Gambia estalla de j¨²bilo con la llegada del nuevo presidente Barrow

Hay d¨ªas que los pueblos no olvidan f¨¢cilmente y en Gambia este jueves ser¨¢ recordado durante mucho tiempo como el d¨ªa en que dejaron atr¨¢s una larga dictadura de 22 a?os y se adentraron, por primera vez en su historia, en un r¨¦gimen democr¨¢tico salido de las urnas. El nuevo presidente de Gambia, Adama Barrow, esperaba en Senegal a que el dictador Jammeh se exiliara. Exactamente a las cinco y cinco de la tarde un avi¨®n de bandera senegalesa procedente de Dakar se posaba sobre la pista del Aeropuerto de Banjul provocando un estallido de j¨²bilo en las miles de personas que desde dos horas antes rodeaban el recinto. A bordo iba Barrow que una hora m¨¢s tarde hizo su entrada triunfal en las calles de la capital escoltado por una aut¨¦ntica marea humana.

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Con el pu?o en alto, los brazos en cruz o haciendo la se?al de la victoria. Barrow, encaramado sobre un coche blanco y con una sonrisa, emprendi¨® el lento camino hacia la capital. Delante y detr¨¢s dos veh¨ªculos blindados con tropas senegalesas se encargaban de velar por su seguridad. El sonido de los tambores iba amenizando la marcha, en el que destacaba la enorme presencia de j¨®venes con un entusiasmo contagioso que se dejaban la voz gritando ¡°?Presidente, presidente!¡±.

¡°Estoy m¨¢s que feliz, es el d¨ªa m¨¢s grande de toda mi vida¡±, aseguraba poco antes un exaltado Ibrahima Tour¨¦ bandera en mano en la puerta de la terminal del aeropuerto mientras sobre la pista del aeropuerto esperaban bajo un sol implacable los miembros del cuerpo diplom¨¢tico y autoridades civiles y militares, as¨ª como soldados senegaleses y nigerianos de la Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental.

La ciudad de Banjul se levant¨® este jueves con la expectativa de la llegada de Barrow. Cientos de personas con banderas, casi todas gambianas pero tambi¨¦n alguna senegalesa, pitos, tambores y las omnipresentes camisetas con el lema Gambia Has Decided se dirigieron al aeropuerto para dar la bienvenida al nuevo presidente. Desde las tres de la tarde el sonido del yemb¨¦ ameniz¨® la larga espera bajo el sol mientras cada vez llegaba m¨¢s gente en coches, autobuses y camionetas, brazos en alto y sonrisa en la cara. Lo que viene siendo una fiesta por todo lo alto.

Al igual que la partida de su antecesor Yahya Jammeh entre l¨¢grimas de sus partidarios y abucheos de decenas de j¨®venes el pasado s¨¢bado marcaba el final de un r¨¦gimen de miedo y terror que dur¨® 22 a?os, la llegada de Barrow al ritmo de los tambores y los cantos de miles de gambianos que salieron a la calle a saludar el paso de la comitiva presidencial marca el comienzo de un nuevo tiempo. No debe ser casualidad que uno se fuera en la oscuridad de la noche y el otro llegara en pleno d¨ªa. Todo est¨¢ por hacerse, la tarea es inmensa, pero este jueves ha sido la gran fiesta que los gambianos esperaban hace tanto tiempo.