El costoso estilo de vida del presidente Trump
Los viajes a Florida y la familia dividida entre Washington y Nueva York disparan los gastos
Donald Trump se subi¨® al Marine One que el viernes lo esperaba en el jard¨ªn de la Casa Blanca llevando a dos de sus nietos, los hijos mayores de su hija Ivanka, de la mano. Ella, as¨ª como su esposo y asesor presidencial Jared Kushner, los segu¨ªan unos pasos m¨¢s atr¨¢s. El helic¨®ptero los traslad¨®, como es habitual, hasta la base a¨¦rea de Andrews, donde abordaron el Air Force One, el avi¨®n presidencial. La primera escala era Charleston, Carolina del Sur, para hacer una visita oficial a la empresa Boeing. Pero el destino final de la jornada era, una vez m¨¢s, West Palm Beach, Florida, sede de la residencia de lujo de los Trump, Mar-a-Lago. Unos viajes que no salen gratis y que acaba pagando el contribuyente. La cuenta: unos tres millones de d¨®lares por fin de semana presidencial fuera de la Casa Blanca.
Al presidente republicano le gusta llamar a su residencia en Florida la "Casa Blanca de Invierno". O, como dijo este s¨¢bado en un tuit, la ¡°Casa Blanca Sure?a¡±. All¨ª vuelve a pasar este fin de semana. Van tres seguidos, de los cinco que han transcurrido desde que jur¨® el cargo el viernes 20 de enero. Y, por lo que ha dicho el propio mandatario, no parece que vayan a ser los ¨²ltimos.
Que los presidentes se tomen un respiro de vez en cuando no es inusual. Ni siquiera que lo hagan por largas temporadas. ¡°Los presidentes no tienen vacaciones, solo tienen un cambio de escenario¡±, dijo una vez Nancy Reagan al defender los frecuentes viajes de su marido y esposo, Ronald Reagan, a su rancho en California, que quedaba mucho m¨¢s lejos de Washington que la Florida que privilegia el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Tambi¨¦n a George W. Bush se le reprocharon las largas vacaciones que sol¨ªa tomarse en su rancho en Crawford, Texas. Como ambos, Trump tambi¨¦n mezcla trabajo ¡ªel s¨¢bado dio un mitin y se est¨¢ reuniendo con candidatos a dirigir la Agencia Nacional de Seguridad (NSA)¡ª con placer en su retiro floridano.
La diferencia es que Trump asegur¨® antes de asumir la presidencia que saldr¨ªa muy poco de la Casa Blanca porque ¡°hay mucho que hacer¡±. Adem¨¢s, durante la campa?a e incluso mucho antes a¨²n de dar el salto a la pol¨ªtica, una de las cr¨ªticas favoritas a su predecesor, el dem¨®crata Barack Obama, era el gasto que provocaban seg¨²n ¨¦l sus vacaciones de verano y navidades, as¨ª como sus escapadas para jugar al golf, el mismo deporte que ¨¦l practic¨® el fin de semana pasado en Mar-a-Lago junto con el primer ministro japon¨¦s, Shinzo Abe.
¡°El vacacionista habitual, Barack Obama, est¨¢ ahora en Hawaii. Estas vacaciones le est¨¢n costando a los contribuyentes 4 millones de d¨®lares, mientras hay 20% de desempleo¡±, tuite¨® Trump en diciembre de 2011.
En agosto de ese mismo a?o, tambi¨¦n critic¨® a la familia presidencial por viajar por separado a su lugar habitual de vacaciones, Martha¡¯s Vineyard, y los acus¨® de ¡°gastar de forma extravagante el dinero de los contribuyentes¡±.
Seis a?os m¨¢s tarde, la nueva primera dama, Melania Trump, y el hijo de la pareja, Barron, suelen reunirse con el presidente en Mar-a-Lago tras pasar la semana en Nueva York, donde la esposa del republicano sigue instalada en la Torre Trump situada en pleno Manhattan, una situaci¨®n que piensa mantener al menos hasta que su v¨¢stago acabe el curso. Una decisi¨®n que tampoco sale gratis a los contribuyentes: vigilar la Torre Trump cuesta medio mill¨®n de d¨®lares diarios, seg¨²n estimaciones de la polic¨ªa local. Si Melania Trump mantiene sus planes de no instalarse en Washington hasta que acaben las clases, la factura podr¨ªa superar los 70 millones de d¨®lares antes de mediados de a?o. Si finalmente decidiera alargar m¨¢s a¨²n su estancia en Nueva York, la cuenta se multiplicar¨ªa. Y eso sin contar el estr¨¦s que supone mantener personal extra del Servicio Secreto encargado de su protecci¨®n tan lejos de la Casa Blanca.
Pero los gastos de los Trump no acaban ah¨ª. Los dos hijos mayores de Trump, Donald Jr. y Eric, contin¨²an viajando por todo el mundo en representaci¨®n de las empresas que su padre dej¨® en sus manos antes de entrar en la Casa Blanca, en una controvertida maniobra puesto que ello implica que sigue vinculado a los intereses familiares que pueden chocar con los presidenciales. Tambi¨¦n est¨¢n bajo protecci¨®n del Servicio Secreto, que tiene que desplazarse con ellos. Seg¨²n The Washington Post, un reciente viaje de Eric Trump a Uruguay para promover una torre residencial Trump en el pa¨ªs sudamericano dej¨® una cuenta de casi 100.000 d¨®lares en gastos de hotel de los agentes del Servicio Secreto y personal de la embajada que lo acompa?aron. Los dos hermanos viajaron este fin de semana, acompa?ados de su escolta, m¨¢s lejos a¨²n, a Emiratos ?rabes Unidos, para inaugurar otro club de golf de la familia, el ¡°Berverly Hills de Dubai¡±.
Seg¨²n la organizaci¨®n conservadora Judicial Watch, las diversas vacaciones y escapadas de los Obama durante los ocho a?os del mandato del presidente dem¨®crata costaron en total unos 96 millones de d¨®lares. De mantener el ritmo de las primeras semanas de presidencia republicana, la cuenta de los Trump promete dispararse. Y eso solo contando los primeros cuatro a?os de mandato. Seg¨²n el diario Politico, Judicial Watch ya planea pedir que se aclaren las cuentas de los viajes de la nueva pareja presidencial.
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