Dimite el asesor de seguridad nacional de Trump por su relaci¨®n con Rusia

La presi¨®n en torno a Flynn, un general retirado cuya cercan¨ªa con Rusia levant¨® ampollas desde el principio, fue creciendo desde que a finales de la semana pasada saliera a la luz una reuni¨®n que mantuvo en diciembre con el embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak. En esa conversaci¨®n, el ya exconsejero del presidente supuestamente habl¨® sobre las sanciones a Rusia impuestas por los ciberataques que los servicios de inteligencia achacan a Mosc¨².

Seg¨²n The Washington Post, la ex fiscal general en funciones, Sally Yates (destituida por Trump por negarse a defender el veto migratorio en los tribunales) inform¨® el mes pasado a la Casa Blanca de que Flynn habr¨ªa mentido a altos cargos del Gobierno -entre ellos, al vicepresidente, Mike Pence- acerca de la naturaleza de la conversaci¨®n, y advirti¨® de que el asesor era "potencialmente vulnerable" a chantaje por parte de Rusia. El puesto de Flynn es uno de los m¨¢s cercanos al presidente. El hecho de que la Casa Blanca supiera desde hace un mes que las relaciones de Flynn con el embajador ruso eran sospechosas, o al menos no las que ¨¦l hab¨ªa dicho, hace presumir que el esc¨¢ndalo no terminar¨¢ con la dimisi¨®n.

Flynn, de 57 a?os, es un personaje anguloso. Registrado como dem¨®crata y nombrado por Barack Obama como jefe de la unidad de inteligencia del Pent¨¢gono, el luego elegido por Trump como mano derecha en seguridad destacaba por su cercan¨ªa con Rusia y sus ataques al Islam. Particip¨® y cobr¨® en alg¨²n evento de la televisi¨®n Russia Today, que est¨¢ considerada como el brazo propagand¨ªstico del Kremlin. Lleg¨® a hablar del ¡°componente enfermizo¡± del Islam y reprodujo en las redes sociales mensajes en los que defend¨ªa que ¡°el miedo a los musulmanes es racional¡±.

En su conversaci¨®n con el embajador ruso, del pasado diciembre, un mes antes de la toma de posesi¨®n de Trump como presidente, Flynn pudo cometer una ilegalidad, ya que en esos momentos a¨²n no pod¨ªa implicarse en gestiones diplom¨¢ticas. Una antigua ley que nunca hab¨ªa sido utilizada proh¨ªbe hacer gestiones en pol¨ªtica exterior al margen del presidente.

Tras aquella conversaci¨®n, Putin evit¨® responder de forma equivalente a las sanciones de Obama, que se despidi¨® de la presidencia expulsando a 35 diplom¨¢ticos rusos y cerrando dos centros propiedad del Gobierno ruso en EE UU. El movimiento de Putin fue extra?o a ojos de los expertos y contrario a la recomendaci¨®n de su ministro de Exteriores. Trump le aplaudi¨® en Twitter.

Pocos d¨ªas despu¨¦s, Flynn neg¨® categ¨®ricamente que hubiera hablado con el embajador sobre las sanciones que Obama hab¨ªa dictado contra diplom¨¢ticos rusos. Al d¨ªa siguiente se desdijo, y afirm¨® que no estaba seguro de si hab¨ªa salido el tema. El asunto clave de su dimisi¨®n es que, seg¨²n su versi¨®n, no dijo la verdad al vicepresidente sobre la naturaleza de esa conversaci¨®n.

"Desgraciadamente, debido a la rapidez de los acontecimientos, di involuntariamente al vicepresidente electo y a otros informaci¨®n incompleta sobre mis llamadas al embajador ruso. Me he disculpado sinceramente con el presidente y el vicepresidente y ambos han aceptado mis disculpas", dice Flynn en su carta de dimisi¨®n, distribuida por la Casa Blanca. En esa carta, el general retirado afirma que la llamada con el embajador ruso se enmarca dentro de otras que hizo a distintos diplom¨¢ticos extranjeros como parte de la preparaci¨®n de la transici¨®n en Washington.

Con este esc¨¢ndalo, el espectro de la complicidad entre Mosc¨² y la Administraci¨®n de Trump vuelve sobre la mesa. Los servicios de inteligencia atribuyen al Kremlin una campa?a de ciberespionaje durante las elecciones estadounidenses para denostar la campa?a dem¨®crata y favorecer la llegada del empresario neoyorquino a la Casa Blanca. El republicano, por su parte, ha mostrado una inusitada simpat¨ªa por el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, y estuvo negando la hip¨®tesis rusa, incluso cuestionando la credibilidad de la Inteligencia americana, hasta el ¨²ltimo momento.