Trump reivindica su pol¨ªtica proteccionista: ¡°Compra americano y contrata americano¡±

Hace un a?o, el candidato Donald Trump atizaba el miedo de que Boeing trasladara a China su l¨ªnea de producci¨®n en Carolina del Sur. Este viernes, el presidente Trump visit¨® la planta del gigante aeron¨¢utico en ese Estado y la puso de ejemplo para reivindicar su discurso proteccionista.

Desde que gan¨® las elecciones presidenciales, el magnate inmobiliario no ha dudado en adoptar un tono desafiante en pol¨ªtica empresarial. Ha criticado los costes de productos, como el nuevo Air Force One que prepara Boeing, y ha amenazado con imponer elevados aranceles a las compa?¨ªas que fabriquen en el extranjero.

¡°Nuestro objetivo como naci¨®n tiene que ser depender menos de importaciones y m¨¢s de productos hechos en Estados Unidos¡±, dijo el republicano en la f¨¢brica de Boeing en North Charleston, en la que se produce el nuevo modelo 787-10 del avi¨®n comercial Dreamliner y en la que los empleados rechazaron esta semana organizarse bajo un sindicato.

En alusi¨®n a su lema nacionalista de Am¨¦rica primero, el presidente defendi¨® que el ¡°mantra¡± debe ser ¡°compra americano y contrata americano¡± e insisti¨® en que habr¨¢ penalizaciones a las empresas que trasladen su producci¨®n fuera de EE UU y luego vendan sus productos de vuelta en el pa¨ªs. Trump no dio detalles pero en diciembre dijo que ese arancel, que deber¨ªa aprobar el Congreso, ser¨ªa del 35%. El impuesto busca castigar especialmente las deslocalizaciones a M¨¦xico, que fue un blanco de la ret¨®rica electoral del republicano.

Trump hizo de la recuperaci¨®n de empleos industriales en EE UU una de sus banderas electorales, lo que le permiti¨® conquistar el voto de la clase trabajadora blanca del Medio Oeste. Como presidente, ha adoptado un papel de ¨¢rbitro: elogiando y criticando decisiones empresariales, lo que ha alimentado el temor de las compa?¨ªas a ser se?aladas p¨²blicamente.

Trump tambi¨¦n ha tratado de erigirse como un gestor eficiente: en diciembre,?como presidente electo, vendi¨® como un ¨¦xito la conservaci¨®n de mil empleos de una f¨¢brica de aparatos de aire acondicionado en Indiana, que ¨¦l hab¨ªa atacado en la campa?a electoral, a cambio de un plan de rebajas fiscales.

En medio de este clima, Ford anunci¨® en enero que cancelaba la apertura de una f¨¢brica en M¨¦xico y que, a cambio, expandir¨ªa su producci¨®n en Michigan. El d¨ªa antes, el presidente hab¨ªa criticado los planes mexicanos de General Motors y le hab¨ªa amenazado con represalias fiscales.

¡°De golpe, las plantas est¨¢n volviendo a nuestro pa¨ªs¡±, se jact¨® Trump en Carolina del Sur. El republicano abog¨® porque sea m¨¢s f¨¢cil producir en EE UU que abandonar el pa¨ªs, pero no formul¨® ninguna propuesta ambiciosa para frenar el declive manufacturero estadounidense.

Boeing como term¨®metro

Boeing ejemplifica la relaci¨®n de Trump con el mundo empresarial. El presidente, que se jacta de ser un h¨¢bil negociador, hundi¨® las acciones de la compa?¨ªa cuando a principios de diciembre pidi¨® en Twitter que se cancelara el pedido del nuevo avi¨®n presidencial al asegurar que el coste iba a superar los 4.000 millones de d¨®lares.

La respuesta de Boeing fue tender la mano al presidente. A finales de diciembre, el consejero delegado de la empresa, Dennis Muilenburg, se reuni¨® con Trump y le dio su ¡°compromiso personal¡± de que el coste ser¨ªa m¨¢s bajo. En el encuentro, estaba tambi¨¦n el responsable de Lockheed Martin, el fabricante de aviaci¨®n militar que tambi¨¦n hab¨ªa sido objeto de los reproches del mandatario sobre el coste de sus cazas de combate.

Boeing ha logrado acercarse a Trump. Muilenburg dijo este viernes estar comprometido con la creaci¨®n de puestos de trabajo en EE UU y ha sido incluido en un consejo creado por el presidente sobre el sector manufacturero. Pero puede que la pol¨ªtica proteccionista de Trump, que ha sacado a EE UU del tratado de libre comercio del Pac¨ªfico, acabe afectando a Boeing que es la mayor empresa exportadora del pa¨ªs.