El bus tur¨ªstico que recorre ¡°los m¨¢s fabulosos esc¨¢ndalos de corrupci¨®n¡± en M¨¦xico
El Corruptour permite a los ciudadanos visitar los desfalcos p¨²blicos y privados m¨¢s conocidos de los ¨²ltimos a?os
¡°Un hombre de Estado es el que pasa la mitad de su vida haciendo leyes, y la otra mitad ayudando a sus amigos a no cumplirlas¡±, ironiz¨® el escritor Noel Claras¨® en su m¨¢s famosa frase sobre la corrupci¨®n.
Cansados de esa din¨¢mica, un grupo de ciudadanos se ha unido para alertar sobre un problema que supondr¨ªa hasta el 30% del PIB de M¨¦xico, seg¨²n Transparencia Internacional.
Para ello ha puesto en marcha el Corruptour, un autob¨²s descubierto que, a la manera de los recorridos tur¨ªsticos convencionales, megafon¨ªa inclu¨ªda, transporta a los pasajeros de manera simp¨¢tica e ilustrativa, por un paseo a trav¨¦s de los peores esc¨¢ndalos econ¨®micos del pa¨ªs.
El viaje, de una hora de duraci¨®n, comienza desde el veh¨ªculo mismo. El antiguo autob¨²s anuncia como en un circo, la presentaci¨®n "de los m¨¢s famosos espect¨¢culos de corrupci¨®n", entre ellos ¡®La estela millonaria¡¯, construida para celebrar los 200 a?os de la Independencia de M¨¦xico y cuyo costo fue seis veces superior al presupuestado, o ¡®La mansi¨®n de la verg¨¹enza¡¯ en referencia a la casa del presidente Enrique Pe?a Nieto adquirida al grupo Higa, beneficiado con 80 contratos del gobierno.
Precisamente en la calle Sierra Gorda 150, donde se levanta la impresionante vivienda sobre la que el mandatario ha pedido perd¨®n, comienza el Corruptour que incluye nueve citas m¨¢s frente a edificios p¨²blicos y privados incluida la residencia oficial de Los Pinos.
Entre otras paradas se incluye la sede del Seguro Social (IMSS), por el sobrecosto en la compra de medicamentos, la sede de la empresa constructora OHL, beneficiaria de la gran mayor¨ªa de obras en el Estado de M¨¦xico o el ¡®antimonumento de los 43¡¯ en recuerdo de los estudiantes de Ayotzinapa y ¡°cuya desaparici¨®n se debi¨® a la corrupci¨®n y la connivencia entre pol¨ªticos, narcos y fuerzas de seguridad¡± explica la grabaci¨®n.
El veh¨ªculo tambi¨¦n hace un alto junto al metro Balderas, por el robo en la adquisici¨®n de refacciones para los trenes de la l¨ªnea 12, y en la sede de Televisa, beneficiaria ¡°de una de las redes de extorsi¨®n m¨¢s sofisticadas del pa¨ªs¡± gracias a la dependencia de los medios de comunicaci¨®n del Estado v¨ªa publicidad", explican.
La ¨²ltima parada est¨¢ dedicada al Senado por, entre otras cosas, los bonos navide?os de entre 200.000 y 400.000 pesos (10.000 y 20.000 d¨®lares) que cada a?o se autoconceden los legisladores.
¡°Hay tantos casos de corrupci¨®n que fue complicado elegir s¨®lo diez paradas¡± explica Emilio ?lvarez Icaza, exsecretario ejecutivo de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y activo defensor de esta iniciativa. ¡°La clase pol¨ªtica no se cansa de robar y esta es una forma de exhibir, se?alar y educar a la gente¡± a?ade.
En el recorrido no se libra nadie; presidentes, servidores p¨²blicos, senadores, medios de comunicaci¨®n y empresas privadas salen sonrojadas a bordo del peculiar autob¨²s.
En cuanto a los mandatarios, Felipe Calder¨®n es vapuleado por el desfalco en la construcci¨®n de ¡®La estela de Luz¡¯ cuyo sobrecosto hubiera permitido construir m¨¢s de cuatro hospitales. Enrique Pe?a Nieto por una vivienda que hubiera permitido comprar 300 casas de protecci¨®n oficial (Infonavit) y L¨®pez Obrador por los videosc¨¢ndalos en los que sus colaboradores aparecen guardando fajos de billetes en 2004 durante la etapa en que fue jefe de Gobierno de la Ciudad de M¨¦xico y por el que nadie ha sido enjuiciado.
Seg¨²n las encuestas, la corrupci¨®n es el tercer problema que m¨¢s preocupa a los mexicanos despu¨¦s de la impunidad y la econom¨ªa, aunque ahora se incluye tambi¨¦n Trump. M¨¦xico es tambi¨¦n el pa¨ªs m¨¢s corrupto de la OCDE.
En momentos en que Pe?a Nieto ha llamado a la "unidad nacional" para enfrenar el fen¨®meno Trump, Icaza opina que el verdadero muro es interno: ¡°El muro que hay que derribar es la corrupci¨®n. El otro, el de Trump, es un insulto y es inaceptable, pero a¨²n comienza, este otro muro est¨¢ en pie hace a?os y hace mucho da?o¡± explica el defensor de DDHH.
El proyecto, financiado con donativos de ciudadanos an¨®nimos y apartidistas, se realiz¨® por primera vez en Monterrey en 2014 y durante seis meses 1.500 personas recorrieron cada domingo los casos m¨¢s comentados en la capital de Nuevo Le¨®n. Desde el pr¨®ximo domingo se realizar¨¢ en la capital mexicana con el objetivo de extender la idea al resto del pa¨ªs.
Seg¨²n Patricia de Obeso, una de las organizadoras: ¡°Hay que devolver la esperanza y hacer creer que la corrupci¨®n no es gen¨¦tica, no es un destino ni algo irreversible¡±.
En el esp¨ªritu de los convocantes est¨¢ unir a la sociedad frente al problema y agitar a la poblaci¨®n en tiempos de convulsi¨®n pol¨ªtica. Porque como dec¨ªa el m¨¦dico argentino Jos¨¦ Ingenieros sobre la corrupci¨®n: ¡°Nadie piensa, donde todos lucran; nadie sue?a, donde todos tragan¡±.
Habr¨¢ dos recorridos cada domingo, a las 15.00 y las 17.00. El Corruptour comienza y termina en la Avenida Reforma, frente al Museo de Antropolog¨ªa. Es gratuito y abierto a todo el p¨²blico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.