El acorralado Fillon resiste pese al esc¨¢ndalo que destroza su campa?a
El candidato conservador se considera v¨ªctima de "acusaciones infundadas" y de "un ataque de una violencia sin procedentes"
Fran?ois Fillon, l¨ªder conservador y candidato al El¨ªseo, resiste. "Sigo en pie". Ni su hundimiento en los sondeos ni el cataclismo en su partido por el esc¨¢ndalo de los sueldos a su esposa y sus hijos le hace desistir. Todo lo contrario. Se considera v¨ªctima de "acusaciones infundadas", de "un ataque de una violencia sin precedentes", pese a que todas sus acciones han sido "legales y transparentes".
"He sufrido un intento de asesinato pol¨ªtico. Esta tarde comienza una nueva campa?a. Nada me desviar¨¢ de la elecci¨®n presidencial", ha proclamado este lunes en una rueda de prensa convocada con prisas esta ma?ana como el primer acto de un intento de resurrecci¨®n. "Los ataques han reforzado mi determinaci¨®n", afirm¨® delante de una bandera francesa y otra europea en su sede electoral, en el distrito 15 de Par¨ªs. "Nada me har¨¢ cambiar de opini¨®n. Soy candidato para ganar".
"No tengo nada que ocultar", reiter¨®. "Asumo todas mis responsabilidades". Para Fillon, contratar a su esposa, "diplomada en Derecho y Letras", y sus hijos es perfectamente "legal" en Francia. El trabajo y sueldo de su esposa, Penelope, fue no solamente "totalmente justificado", sino incluso "fundamental" para sus actividades como diputado. "S¨ª, emple¨¦ a mi esposa como colaboradora", asever¨® con tono firme.
El candidato s¨ª ha admitido que al menos tiene problemas en el terreno ¨¦tico, porque los franceses no asumen ya que sus parlamentarios puedan emplear a familiares, aunque eso sea legal. "Fue un error. Presento mis excusas". Ha sido su ¨²nico mea culpa, pero trufado tambi¨¦n de reiteradas cr¨ªticas a los medios de comunicaci¨®n que han difundido los datos del esc¨¢ndalo. "Pero no es a los medios a los que corresponde juzgarme".
Pero incluso hizo una velada advertencia a la polic¨ªa y la fiscal¨ªa que lo investigan. "Nadie puede juzgar el trabajo de los colaboradores parlamentarios, salvo los propios parlamentarios, en raz¨®n de la divisi¨®n de poderes". A¨²n as¨ª, reiter¨® que, si es imputado, abandonar¨¢ la carrera presidencial.
Fillon pone as¨ª un punto y aparte, que no punto final, al convulso periodo abierto para ¨¦l y su partido, Los Republicanos, tras conocerse el esc¨¢ndalo de los supuestos empleos ficticios de su familia. Las calles de Francia han sido regadas este fin de semana con millones de octavillas con la frase ¡°Stop a la caza del hombre. Demasiado es demasiado¡±. El hombre es Fillon, el candidato que hasta hace diez d¨ªas iba directo al El¨ªseo seg¨²n las encuestas. Los sondeos le castigan y dirigentes de su propio partido le han presionado para que tire la toalla.
A poco m¨¢s de dos meses y medio de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el tiempo apremia cuando las figuras de la formaci¨®n conservadora ven que se les escapa de las manos un poder que ya ve¨ªan al alcance. Nuevos datos empeoran a¨²n m¨¢s la insostenible situaci¨®n cuando los investigadores no han encontrado ning¨²n dato que certifique que la esposa del candidato, Penelope Fillon, trabaj¨® realmente como asistente parlamentario, supuesto por el que percibi¨® 831.000 euros.
La propia Penelope ha dicho a los polic¨ªas anticorrupci¨®n: ¡°Nunca oficialic¨¦ mi funci¨®n de asistente parlamentaria¡±. Lo cuenta Le Monde, que ha tenido acceso a las declaraciones que el matrimonio Fillon tuvo que hacer ante los investigadores del caso abierto por un presunto desv¨ªo de bienes p¨²blicos. Fillon lo ha justificado este lunes al decir que Penelope era su "colaboradora", no su "subordinada".
Fillon ha declarado que contrat¨® a su mujer para ayudarle a escribir un libro y para la campa?a
Todo lo que encontraron los agentes en el registro en el Parlamento fue una carpeta vac¨ªa en el que figuraban los nombres de ¡°Penelope y Sylvie¡±, en referencia, en este segundo caso, a Sylvie Fourmont, asistente de Fillon en la Asamblea Nacional.
La declaraci¨®n de Fillon a la polic¨ªa es hasta perturbadora para sus intereses. Coincide con Penelope en que esta le llevaba la agenda, hac¨ªa res¨²menes de prensa o gestionaba peticiones de empleo -nada comprobable y sin rastro documental-, pero el l¨ªder conservador agrega detalles muy significativos utilizables en su contra.
Cuenta, por ejemplo, que pact¨® con su sustituto en el esca?o y delf¨ªn en su feudo, Marc Joulaud, el elevado sueldo -m¨¢s de 7.000 euros- que debiera pagar a Penelope, a quien ¡°hered¨®¡± como asistente cuando Fillon fue nombrado ministro en 2002. ¡°La remuneraci¨®n se fij¨® de com¨²n acuerdo, aunque a iniciativa m¨ªa¡±. El candidato resistente ha explicado en la rueda de prensa que Penelope sigui¨® trabajando en su feudo electoral, en Sarthe.
A¨²n m¨¢s preocupante es lo que declar¨® para justificar por qu¨¦ contrat¨® tambi¨¦n a dos de sus hijos, Marie y Charles, como asistentes en el Senado de 2005 a 2007. En el caso de Marie, dijo, lo hizo para ayudarle a escribir un libro, una tarea que nada ten¨ªa que ver con su funci¨®n de senador.
Y en el caso de Charles, para que le ayudara a elaborar el programa electoral de los comicios presidenciales de 2007. El trabajo ser¨ªa ilegal, porque entonces se financi¨® irregularmente y con fondos p¨²blicos opacos la campa?a de Nicolas Sarkozy.
Varios diputados y senadores de Los Republicanos han pedido p¨²blicamente a Fillon que se retire. A ellos les ha lanzado avisos claros. "Ahora hay que hacer bloque. Es lo que una mayor¨ªa de cargos electos de mi familia pol¨ªtica ha comprendido". Y la advertencia de que nadie, salvo ¨¦l mismo o los jueces, pueden apartarle de la campa?a, "Ninguna instancia tiene legitimidad para poner en entredicho el resultado de las primarias".
Los principales dirigentes mantienen oficialmente su apoyo, pero en pasillos han analizado alternativas, manejado nombres de sustitutos y presionado para tomar una decisi¨®n cuanto antes. Su posible aliado centrista Fran?ois Bayrou se sum¨® a la presi¨®n: ¡°Debe renunciar. No hay otra salida¡±.
Pero no hay plan B. Alain Jupp¨¦, el exprimer ministro y alcalde de Burdeos que qued¨® finalista en las primarias, dice que no se puede contar con ¨¦l. "Para m¨ª, no es no", ha escrito este lunes en Twitter. Apoyos expl¨ªcitos ha tenido pocos. Y algunos hubiera sido mejor no tenerlos. Como el de Frigide Barjot, destacada activista del hom¨®fobo movimiento Manif pour Tous, que se ha mostrado as¨ª de comprensiva con los sueldos de Penelope e hijos: ¡°Fran?ois Fillon defiende la familia¡±.
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