al Gobierno de Enrique Pe?a Nieto a optar por compradores alternativos de sus productos. Y ah¨ª las oportunidades del TPP eran inmensas: las exportaciones mexicanas a los firmantes del pacto excluidos EE UU y Canad¨¢ fue de solo 9.000 millones de d¨®lares en 2015, frente a los casi 320.000 millones vendidos a sus dos socios norteamericanos.

A falta de su ratificaci¨®n final, la r¨²brica del TPP en febrero pasado sentaba las bases para la puesta en marcha del acuerdo comercial de m¨¢s alto nivel suscrito hasta ahora por el peso espec¨ªfico de los pa¨ªses firmantes (Australia, Brunei, Canad¨¢, Chile, Estados Unidos, Jap¨®n, Malasia, M¨¦xico, Nueva Zelanda, Per¨², Singapur y Vietnam), que suman el 40% del PIB mundial, el 26% por ciento del comercio internacional y el 10% de la poblaci¨®n del planeta. La retirada de la primera potencia mundial, EE UU, enrocada en una posici¨®n proteccionista que marca el inicio de la era Trump, lo deja herido de muerte: para su entrada en vigor ten¨ªa que ser ratificado, antes de febrero de 2018, por al menos seis pa¨ªses que supusiesen el 85% del PIB del bloque. Sin EE UU, esta meta es ya imposible. Ahora queda por ver si un pacto alternativo puede echar andar sin Washington, como ha sugerido en las ¨²ltimas semanas el Gobierno neozeland¨¦s, o si, como sostiene Jap¨®n ¡ªla segunda mayor econom¨ªa del TPP¡ª, ¡°carecer¨ªa de sentido¡± sin la participaci¨®n estadounidense.

Ignacio Bartesaghi, director del departamento de Negocios Internacionales e Integraci¨®n de la Universidad Cat¨®lica del Uruguay, detalla en conversaci¨®n con EL PA?S la incertidumbre para M¨¦xico tras la decisi¨®n de Trump. ¡°Todo lo que cambiaba el TPP, que era relativamente bueno para este pa¨ªs, queda en nada¡±, apunta. ¡°El gran salto era profundizar su relaci¨®n con Asia Pac¨ªfico: Jap¨®n, Vietnam, Australia, Singapur¡­ Hoy solo tiene acuerdo comercial con Jap¨®n y con ning¨²n otro de Asia Pac¨ªfico. ?Por qu¨¦? Por su estructura productiva: su econom¨ªa es poco complementaria con las de los pa¨ªses de Asia Pac¨ªfico¡±. Este lunes, el presidente mexicano, Enrique Pe?a Nieto, ha subrayado la intenci¨®n de su pa¨ªs de buscar acuerdos bilaterales de comercio con los pa¨ªses asi¨¢ticos que conformaban el acuerdo. Bartesaghi, no obstante, ve en la renegociaci¨®n del Nafta prometida por Trump el ¡°riesgo m¨¢s obvio¡± para M¨¦xico. La Bolsa del pa¨ªs norteamericano, en cambio, hizo o¨ªdos sordos a las dudas sobre el futuro econ¨®mico a medio plazo y avanz¨® casi un 1,7%. El peso, vapuleado desde que Trump emergi¨® como figura pol¨ªtica de primera nivel en EE UU, tambi¨¦n sigui¨® la senda alcista y recuperaba un 0,4% frente al d¨®lar a ¨²ltima hora de la tarde de M¨¦xico.

Casos muy diferentes

El caso de los otros dos pa¨ªses latinoamericanos incluidos en el TPP, Chile y Per¨², es diferente. ¡°No tendr¨¢ un impacto muy profundo para ellos¡±, asevera el analista uruguayo. A diferencia de M¨¦xico, Chile ya tiene acuerdos comerciales bilaterales con pr¨¢cticamente todos los Estados de Asia Pac¨ªfico firmantes del tratado. ¡°Lo que hac¨ªa era profundizar en su relaci¨®n comercial, pero no supon¨ªa una mejora de acceso a los mercados, como s¨ª suced¨ªa con M¨¦xico¡±. Per¨², por su parte, no tiene acuerdos comerciales con Australia, Brunei o Nueva Zelanda, pero s¨ª con el grueso de los pa¨ªses incluidos en el TPP. ¡°Hab¨ªa mejoras, pero Per¨² est¨¢ m¨¢s avanzado que M¨¦xico en pol¨ªtica comercial con Asia Pac¨ªfico¡±, subraya Bartesaghi al tiempo que destaca que la salida estadounidense del TPP puede ser una buena noticia para los pa¨ªses de Mercosur, capitaneados por Brasil y Argentina: ¡°Hab¨ªan quedado retrasadas en pol¨ªtica comercial y les dar¨¢ tiempo para poder negociar nuevos acuerdos¡±. En este sentido, el profesor de la Universidad Cat¨®lica cree que la posici¨®n de la nueva Administraci¨®n estadounidense ser¨¢ un aldabonazo y a?adir¨¢ incentivos para el sempiterno acuerdo Uni¨®n Europea-Mercosur.

Una de las principales fortalezas que los analistas ve¨ªan en el TPP era la posibilidad de conectar pa¨ªses desarrollados con otros en v¨ªas de desarrollo, as¨ª como a Estados semiindustrializados entre s¨ª. ¡°Durante los ¨²ltimos a?os, los pa¨ªses emergentes y en desarrollo ¨Cen particular, las econom¨ªas asi¨¢ticas¨C se han convertido en actores cada vez m¨¢s importantes del comercio internacional, y esto a su vez ha fomentado un aumento en los vol¨²menes de comercio norte-sur y sur-sur¡±, subrayaba Antoni Estevadeordal en un reciente an¨¢lisis del think tank?estadounidense Brookings Institution.

Bartesaghi, en la misma l¨ªnea que muchos de los ponentes que han participado en los ¨²ltimos d¨ªas en el Foro de Davos, no duda en calificar de ¡°error estrat¨¦gico de gran dimensi¨®n¡± la decisi¨®n de Trump de no ratificar el TPP: ¡°Renuncia a fijar las reglas del juego del comercio mundial y deja a China como l¨ªder del libre comercio en todo el mundo¡±. ?Seguir¨¢ adelante el TPP sin EE UU? ¡°Creo que s¨ª. Salvo Vietnam y Jap¨®n, el resto quieren seguir y est¨¢n en disposici¨®n de firmar un acuerdo¡±, cierra. Los escollos, sin embargo, han ido creciendo a medida que pasaban las horas desde el anuncio del presidente estadounidense: Chile, a trav¨¦s de su canciller, ha confirmado que no insistir¨¢ en el tratado y ha sembrado a¨²n m¨¢s incertidumbre sobre un pacto cada vez m¨¢s lejano.