El presidente de la C¨¢mara de los Comunes se opone a que Trump hable ante el Parlamento

Donald Trump no ser¨¢ bienvenido a dirigirse al Parlamento brit¨¢nico durante la visita de Estado que la primera ministra le ha invitado a realizar. As¨ª lo ha expresado este lunes, en una ins¨®lita intervenci¨®n, el presidente de la C¨¢mara de los Comunes, John Bercow, un cargo apol¨ªtico sobre el que recae la custodia de una de las tres llaves del Westminster Hall. Esa es la sala destinada a discursos solemnes ante las dos c¨¢maras, honor reservado a unos pocos visitantes ilustres y que Bercow, persuadido por el pol¨¦mico veto a los migrantes, no ha querido conceder al presidente.

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Las invitaciones para hablar ante el Parlamento las solicita el Gobierno, que es quien aconseja a la reina en materia de visitas de Estado. Pero deben ser aprobadas por los tres custodios de las llaves del Palacio de Westminster. Estos son el Gran Lord Chambel¨¢n y los presidentes de los Lores y los Comunes. Los discursos conjuntos ante las dos c¨¢maras est¨¢n reservados a visitantes que hayan dejado una marca indeleble en la pol¨ªtica internacional. El mayor de los honores consiste en hablar en el Westminster Hall, con 700 a?os de historia, el mayor y m¨¢s ic¨®nico espacio del palacio. All¨ª han hablado Barack Obama (2011), el papa Benedicto XVI (2010), Nelson Mandela (1996) o, la ¨²ltima en hacerlo, la pol¨ªtica birmana de nacionalidad brit¨¢nica Aung San Suu (2012).

Otros personajes ¨Ccomo el presidente chino, Xi Jiping, o el primer ministro indio, Narendra Modi- se han dirigido a las dos c¨¢maras en la menos solemne Royal Gallery, para la que la costumbre exige solo la invitaci¨®n de dos de los custodios de las llaves. Pero sucede que esta sala, m¨¢s modesta, est¨¢ siendo restaurada, como otras estancias del vetusto palacio de Westminster. Descartada por reformas la Royal Gallery, numerosos diputados hab¨ªan expresado sus reparos a que se concediese el honor a Trump de dirigirse a las dos c¨¢maras en el Westminster hall.

Uno de ellos, el laborista Stephen Doughty, ha introducido este lunes una cuesti¨®n de orden firmada por 163 diputados que solicitaba al presidente de la c¨¢mara denegar el permiso al Gobierno para un discurso en el Westminster hall. Y as¨ª lo ha hecho Bercow, conservador moderado. ¡°Valoramos nuestra relaci¨®n con Estados Unidos¡±, ha dicho. ¡°Si se celebra o no una visita de Estado, eso no entra en mi salario de presidente. No obstante, en lo que respecta a este lugar, creo firmemente que nuestra oposici¨®n al racismo y al sexismo, y nuestro apoyo a la igualdad ante la ley y a la independencia del poder judicial son consideraciones importantes en la C¨¢mara de los Comunes¡±.

Un discurso ante el Parlamento durante una visita de Estado, ha recorfado Bercow, ¡°no es un derecho autom¨¢tico, es un honor que se gana¡±. ¡°Antes de la imposici¨®n del veto a los migrantes¡±, ha a?adido, en referencia al decreto de Trump que impide la entrada en el pa¨ªs a refugiados y nacionales de siete pa¨ªses musulmanes, ¡°me habr¨ªa opuesto personalmente con fuerza a un discurso del presidente Trump. Despu¨¦s del veto a los migrantes, estoy a¨²n m¨¢s firmemente en contra¡±.

Fuentes del Gobierno han criticado la intervenci¨®n de Bercow por considerarla ¡°enormemente pol¨ªtica y fuera de lugar¡±. Recuerdan que a¨²n no existe una invitaci¨®n formal para la visita de Estado y que, en cualquier caso, un discurso conjunto ante las dos c¨¢maras no entra en los planes de la Casa Blanca. Las palabras de Bercow, en cambio, han sido celebradas por el l¨ªder laborista, Jeremy Corbyn, as¨ª como por los nacionalistas escoceses y los liberal dem¨®cratas.

De que el ¨¢nimo popular tampoco est¨¢ muy por la labor de adornar con excesivos honores a Trump da fe el hecho de que la petici¨®n para que se cancele la visita de Estado lleva ya m¨¢s de 1,8 millones de firmas en apenas 10 d¨ªas. Miles de personas salieron a la calle en ciudades de todo el pa¨ªs el 30 de enero, y de nuevo, el pasado fin de semana, para mostrar su desacuerdo con la visita.