El cambio clim¨¢tico lleva v¨ªboras y alacranes a la ciudad de Buenos Aires
Los porte?os, no acostumbrados a la presencia de ar¨¢cnidos, toman recaudos ante posibles picaduras
Primero fueron las lagartijas, luego los mosquitos. M¨¢s tarde aparecieron v¨ªboras y hasta camalotes con alima?as a bordo. Este verano, son los alacranes la especie que aterra a los porte?os, y que provoc¨® dos muertes por picaduras en C¨®rdoba y otro caso en Buenos Aires, con un ni?o que soport¨® cuatro paros cardiorrespiratorios luego de ser infectado. Los especialistas coinciden en que el incremento de las lluvias y el fuerte calor benefician la propagaci¨®n de estos ar¨¢cnidos, que siempre estuvieron, pero nunca con tanto protagonismo.
El cambio clim¨¢tico llena de bestias la ciudad de Buenos Aires y sus habitantes lo viven como si se tratase de la escritura de una nueva mitolog¨ªa. Miles de tuits, comentarios en la v¨ªa p¨²blica, recomendaciones de expertos en la televisi¨®n ante una posible picadura y hasta un portero de un edificio que encontr¨® una nueva veta a su vida: cazador de alacranes. Pero fuera de toda escandalizaci¨®n, que coloca a los porte?os en una categor¨ªa de sorna para el resto del pa¨ªs, tambi¨¦n existe un aumento en el n¨²mero de consultas por ataques perpetrados en los hospitales de la ciudad.
La alarma se encendi¨® cuando una nena de siete a?os y un ni?o de cuatro murieron en la provincia de C¨®rdoba por picaduras de alacranes. En suma, Tob¨ªas, un ni?o de cinco a?os que vive en el barrio de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires (la zona rosa por excelencia en la ciudad), ha logrado soportar cuatro paros cardiorrespiratorios tras el ataque de otro ar¨¢cnido. As¨ª, la psicosis se hizo colectiva, a pesar de que las estad¨ªsticas deber¨ªan llevar alivio. Entonces surgieron los tuits con fotos de escorpiones en lugares como el subterr¨¢neo y ba?os o edificios p¨²blicos. Se conoci¨® que los barrios de Palermo, Belgrano y Recoleta son los que mayor cantidad de alacranes tienen y se difundieron gu¨ªas pr¨¢cticas acerca de qu¨¦ hacer en caso de picaduras. No obstante, seg¨²n datos del ministerio de Salud de la Naci¨®n, en 2016 disminuyeron un 7% las picaduras de alacranes respecto del 2015 en todo el pa¨ªs; desde el instituto de microbiolog¨ªa Malbr¨¢n confirmaron que la cantidad de casos por a?o ¡°se mantiene estable desde hace d¨¦cadas¡± y en el interior del pa¨ªs (all¨ª donde est¨¢n m¨¢s acostumbrados a vivir con insectos y animales), distintas autoridades sanitarias confirmaron que no se produjeron m¨¢s casos que los habituales.
La especie que llena de temor a los habitantes de la ciudad se denomina Tityus trivittatus (tres bandas en el dorso) y, como todo alacr¨¢n es venenoso, aunque el per¨ªodo de ventana es de seis a ocho horas y no de una, como cree el sentido com¨²n. ¡°No hay que tener miedo. S¨ª cuidado¡±, advierte el doctor en biolog¨ªa Sergio Rodr¨ªguez Gil, especialista en ar¨¢cnidos y quien ya tiene preparada en su memoria una suerte de gu¨ªa pr¨¢ctica para citadinos en el arte de convivir con especies raras. En di¨¢logo con EL PA?S, este investigador del Conicet de 46 a?os nos aclara de antemano: ¡°Escorpi¨®n y alacr¨¢n es lo mismo, pero el primer t¨¦rmino viene del lat¨ªn y el segundo del ¨¢rabe¡±.
¡°Parece que el objetivo es generar miedo permanentemente¡±, se queja Rodr¨ªguez Gil cuando es consultado por el papel de los medios de comunicaci¨®n en este tema. ¡°La gente se la pasa matando ara?as en capital y eso no pasa en el campo, porque conocen los beneficios por sobre los insectos. Los citadinos tenemos un prejuicio particular con la naturaleza, parece que a aquello que no es de cemento y no anda a nafta ya nos resulta peligroso y, si tiene vida propia, decide y se muere, me va a hacer da?o¡±, ironiza el investigador.
El cient¨ªfico tambi¨¦n aclara que el tema no es nuevo y que en la ciudad de Buenos Aires existen escorpiones desde principios del siglo pasado. ¡°Es normal y suelen salir en verano porque salen a copular y buscar alimentos. La hip¨®tesis es que llegaron vinieron con los durmientes de los subtes de la l¨ªnea A (el primero que se hizo en Am¨¦rica Latina). Luego pasaron por los ca?os pluviales y cloacales de la antigua red, que eran de ladrillos y eso les permiti¨® vivir sin predadores¡±, ampli¨®.
El cient¨ªfico tambi¨¦n aclara que el tema no es nuevo y que en la ciudad de Buenos Aires existen escorpiones desde principios del siglo pasado. ¡°Es normal y suelen salir en verano porque salen a copular y buscar alimentos. La hip¨®tesis es que llegaron vinieron con los durmientes de los subtes de la l¨ªnea A (el primero que se hizo en Am¨¦rica Latina). Luego pasaron por los ca?os pluviales y cloacales de la antigua red, que eran de ladrillos y eso les permiti¨® vivir sin predadores¡±, ampli¨®. Su compa?era, la especialista en aracnolog¨ªa Alda Gonz¨¢lez agrega que las condiciones clim¨¢ticas del verano 2017 (incremento de las lluvias y la humedad, producto del cambio clim¨¢tico) ayudaron a que se multipliquen.
Rodr¨ªguez Gil dej¨® una posible hip¨®tesis ¨Ctodav¨ªa no confirmada por la ciencia- que podr¨ªa explicar la virulencia de los ataques en las provincias: ¡°Los alacranes que est¨¢n en la Ciudad de Buenos Aires, La Plata y algunas ciudades de Santa Fe son todas hembras. Tiene una reproducci¨®n partenogen¨¦tica, que es lo mismo que decir que es la misma hembra la que produce embriones, una caracter¨ªstica que favorece al crecimiento de la poblaci¨®n. Pero si se marca una l¨ªnea horizontal imaginaria entre Mendoza y Entre R¨ªos y se mira hacia al norte, hay una adaptaci¨®n de la especie, por lo que ya hay machos y hembras, que se multiplican por medio de la reproducci¨®n sexual, una caracter¨ªstica que los hace m¨¢s peligrosos¡±.
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